En una entrevista para un canal de Youtube, Laura Escobar habla sobre destino del patrimonio del líder del cartel de Medellín y revela los porcentajes asignados a cada familiar
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Pablo Escobar murió el 2 de diciembre de 1993. Fue abatido tras una intensa búsqueda por toda Medellín. Su foto tendido sobre un tejado, con los pies descalzos y la barriga al aire, dio la vuelta al mundo. Recibió un disparo en el estómago, otro en la pierna para que no pudiese levantarse y, finalmente, fue rematado con un tiro directo a la cabeza.
Hay tres versiones alrededor de la muerte del fundador de Cartel de Medellín. Juan Pablo Escobar, su hijo (que cambió su nombre a Juan Sebastián Marroquín Santos), no tiene dudas: dice que su padre se dejó rastrear por las autoridades y se suicidó disparándose al oído.
Diego Murillo, alias Don Berna, reconocido líder del grupo que reunió guerrilleros y narcotraficantes bajo el nombre “Los Pepes” (Perseguidos por Pablo Escobar), escribió el libro Así matamos al Patrón. Allí asegura que fue su hermano Rodolfo, alias Semilla, quien acertó el tiro en la cabeza de Escobar.
Pero la versión oficial, la que reconoce el gobierno colombiano, sostiene que al ex narcotraficante le disparó únicamente Hugo Aguilar Naranjo, el efectivo de la Policía Nacional de Colombia que lideraba el “Bloque de Búsqueda”, una coalición de fuerzas especiales cuya misión era encontrar y capturar al capo narco.
Así como no hay acuerdo sobre su muerte, mucho menos lo hay sobre el destino de su fortuna. Hoy, a más de tres décadas de su final, aparecen nuevos detalles sobre el proceso de división de sus bienes entre sus familiares. Se trata de un nuevo episodio en la historia de Pablo Escobar que entrelaza dinero, familia y, como siempre, traiciones.
“Donde hay dinero por herencia, hay pelea y mi familia no fue la excepción. Ahí es donde mi familia se divide”, reveló Laura Escobar, sobrina de Pablo durante una entrevista con el canal de Youtube ‘Conducta Delictiva’.
Hace algún tiempo, la viuda de Pablo Escobar había contado que gran parte de la fortuna fue entregada al grupo paramilitar ‘Los Pepes’, que colaboró con el Bloque de Búsqueda para liquidar a Escobar, para frenar la persecución hacia la familia y garantizar su seguridad. Ahora llegó el turno de la sobrina que cuenta al detalle sobre el destino del resto de la herencia y sus pormenores.
“El tío Pablo dejó demasiado dinero”
Para la familia Escobar la división de la herencia del capo del narcotráfico fue “complicadísima”. Ninguno de los miembros tenía claro el monto del patrimonio de Pablo. Ni siquiera el propio narcotraficante, quien evitó establecer sumas de dinero en su testamento y se decidió por expresar solo porcentajes.
“No se sabía la cantidad de cosas que tenía el tío Pablo. El testamento fue en porcentaje porque no se sabía lo que había... Había muchos testaferros, algunos devolvieron las propiedades, pero otros no”, contó Laura.
“El tío Pablo dejó demasiado dinero, fue de cada uno conservarlo o malgastarlo. En mi familia todos vivimos muy bien. Mi papá vivió una guerra, todas las cirugías (se refiere a los tratamientos médicos que se sometió para reconstruir su rostro tras recibir una carta bomba en la cárcel), también tuvo que pagar tantos años sosteniendo hogares... Eso tuvo que afectarle sin generar ingresos... Mantenían un nivel de vida al que estaban acostumbrados, así a cualquiera se le acaba el dinero. No quiere decir que no lo tenga, ahora él trabaja”, explicó.
Laura, es hija de Roberto de Jesús Escobar Gaviria, conocido como ‘El Osito’ o ‘Samuel’, el hermano mayor de Pablo Escobar, quien se unió al cartel de Medellín años después de su formación. Sobre el rol de su padre en la organización criminal, la joven dijo que no solían comentar demasiado las actividades delictivas con la familia. “No sabíamos qué funciones tenía cada uno en el cartel, eso era algo interno. Cuando murió Gustavo Gaviria, mi tío Pablo nunca se recuperó de esa pérdida. Aunque mi papá intentó ocupar su lugar, fue imposible”, dijo Laura.
Gustavo Gaviria, primo de Pablo Escobar, era el segundo al mando en la organización criminal. Su tarea principal consistía en llevar la contabilidad, gestionar la distribución de fondos y realizar inversiones con los recursos del cartel. Su capacidad para manejar las finanzas fue determinante para el crecimiento y el éxito del Cartel de Medellín. Sin embargo, el 11 de agosto de 1990, Gaviria fue asesinado durante un enfrentamiento con la policía, lo que representó un grave golpe para la organización y alteró su estructura y funcionamiento.
Roberto de Jesús Escobar Gaviria, el padre de Laura, actualmente vive con muy pocos recursos. La mayor parte de sus bienes fue confiscada por el Estado en procesos legales de extinción de dominio. Está distanciado de su familia, en especial de su hijo Nicolás, el hermano de Laura. Según la joven, Roberto es un hombre “complicado” y la mayor parte del conflicto familiar se originó en el maltrato que su padre infligió a su madre.
La historia del cartel de Medellín está llena desenlaces oscuros. La mayoría de sus miembros ya no están vivos: la mayoría murieron y otros están desaparecidos. “Osito” cree que sobrevivió porque “Dios aún no lo ha llamado”, lo que para él significa que su vida tiene un propósito que debe cumplir.
Los conflictos y disputas
Aunque no sabe con precisión el momento en que el líder del cartel colombiano hizo el documento, Laura explicó que quedó claro que su última voluntad era que su fortuna se dividiría según los diferentes porcentajes: “Él puso algo así como: el 50 por ciento para mi esposa y mis dos hijos, las obras de arte y joyas para mi hija, los carros de colección para mi hijo Juan Pablo. Del otro 50 porciento, uno para una tía abuela y el 49 restante para mi papá, mi mamá y hermanos en partes iguales”, contó.
Si bien todo parecía organizado, y el mismo Escobar en vida había entregado “cositas” a los distintos integrantes de la familia, no pudo evitarse que la distribución de los bienes trajera conflictos. “Hubo muchos problemas porque unos querían las cosas que ya él en vida le había dado a otros. La familia se fracturó”, dijo.
En el caso de las hermanas de Pablo Escobar, la sobrina contó que las tías “casi no trabajan” porque se dedicaron a manejar y administrar sus propios negocios. “Son personas que compran propiedades, venden, organizan, tienen sus cultivos de flores o tienen las fincas. Ponen a producir, tienen ganado. Han sabido mantener ese dinero que quedó”, dijo.
Para la joven la herencia de su tío “fue una bendición porque cada uno puede seguir viviendo y estar tranquilo de que si es bien administrado puedes tener la tranquilidad para el resto de tu vida y para las nuevas generaciones”.
El museo: “También hemos sido víctimas”
Luego de la muerte del líder del cartel de Medellín, nadie en la familia eligió seguir sus pasos. “Nadie quiso seguir el legado de Escobar, nadie trabaja con drogas y se entregaron muchas propiedades y dinero para poder hoy estar tranquilos”, explicó la joven.
“Las nuevas generaciones somos todos profesionales, todos estudiamos, fuimos a la universidad”, agregó. Actualmente en la familia Escobar hay abogados, psicólogos, docentes e incluso empleados de una importante multinacional.
En el caso de Laura, ella maneja una agencia de turismo y un museo sobre su tío en Medellín llamado “Beyond Escobar”. Allí, se exhiben los objetos, fotografías inéditas y los testimonios más significativos de la familia Escobar Gaviria.
“Mucha gente viene a Colombia buscando conocer la historia de Pablo Escobar, entonces qué mejor que su propia familia cuente esa historia. Hay muchas personas que creen que porque vieron dos series o un documental ya son expertos en la historia de Pablo Escobar pero la historia de Pablo Escobar es demasiado amplia... Hay que compartir la historia para que no se repita, hay que enseñarle a la gente que este es un negocio malo, que destruye familias. Que no ingresan solos, que los acompañan sus familias”, dijo.
“Lo primero que hablamos en el museo es de las víctimas, de las más de 40 mil personas que murieron victimas de una guerra entre carteles, el paramilitarismo, la guerrilla... Les contamos a los extranjeros que ven al tío Pablo como ídolo que él también hizo cosas malas y muchas personas perdieron a sus seres queridos y aprovecho para pedir perdón en nombre mío y de algunos de mi familia porque yo se que no todos están de acuerdo, pero nosotros también hemos sido víctimas”, dijo.
Durante la entrevista, la joven contó que tenía apenas seis años cuando empezó a viajar en un auto blindado y a los 10 se mudaron de ciudad. “Yo viví mi niñez hasta los 10 años, después maduré. ¿Con quién jugaba a las barbies? Los lugartenientes de Pablo Escobar, los famosos sicarios, porque yo no podía amigas a mi casa. Entonces ellos jugaban conmigo”, dijo.
Al morir su tío, Laura no residía en Colombia y se enteró de su fallecimiento por un noticiero. La noticia la impactó profundamente, sumado a la imposibilidad de viajar para despedirlo: ”Ahí comenzó nuestra preocupación de qué iba a pasar con nosotros, porque a los pocos días le enviaron a mi padre un sobre a la cárcel con una bomba que lo dejó muy herido”, agregó. En mayo de 1995, tíos de Laura fueron asesinados, según la joven, “solo por pertenecer a la familia”. Ellos, asegura, “no estaban con el narcotráfico”.
Actualmente la familia Escobar vive “tranquila”, aunque ni su padre ni el resto de los familiares saben dónde ella reside ella, por razones de “seguridad”, para proteger a sus hijos y a sí misma.
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