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Era un día ventoso de enero en el sur de California cuando un vecino notó algo extraño en un callejón lleno de basura. Entre montones de desperdicios y objetos viejos, había un banco desechado de un automóvil: y alguien dormía encima de él. Hasta que de pronto, su presencia hizo despertar al habitante de ese triste lugar de la siesta que dormía.
Se trataba de una perra mestiza, con mezcla de rottweiler que abrió unos grandes y hermosos ojos llenos de desesperación. Sin embargo, a pesar de lo feliz que estaba de que finalmente la encontraran, apenas pudo incorporarse para moverse hacia aquel extraño que había cambiado su día. Su estado de salud era delicado.
“Lo único que quería era amor”
Sorprendido por el descubrimiento, el hombre dejó todo lo que tenía organizado para disponerse a ayudar al animal. Le tomó una fotografía y se la envió a Suzette Hall, fundadora de Logan’s Legacy Dog Rescue, quien corrió al callejón. La experimentada rescatista quedó desconsolada cuando vio a la perra, más tarde bautizada Delta, tirada en ese viejo asiento del coche. “Tenía cicatrices, cortes abiertos en todo el cuerpo y sus ojos hinchados. Aunque estaba asustada, supe de inmediato que lo único que quería era amor”.
Hall probó sus métodos habituales para atrapar a perros en situación de calle: instaló una trampa con comida tentadora e intentó deslizar una correa alrededor del cuello de Delta. Pero ninguno de ellos funcionó. “Tenía miedo de todo, incluso una correa la hacía gritar. No puedo imaginar qué recuerdos pasaban por su mente”.
Mientras Delta gritaba de miedo, Hall y su equipo continuaron improvisando un plan de rescate para rescatar a la perra. Después de muchos intentos fallidos, el equipo finalmente pudo levantarla del asiento desechado y colocarla en el jeep de Hall. Una vez a salvo, se dirigieron de inmediato a Camino Pet Hospital. “Mientras mirábamos hacia atrás, le dijimos que nunca tendría que volver a ese callejón ni a las pesadillas que seguramente habría tenido cuando dormía en ese sofá sucio”.
Un descubrimiento sorprendente
El dedicado equipo veterinario le hizo a Delta un chequeo exhaustivo tan pronto como llegó. Le diagnosticaron algunas enfermedades tratables, como una infección ocular, y rápidamente comenzaron a elaborar un plan de tratamiento. Mientras revisaban su abdomen, hicieron un descubrimiento sorprendente: la resiliente perra estaba embarazada de dos cachorros.
El personal se entristeció al saber que Delta había sobrevivido sola mientras llevaba dos cachorros en su vientre, pero agradecieron que la hubieran encontrado justo a tiempo. Pronto dieron con un cálido hogar de tránsito para ella: allí podría relajarse y prepararse para recibir a sus cachorros. Unos días después nacieron sus dos bebés. “Ella dio a luz a sus dos cachorros y está siendo muy buena mamá”.
Los cachorros, llamados Chunky y Monkey por su inherente gordura, prosperaron junto a su madre. Continuaron creciendo gracias a los instintos cariñosos de Delta, sin darse cuenta del trauma al que había sobrevivido. Y con cada día que pasaba, los recuerdos del pasado de Delta también comenzaron a desvanecerse. Ahora, la amorosa madre estaba más feliz que nunca y no podía dejar de sonreír. “El ceño fruncido de Delta desapareció por completo. Ahora muestra una enorme sonrisa y está muy orgullosa de su pequeña familia”.
Chunky y Monkey tienen ahora casi 6 semanas y pronto estarán listos para ir a sus hogares definitivos. Delta también comenzará su búsqueda de una familia permanente cuando Chunky y Monkey tengan la edad suficiente, y Hall no puede esperar a verla vivir su próximo capítulo como un perro rescatado. Con una personalidad como la de ella, Hall confía en que Delta conseguirá pronto el hogar perfecto. “Delta es realmente una perrita amorosa y le encanta dar besos. Es un tesoro que encontramos en medio de la basura”.
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