Julieta Rada: "Soy una contralto con trampas de negra"
La hija de "la voz del candombe" habla de su carrera como cantante y su vida entre Montevideo y Buenos Aires
Nació en Buenos Aires, y enseguida se fue a vivir a México, donde permaneció hasta los 5 años. Luego se mudó a Montevideo con su familia, donde vive hasta el día de hoy. De paso por esta ciudad, Julieta Rada pide un jugo de naranja exprimido, una media luna de manteca, y se dispone a responder algunas preguntas en el primer piso del Café Cortázar, en el barrio de Almagro.
Rioplatense como ninguna, Julieta tiene 26 años y es la más chica del clan Rada. "Siempre fuimos una familia superunida. En México mi padre se dedicaba a hacer canciones, no hacía tantos shows, pero cuando llegué a Uruguay me di cuenta de que era más famoso de lo que yo me imaginaba". También cuenta que hace terapia hace 10 años.
Comenzó a estudiar canto a los 16 años y a los 17 ya daba sus primeros shows en distintos bares y boliches de Montevideo. "Soy contralto, pero como dice mi padre, con trampas de negro. O con trampas de negra", bromea al dar detalles sobre su registro de voz. Grabó dos discos, llamados Afrozen (2012) y Corazón Diamante (2015) -por el cual fue nominada a los Grammy Latinos-, en los que transita diferentes géneros de la música negra, desde los ritmos del candombe hasta el soul, el funk y el pop, siempre muy bien escoltada por músicos de primera línea, amigos de la familia.
A pocos días viajar a Los Angeles, "la hija del candombe" asegura que tiene ganas de cambiar y que su próximo disco será un disco de rock.
-¿Cuál es la mayor enseñanza que te haya dejado tu padre?
-No sé, siempre nos inculcó hacer lo que nos guste, ser buenas personas. Y estudiar, siempre estudiar.
-¿Y le hicieron caso?
-Sí, hacerle caso le hicimos, pero uno siempre podría haber estudiado más...
-¿Es cierto que tu padre compró un equipo de música enorme que instaló en el baño de tu casa, y desde entonces no te bañás sin música?
-Es cierto, sin música no me baño. Hoy ya lo cambiamos por otro equipo de esos chiquitos pero que suenan refuerte y me baño con eso. No puedo vivir sin mi equipo de música.
-¿Y qué música escuchás?
-De todo, jazz, música clásica, cumbia villera, pop, funk; me gusta mucho la salsa, la música cubana. Me emociona mucho la música negra, como la música autóctona de cada país. Para mí, la música tiene una función. Hay música para bailar, otra para pensar, otra para relajarse, otra para emocionarse...
-¿Qué cantantes latinas te gustan?
-Escucho algunas cantantes brasileñas como Elis Regina y su hija, María Rita. En mi casa también se escuchaba mucho Cecilia Todd, de Venezuela.
-¿Cómo recordás la infancia en tu casa de Montevideo?
-Desfilaban músicos permanentemente, hasta el día de hoy. Mi padre es un gran anfitrión, y un gran cocinero. Mi casa siempre está llena de gente.
-¿Alguna especialidad de tu padre en la cocina?
-El pollo a la portuguesa. Se lo pedimos siempre.
-El año pasado te cruzaste con Mick Jagger. ¿Cómo fue el encuentro?
-Sí, fue medio una casualidad. Íbamos a ir a la casa del Lobo (el músico y luthier de tambores Fernando Núñez), porque Bernard Fowler, el corista de los Stones lo quería ver a mi padre y escuchar candombe. El encuentro iba a ser ese. Mi padre casi no va, porque decía que ya lo conocía, se habían visto acá en un show de Charly. Al final lo convencimos y fuimos. A las 12 era el cumpleaños del Lobo, le cantamos el feliz cumpleaños y ya nos estábamos por ir cuando en eso aparece Fowler con Mick Jagger atrás. No lo podíamos creer.
-¿Y qué pasó?
-Enseguida hubo rebuena onda. Jagger miró todo el taller y el Lobo con los hijos se pusieron a tocar con mi padre, hicieron la cuerda de tambores, y ellos se coparon, saludaron a todos, sacaron fotos y después se fueron. Nos quedamos paralizados.
-Además de encontrarte con Mick Jagger, ¿qué hacés en tu tiempo libre?
-Es que no tengo tanto tiempo libre. Estudio cine, hago danza, pilates, gimnasia, y voy haciendo cursos en el medio. También leo mucho sobre astrología.
-¡Astrología! ¿De qué signo sos?
-Soy de géminis. Es raro, porque dicen que géminis tiene dos personalidades. Pero tampoco es que me siento así, o quizás sí, por un lado soy supertímida y por otro soy extrovertida. O tengo deseos o metas superopuestas. Me gusta mucho la ciudad, pero también me gustaría vivir en una casa aislada de todo. ¡Me gustan muchas cosas y no sé qué elegir!
- ¿En qué crees?
-Creo en la energía del poder de atracción mental. También creo que lo que uno da, vuelve. Como un karma. Últimamente estoy muy esotérica.
- ¿Practicás alguna religión?
-No, mi padre es católico, mi madre es judía, y en mi casa salimos todos ateos.
-¿Cómo te manejás con las redes sociales?
-Más o menos. Tengo todas, las que más uso son Instagram, Twitter o Facebook. Snpachat nunca lo entendí mucho. Por un lado me interesan, incluso podría explotarlas un poco más, y por otro me embola la exposición. Al principio las odiaba, pero digamos que me estoy amigando con el tiempo.
- Para terminar: ¿qué diferencias te llaman la atención entre Buenos Aires y Montevideo?
- Muchas, pero sobre todo en la gente. Siento que el montevideano es una persona mucho más tímida y conservadora. El porteño es mucho más abierto, como que le importan poco los demás. El montevideano es más tranquilo, y el porteño vive muy acelerado. Funcionamos en frecuencias diferentes. Nosotros cuando venimos acá nos recopamos de que haya movimiento, muchas opciones para hacer, y el porteño va allá y se copa con la tranquilidad. Otra diferencia es que en Montevideo encontrás cuerdas de tambores en casi todos los barrios. Tienen las raíces muy arraigadas, una tradición cultural muy fuerte del carnaval, las murgas y el tango inclusive. Buenos Aires es gigante, hay miles de cosas para hacer.
Una amiga de los jugos naturales
Julieta cuenta que era prácticamente adicta a los refrescos (o las gaseosas), pero que hace años decidió dejar de tomarlas porque su adicción era total y empezaba a preocuparle. "Al día de hoy, igual, una de mis favoritas es la guaraná-admite-. Pero me gustan mucho más los jugos naturales de naranja o ananá y el agua con gas. Con alcohol, la piña colada, los daiquiris y el champagne", asegura.