Jessica Trosman: puro diseño
París, Londres, Tokio y Nueva York les abrieron las puertas a los innovadores diseños de Jessica Trosman. Este año, el libro Fashion Now 2, de Editorial Taschen, la incluyó entre los 160 referentes de la moda mundial. Aquí, cómo se tejió su trayectoria
Buenos Aires está de moda. Tanto es así que destacados medios internacionales, como la revista francesa Vogue, además de las empresas publicitarias, recurren a esta ciudad para hacer sus producciones fotográficas. Y Jessica Trosman lo percibe. Por eso, siente que es una gran oportunidad para mostrar sus colecciones de ropa en el exterior. Londres, Tokio, París y Nueva York son algunos de los lugares clave donde hoy vende. Es la única argentina que aparece en el libro de la editorial Taschen Fashion Now 2, junto con 159 diseñadores consagrados, como Karl Lagerfeld, John Galliano y Marc Jacobs. También fue incluida en la publicación Sample (ed. Phaidon), en la óptica de 10 curadores de la moda, entre ellos, el inglés Alexander McQueen, y allí compartió páginas con el diseñador local Pablo Ramírez.
Nació en La Paternal hace 39 años. Estudió diseño de indumentaria en Miami y, tras regresar al país y recibirse de traductora pública, Trosman dio sus primeros pasos en la moda como consultora de Ona Saez y Kosiuko. El boom llegó cuando formó la sociedad Trosmanchurba, a fines de los 90, junto con Martín Churba. En 2000, expusieron sus colecciones en el New York Fashion Week y ganaron el premio al mejor diseñador de la Argentina.
Desde 2002 con marca propia, Trosman no sólo vende prendas en el exterior, sino que también mantiene una alianza con el grupo japonés Onward Kashiyama, que comercializa su firma y compra algunos de sus diseños para fabricarlos en Japón.
¿Qué la caracteriza? La innovación permanente, tanto de siluetas como de tratamiento de materiales y procesos. Siempre apoyada en una visión de vanguardia, en los desarrollos textiles fusiona elementos tales como plumas, plástico, plantas, cuero, fotografías y granos, con cortes desestructurados.
Con un novio 12 años menor que ella, un hijo de 14 y otro en camino, que asegura son su prioridad, Trosman se anima a más. Este año lanzó una línea vanguardista de jeans y la colección de ropa para hombres. Por otra parte, su sello también llegó al cine. La famosa actriz japonesa Rie Miyazawa utilizó la firma para promocionar su último film, Hana yori mo naho.
Vestida íntegramente de negro, con una superposición de prendas que cuesta definir, luce en contraste un collar con grandes círculos plateados. Sus ojos claros se destacan, atentos a todo lo que la rodea, mientras conversa en el café de un shopping, en Recoleta.
–¿Cuándo se dio cuenta de que quería dedicarse al diseño de ropa?
–Tenía casi 10 años. Siempre le pedía a mi mamá que me llevara a comprar ropa para toda la familia: me divertía. Desde chica tuve claro qué me gustaba.
–Sin embargo, estudió traductorado público de inglés…
–Después de cursar un año y medio de diseño de indumentaria en Miami, regresé al país y quise tener un título. Lo pensé desde el punto de vista práctico.
–¿Cómo retomó el diseño de indumentaria?
–Siempre lo tuve en mente. Me gusta mucho la investigación dentro del diseño. Un día le toqué la puerta a Santiago Saez, dueño de Ona Saez, para presentarle una colección de remeras con estampas vanguardistas. De inmediato reconoció mi entusiasmo y me encargó algunas. Después fui a Kosiuko y luego a María Vázquez, hasta que me asocié, a fines de los 90, con Martín Churba.
–¿Qué rescata de la fusión con Churba?
–Fue uno de mis grandes emprendimientos. No tengo nada que reprocharme.
–¿Cómo hicieron para lanzarse a la moda en una época sin demasiada estabilidad económica en el país?
–Cuando uno está seguro de sus ideas y no las encuentra en otros lados, se juega. Empezamos con $ 3000 cada uno y nos fue genial. Invertíamos lo que ganábamos. Nuestros parientes nos apoyaban, pero no con plata, sino con asesoramiento.
–¿Por qué se deshizo la sociedad?
–Fue después de tres años, debido a diferentes visiones comerciales y estrategias. Trosmanchurba tuvo mucho éxito en el exterior, pero no contaba con grandes colecciones de ropa, sino que eran ítem (como remeras) sueltos. Al independizarme pude desarrollar el diseño de prendas individualmente y el de colección. Fue un momento clave para cambiar de estrategia: estar en un showroom en París donde me empezaron a conocer con nombre y apellido como diseñadora.
–¿Quién es su mano derecha?
–Rubén Troilo es el que interpreta lo que quiero hacer. Hace 5 años que trabaja conmigo; es como un hermano. Aunque también diseña, lo considero un estratega; tiene mucha visión. A veces hay que saber diseñar en el momento correcto y ver dónde están las tendencias. Creo que lo que mejor hacemos en Trosman es combinar diseño con sentido común; que la ropa pueda usarse.
–¿Por qué piensa que en el exterior eligen su ropa?
–Produzco un trabajo genuino que quizá no puede compararse con otros.
–¿Cuál es su estrategia de venta en el exterior?
–No tengo locales propios; estoy en multimarcas. Realizo un trabajo de investigación porque no busco vender en todos lados; prefiero limitarme. Es fundamental tener una estrategia armada. De eso dependerá la imagen que se pueda generar.
–¿Sus diseños se fabrican en el país?
–Todo es nacional, tanto la confección como los materiales. Aunque en Japón, además de vender ropa, tengo un contrato de licencia con el grupo de indumentaria de lujo Onward Kashiyama para diseñar y exportar los dibujos. Ellos cuentan con firmas como Donna Karan y Gaultier. Realizan la comercialización de ropa mejor que nadie.
–¿Por qué piensa que una cultura tan diferente se identifica con sus diseños?
–Los japoneses buscan diseñadores jóvenes, que no estén en la cima. Les gusta acompañar su crecimiento. Además, si trabajás bien y cumplís, son muy fieles.
–¿Cómo define su última colección?
–Uno de los temas es el barroco, reflejado en ornamentos realizados con chapones en 3 D y aplicados en la tela. Por otra parte, al ser metálicos, son futuristas. Además, implementé el estilo motoquero en pantalones confeccionados con unos 75 recortes. No me gusta empalagarme con un solo tema. Por eso, motoquero en contraste con barroco forma una buena conjunción.
–¿Qué es lo que más se destaca?
–Es una colección muy elaborada, casi de alta costura. Cada prenda lleva mucho tiempo de trabajo.
–¿Novedades de la temporada?
–Trosman Jeans, realizados con una hora y media de lavado. Fueron inspirados en la historia de Levi Strauss, en los pantalones remachados y remendados de los trabajadores californianos. Presentan una doble textura generada por el recosido.
–¿Cuál es el concepto de la colección Trosman Homme?
–Tiene el mismo hilo conductor que la de mujer. Es un estilo casual wear: prendas con detalles sutiles. También hay aplicaciones con chapones, aunque más masculinas. Se inclina hacia la sastrería, pero informal.
–¿Cómo define su estilo?
–Me resulta difícil. Podría decir que es intelectual. La gente, al ver las prendas, puede pensar que tienen otra vuelta de tuerca.
–¿En qué se inspira?
–En la calle, la gente, los libros, el cine, los animales... los artistas plásticos me encantan... Si algo capta mi atención, puedo usarlo hasta como tema de mi colección.
–¿Admira a algún diseñador?
–Helmut Lang demostró tener grandes valores en cuanto al diseño. Creó una marca fresca, con prendas que caían perfecto. Sus desfiles fueron los que más me gustaron. Siempre los realizaba a la luz del día para que se vieran todos los detalles. Sin embargo, no se observaba ni un hilo suelto.
–¿Siente que llegó a su meta?
–Me falta crecer mucho. Recién ahora estoy encaminada. Pude orientarme hacia donde quería: puro diseño y desarrollo con visión de negocio.
–¿Le gusta el trabajo como empresaria?
–Me gusta y me divierte. Superviso el cash-flow (flujo de efectivo) de la firma. Me interesa porque no puedo vivir en una nube. Como dueña de una empresa, es importante saber lo que puede hacerse. Soy ordenada y tengo bastante olfato. A veces sé que no voy a ganar plata con un diseño, pero lo necesito para una vidriera o para posicionarme en el exterior.
–¿Cómo le gusta vestirse?
–Ultimamente vivo uniformada de negro; por supuesto, con mis prendas. Los collares nunca me faltan: sin ellos me sentiría desnuda. Son un detalle que dice acá está la marca.
–¿Qué consejos daría a los nuevos diseñadores?
–Que hagan. No importa si bien o mal. Arriesgarse, ser curioso; realizar un proyecto es importante.
–¿Qué siente por haber sido incluida en los libros Fashion Now 2 y Phaidon?
–Es fantástico figurar entre destacados referentes del diseño. Siento que puedo abrirles el camino a otros argentinos. Además, que el país esté de moda es un gran respaldo. Hay que tenerlo en cuenta para desarrollarnos más. En el exterior, muchos están interesados en venir y me preguntan por el diseño local; hay una visión muy chic.
Fotos: Graciela Calabrese y Gentileza JT
Más datos: www.trosman.com / www.taschen.com
Antes y después de lanzar su firma
- Estudió diseño en la Universidad de Miami.
- Obtuvo el título de traductora pública de inglés en la Universidad del Salvador, Argentina.
- Trabajó como consultora free-lance en Ona Saez y Kosiuko.
- En 1999 lanzó Trosmanchurba, junto con Martín Churba.
- En 2002 se independizó y creó su propia marca.
- Actualmente vende en Londres, París, Tokio y Nueva York, entre otros mercados.
- Presentó sus colecciones en desfiles en Roma, Nueva York y algunas ediciones de San Pablo Fashion Week.
- En Buenos Aires, cuenta con una tienda en Palermo Viejo y otra en Patio Bullrich.
Jessica en la intimidad
- Aparte de diseñar: "Soy familiera. Me gusta disfrutar de la vida, pasear, recorrer países…"
- Música: Jill Scott
- Película: Perdidos en Tokio, La familia, Melody, 21 gramos
- Color: negro
- Frase: No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy
Colección invierno ’06
- Texturas voluminosas logradas a partir de un novedoso desarrollo textil: finas láminas con formas redondeadas simulan ser círculos de celofán que se superponen entre sí. Es una de las características principales. El enfoque está en el detalle y la complejidad en la elaboración de cada prenda.
- ¿Los colores vedette? Azul marino combinado con plateado, y negro con dorado. También apuesta a jugarse por un solo tono (marrón o gris) en diferentes gamas.
Colección Trosman Homme
- Cuero arrugado, charol, viscosa, cachemira y fustanio, son algunas de las texturas que se suman a los novedosos desarrollos textiles de la firma. Se destacan los detalles, la complejidad y la versatilidad para lograr diferentes estilos.
Básico imprescindible
- Trosman lanzó la colección de jeans Destroyed, basada en la línea de ropa Work, una corriente que surgió en California, Estados Unidos. Según cuenta la leyenda, un minero fabricó un pantalón capaz de resistir durante años… Al poco tiempo nació Levi’s, ropa creada para el trabajo.