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Frases de Federico García Lorca, a 84 años del asesinato del gran poeta español

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Fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX. Fuente: National Geographic
Federico Garcia Lorca fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX

El 18 de agosto de 1936, tan solo un mes después del golpe de Estado que detonaría la Guerra Civil Española, era asesinado por fusilamiento Federico Garcia Lorca. Se lo acusaba de "ser espía de los rusos, ser republicano y homosexual". Hasta el día de hoy sus restos descansan en una fosa común.

Nacido un 5 de junio de 1898, Lorca es considerado por muchos el poeta más influyente de España en el siglo XX. Fue parte de la Generación del 27, un grupo que se caracterizaba por unir las formas de la poesía tradicional con los movimientos de vanguardia, por tratar temáticas como la muerte, la injusticia, la miseria, y por el uso de la metáfora y la imagen.

En 1929, un viaje a la ciudad de Nueva York lo marcaría profundamente, tanto a nivel personal como profesional y lo político. Fuera de su tierra, logró un desahogo en todos los aspectos. En 1933 se traslada a la Argentina donde dirige representaciones de sus obras en Buenos Aires.

Su ideología antifascista y condición sexual lo convirtieron en un blanco ideal de la Guerra Civil española. Sabiendo esto, el 9 de agosto de 1936 se refugia en la casa de su amigo el poeta Luis Rosales en Granada, hasta su detención por la guardia civil el 16 de agosto. A lo largo de su vida publicó 11 libros de poemas, 14 obras de teatro y ocho trabajos narrativos.

Frases de Federico García Lorca

  • "En la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida".
  • "Quiero llorar, porque me da la gana".
  • "El más terrible de los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza perdida".
  • "Los pueblos son libros. Las ciudades periódicos mentirosos".
  • "No soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja, sino un pulso herido que presiente el más allá".
  • "Como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir".
  • "Callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos echar encima".
  • "La soledad es la gran talladora del espíritu".
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