Kasia de Qatar: el trágico final de la princesa que, a pesar de su extrema belleza y dinero, murió sola en su “jaula de oro”

Los cuentos de hadas no son siempre los más perfectos. Hay castillos de princesas que se desmoronan de un momento a otro y, junto a ellos, la vida fantasiosa y lujosa que, por cierto, puede terminar convirtiéndose en una pesadilla.

Algo así vivió Kasia Gallanio, la exprincesa de Qatar conocida como Kasia Al-Thani. Fue la tercera mujer del multimillonario y miembro de la familia real catarí, Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani, quien, además, es el tío del actual emir de Qatar, Tamim bin Hamad bin Khalifa Al-Thani.

La exprincesa fue considerada como una mujer de extrema belleza, a quien muchos hombres admiraban constantemente, aseguran medios locales. Pero su glamour y belleza quedaron enterrados junto a ella, luego de que la hallaran muerta en su casa, a sus 46 años de edad. Al parecer, Gallanio falleció a causa de una sobredosis de antidepresivos.

Una nueva vida, una batalla fallida

Según personas cercanas a la vida de la familia real, Gallanio peleaba por la custodia de sus tres hijas Malak, Yasmin y Reem, luego de querer separarse de su amado, a quien conoció en Francia en la década de los 90. La ruptura se debió a diferentes altercados que tuvieron en su matrimonio por los “excesos” del jeque, en particular su consumo de alcohol y drogas, los cuales no habrían sido ningun secreto para la princesa.

En el año 2009, Gallanio finalmente se divorció del multimillonario y empezó una nueva vida en España, donde, al parecer, no la estaba pasando muy bien. Según el medio español El País, la mujer tuvo que vender varias de sus joyas para poder sobrevivir.

Vivir en una “jaula de oro”

Antes de su deceso, Gallien dio una entrevista a Women’s World, en la que señaló haberse sentido como si estuviera viviendo en una “jaula de oro” y, además, confesó que en ese momento solo estaba buscando la manera de deshacerse de su esposo, ya que él no quería responder económicamente por ninguna de sus hijas.

Estas declaraciones las brindó en medio del proceso más duro de su divorcio. Pese a vivir en un lugar lujoso como Marbella, su vida era una completa desolación.

”El dinero es una maldición porque te aísla de mucha gente. Es un mundo diferente. Crecí en un hogar normal, así que era un mundo completamente diferente. Crecí en los Estados Unidos y llegar a la familia real como estadounidense fue algo completamente nuevo”, contó la mujer en la entrevista.

Según el medio Le Parisien, existe una alta posibilidad de que la princesa haya fallecido de pena moral, ya que en 2012, una de sus hijas denunció que el jeque, presuntamente había intentado abusar de ella, por lo que la situación pasó a instancias judiciales.

En la actualidad, y luego del fallecimiento de la princesa, el multimillonario dejó de dirigirles la palabra a sus hijas y solo aceptó enviarles un sustento económico para sus gastos de hoteles, comida y traslados de un país a otro.

Las dos hijas mayores se encuentran alojadas en la residencia donde vivía su madre. Según el medio francés ya citado con anterioridad, la menor de las tres adolescentes está viviendo en el palacio del jeque, pero aislada de todo su entorno familiar.

Un final con cabos sueltos

El 19 de mayo de 2021, el tribunal judicial de París desestimó las demandas sobre abuso sexual que realizó la princesa en contra de quien fue su esposo, lo que la llevó a empeorar sus crisis nerviosas, según declaraciones en el diario francés.

Los últimos meses de ese año, Gallien estuvo hospitalizada por una complicación de salud, ocasionada por sus crisis emocionales y la presión que llevaba viviendo desde su divorcio.

Fue tal el estrés que comenzó a tener decaídas por permanecer sola en su vivienda. De esa manera, pasó de tenerlo todo a quedarse sin nada: familia, esposo y dinero. En cierto modo, su muerte se fue preanunciando lentamente.

El 5 de mayo de 2022 sus dolencias y molestias tuvieron un triste final cuando su corazón se detuvo para siempre. La trágica muerte aun sigue sin esclarecimiento.

La princesa de origen estadounidense y polaco fue encontrada muerta en su lujosa vivienda de Marbella, en España. Sus dos hijas mayores fueron las encargadas de realizar todo el procedimiento de reconocimiento ya que ellas fueron las que se comunicaron con la policía después de varios días de no tener noticias de su madre.

Por ahora, si bien hay indicios de una presunta sobredosis de antidepresivos, no se ha determinado de manera oficial la causa de su solitaria muerte.

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