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Era un PH lineal como una casa chorizo. Con una perspectiva que aún corre paralela al patio original, pero que chocaba una y otra vez con las típicas puertas de madera antiguas que dividían un cuarto del otro. El proyecto del arquitecto Ignacio Szulman respetó ese derrotero antiguo, pero cambió los umbrales por puertas corredizas enormes, que se abren para integrar toda el área social. La obra se articuló sobre esta idea eje, que funcionó porque es orgánica con la planta clásica, y por eso mismo no demoró más de algunos meses y tampoco salió cara.
En el centro, la cocina
En esta casa viven una mamá y su niño, que tienen sus habitaciones en las puntas opuestas (cuando quieren privacidad en sus espacios, se cierran las famosas puertas). En el centro, la cocina y el comedor, lugar de reunión física y conceptual. E hilvanando todo, un mueble de paraíso que se apoya contra la medianera para ir alojando biblioteca, baño, vestidor, escalera, cocina y toilette, sucesivamente. Fluir en vez de dividir. Ya no se trata de pasar de punto A a punto B, causa y consecuencia, vengo o voy. La magia estuvo en transformar cada ambiente en un destino para detenerse, girar el cuerpo y mirar al patio.
Para que las grandes puertas interiores resultaran livianas las hicimos de chapa con estructura interior de caño. Están colgadas de un carrito superior y abajo simplemente tienen una guía
El extremo del living bajo el cuarto de la mamá
"Diseñamos los muebles fijos a la medida de cada ambiente, pero con una evidente armonía: todos son de paraíso y llegan a la altura del entrepiso. Antes de afirmarlos contra la medianera hicimos una impermeabilización de cimientos", cuenta el arq. Ignacio Szulman.
En el living, la biblioteca se planeó con estantes que bajan escalonadamente desde la pared del fondo, para evitar un bloque pesado.
En el sector del living quedaron dos ambientes de 2 metros de alto. En el centro, los 4 metros originales.
Un patio claro, para romper el mito de la oscuridad de los PH
Se cambiaron las baldosas originales por baldosas graníticas (Blangino), que se cortaron a pedido para armar el diseño que propuso el Estudio Ignacio Szulman.
Rígida, la planta original se transformó en una vivienda maleable y permeable a futuras reformas. Y si el sistema de puertas la abrió, la altura permitió partirla al medio con superficies de fenólico apoyadas en estructuras metálicas.
Juegos de niños
"Una de las cosas que más me gustan de estos muebles de paraíso es que ocultan tanto las escaleras como el toilette. Y que con un solo elemento se resuelven todas las funciones".
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