La macabra historia del asesino de Twitter: violó y mató a 9 jóvenes que conoció por las redes sociales
El hombre contactaba mujeres a través de la plataforma virtual y luego las citaba en su casa, pero escondía una faceta perturbadora
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Su perfil de Twitter era bastante curioso, ya que en la descripción colocaba “quiero ayudar a las personas que realmente sufren”, además, este iba acompañado con una imagen de una caricatura de manga de un hombre con cicatrices en el cuello y en las muñecas. Sin embargo, detrás de esta cuenta se escondía Takahiro Shiraishi, un asesino que buscaba personas con depresión para matarlas.
Parecía que era un joven común y corriente
Shiraishi nació el 9 de octubre de 1990 en la localidad japonesa de Zama, al suroeste de Tokio. Sus vecinos lo tenían en mente como un joven tranquilo y sociable. Tenía una personalidad discreta, se podría decir que era “bajo perfil”.
No obstante, nadie se imaginaba que tras eso se escondía un futuro asesino en serie. Después de graduarse en la escuela secundaria en 2009, el joven comenzó a trabajar en un supermercado y en los salones de pachinko (un juego parecido al paintball).
A veces se desempeñaba como un cazatalentos de mujeres para clubs de adultos y sex shops. Sin embargo, todo era una mentira y terminaban engañadas para ejercer la prostitución. Por esta razón, fue arrestado y posteriormente puesto en libertad.
A principios del 2016, Takahiro regresó a vivir en la casa de su familia, hasta que se mudó a un departamento de cuarenta metros cuadrados. Durante ese tiempo, empezó a usar las redes sociales y a buscar jóvenes que tenían tendencias suicidas. Para eso abrió varias cuentas de Twitter con el nombre Hanging Pro y empezó a contactar a sus víctimas.
En sus publicaciones en la red social prometía hacer realidad las ideas depresivas de las personas, incluso les prometía morir con ellas. “Quiero ayudar a las personas que realmente sufren. Envíame un mensaje privado en cualquier momento”, “Si no podés ayudarte a vos mismo, yo te puedo ayudar”, fueron algunas de sus publicaciones en Twitter.
Su primera víctima fue Mizuki Miura, de 21 años, en un principio le aconsejó que viviera con él en su apartamento. La chica aceptó, pero Shiraishi pensó que lo abandonaría y tomó la decisión de matarla y quedarse con el dinero que le iba a dar por el alquiler.
Lo primero que hizo fue estrangularla hasta que se desmayara, luego abusó de ella y, finalmente, la mató. Luego de este primer asesinato consiguió ocho víctimas de la misma forma, con edades comprendidas entre 15 y 25 años. También mató al novio de una de las chicas, el cual fue a su departamento por qué no había vuelto a ver a su pareja.
Su detención
En septiembre de 2017, Aiko Tamura, de 23 años, se puso en contacto Shiraishi, quien fue asesinada días después. El hermano de Aiko interpuso una denuncia por desaparición en la policía y desesperado por encontrar a su hermana empezó a buscar pistas en sus redes sociales.
De esa forma fue que se dio cuenta con quién hablaba su hermana. Con este hallazgo fue donde las autoridades y juntos planearon una operación de vigilancia. Se les ocurrió la idea de colocarle un señuelo y una joven accedió a citarse en un lugar público con el sospechoso.
Cuando llegó el día, Takahiro llegó al lugar a la hora acordada, pero al ver que la joven no llegaba decidió regresar a su casa. Varios policías lo siguieron hasta su domicilio y ahí le pidieron explicaciones sobre el paradero de Aiko. Al ser encontrado in fraganti, su respuesta fue señalar el congelador que tenía en su casa.
Los oficiales descubrieron que ahí tenía varios nueve cuerpos desmembrados. Además, tenía tijeras, cuchillos, una sierra y herramientas para trabajar la madera. Una vez atrapado confesó que lo había hecho “para agredir sexualmente a las mujeres y robarles dinero”. Además, reveló que no había tirado sus cuerpos por miedo a ser atrapado.
Según los medios japoneses, su motivación era ocultar las pruebas de sus robos y agresiones sexuales. Además, no tenía ninguna intención en quitarse la vida y que eso solo lo usaba para atraer a sus víctimas.
Aceptó su culpa
El juicio contra Takahiro Shiraishi inició a finales de septiembre de 2020, ahí aceptó su culpa y relató como habían sido estos asesinatos.
Después de varios meses, se dio la lectura de su veredicto, el 15 de diciembre de 2020, fue condenado a la pena de muerte y su ejecución se llevará a cabo mediante la horca. Sin embargo, aún no se estipuló una fecha.
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