Hábitos en cuarentena. Cómo hacer que los niños incorporen nuevos alimentos
"No me gusta" es la frase que solemos escuchar de los más chicos, en muchas ocasiones, aun cuando no han probado algún alimento en especial. Y si ahora que estamos en cuarentena, aprovechamos y buscamos cómo hacer para que los chicos aprendan a comer variado.
Se conoce como neofobia al rechazo de alimentos por motivos de apariencia, sabor, olor, textura, presentación o en experiencias negativas con la comida en el pasado (como, por ejemplo, haber vivido una situación de asfixia tras la ingesta de un alimento concreto). Este comportamiento es muy habitual, entre los 2-3 años, y tiende a revertirse hacia los 6 años.
Según los especialistas, es un comportamiento instintivo, un mecanismo de defensa que desarrollaron nuestros antepasados para protegerse de posibles alimentos venenosos o toxinas. De ahí que los niños tiendan a rechazar de manera natural alimentos con los que no han tenido experiencia previa.
También hay que tener en cuenta que nuestras papilas gustativas nos predisponen a preferir de manera innata el sabor dulce y a mantenernos alejados del amargo, ácido o agrio.
"En especial, esto sucede con verduras de colores poco atractivas o comidas que, a la vista, no se ven ricas o frutas nuevas, pero en menor medida. Por eso, a veces lo que más se escucha es «mi hijo no come nada de frutas ni verduras». Hay que tener muchísima paciencia, sabiendo que es algo normal en el desarrollo de los niños. Cuando los chicos nos dicen que no quieren probar algo, lo que no hay que hacer es obligarlos ya que esto puede generar mayor rechazo a ese alimento", explica Daniela Natale, Lic. en Nutrición y especializada en obesidad (MN 7424).
Hábitos en cuarentena
El aprendizaje de los sabores se consigue mediante la exposición repetida de los mismos. Presentar los alimentos rechazados de manera reiterada y en diferentes preparaciones sirve para que ellos se familiaricen más con él y logremos que lo terminen probando porque les va a resultar familiar.
"También hay que saber que los niños son de copiar a los hermanos mayores o los padres a la hora de comer, eso también es un dato importante: si mamá y papá lo comen seguro les llamará la atención y se interesen más por probar algo nuevo. También es importante que los niños participen en el proceso de selección de los alimentos al momento de comprar frutas y verduras o al momento de la preparación de las comidas, algo de lo que estos días en que estamos todos en casa es un plus. Al hacerlo les damos confianza y seguridad, resume Daniela Natale.
Para los nutricionistas, es importante que mezclemos alimentos nuevos con alimentos que los chicos ya conocen en las preparaciones como una buena alternativa para que los incorporen. Hay que pensar que es muy importante que los niños cubran los requisitos de vitaminas y minerales. "Una dieta pobre en la infancia será la antesala de una dieta pobre en la edad adulta. Para que los papás se queden tranquilos y no renuncien en el intento deben seguir ofreciendo el alimento nuevo y no retirarlo, entre unas 10-15 veces que se lo presenten suelen aceptarlo. No se debe dejar de ofrecer, hay que insistir un poco, pero sin olvidar que todos tenemos algún alimento que no nos gusta", concluye la Lic. en Nutrición.
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