Con antecedentes onas, uno de los lagos más grandes del mundo, y una calma pueblerina de paisaje invernal, una sorpresa para los que visiten Tierra del Fuego.
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En el páramo de Tierra del Fuego cuando nieva, se ve un espacio encantador que en su triángulo intenta estirar la mano para no despegarse demasiado del continente, mientras balconea al canal de Beagle con suspiros frente a un paisaje que quita el aire y ese landscape único de fin del mundo.
Uno se pregunta qué enlaza en la distancia a Ushuaia de Río Grande. La mayoría de los operadores turísticos responden “nada”, pero el viajero aventurero, se sube a su vehículo de alquiler y emprende un recorrido costero de unos 100 kilómetros y llega a la ciudad más joven de la provincia: Tolhuin. Data del 9 de octubre de 1972, con apenas 250 habitantes, 150 familias. Durante la Gobernación de Gregorio Lloret y la Intendencia de Río Grande de Néstor Nogar, quienes estuvieron presentes en la colocación de la piedra fundamental emplazada actualmente en la intersección de las calles Lucas Bridges y Luis Cárdenas.
Tolhuin, cuyo nombre proviene de dos vocablos (tol - wen) en lengua Selk´nam (aborígenes que habitaban esta zona) significa “parecido a corazón” o “como corazón”, propone al visitante varias maravillas: lago, lengas, bosque, la cascada la Porfiada y la Hostería Kaikén… una Tierra del Fuego diferente, más conectada con lo auténtico local.
Los selk´nam u onas, habitaron la Isla Grande de Tierra del Fuego. La dividían en Párik, la región de praderas ventosas al norte del río Grande y Hérsk, la zona boscosa, montañosa y lacustre al sur del mismo río. Según sus propias tradiciones y algunos rastros lingüísticos y geológicos los primeros selk’nam fueron tehuelches de la Patagonia meridional que se habrían instalado en la isla Grande de Tierra del Fuego. Una de las costumbre que aún cuenta con detalles en la locación es la pintura corporal que se utilizaba en ritos como la ceremonia Hain, dedicada a los adolescentes. Los introducía al mundo adulto y con los diseños denotaban privilegio y salud. Algunos de esos diseños se conservan aún en artesanías y mobiliario urbano.
Este “Corazón de la isla”, como la llaman popularmente los fueguinos, descansa sobre el enorme Lago Fagnano, que se extiende con sentido este-oeste a lo largo de un poco más de 100 kilómetros. En medio del recorrido se localiza Tolhuin, un sitio tranquilo, con un enorme horizonte, bella arquitectura costera, y una renovada pujanza por ganar adeptos que quieran vincularse con la naturaleza.
Otro fin del mundo
Tierra del Fuego tiene una condición particular, porque se encuentra del otro lado de la cordillera de los Andes, lo que le otorga un paisaje inesperado, con una cierta superficie de transición entre la estepa y la cordillera, donde lagos, lagunas y ríos emergen inesperadamente entre bosques, cerros y ondulantes colinas. El eje de la actividad económica de la ciudad se asienta en la actividad forestal.
El Lago Fagnano, de origen glaciario, permite dar un paseo por su cabecera o hacer un picnic en sus orillas. Con una escenografía que se completa por bosques de lengas y montañas, se transforma en el eje de la vida local. Su nombre homenajea a uno de los primeros expedicionarios de la Orden Salesiana, monseñor Fagnano, aunque los Selk’nam lo llamaban”Khami”, que significa “agua grande”. Es uno de los lagos más extensos del mundo, con una superficie total de 593 km2, desemboca en Chile a través del río Azopardo. Posee una particularidad geológica, ya que bajo sus aguas se encuentra la falla Fagnano-Magallanes, que marca el límite entre las placas tectónicas Sudamericana y Scotia. Esta fractura de la corteza terrestre divide el centro de la isla de Tierra del Fuego en dos, y causa que el lago se desplace cinco milímetros por año en dirección este-oeste.
A sus orillas los viajeros pueden encontrar un complejo de cabañas, una hostería y un camping para hospedarse. La pesca deportiva, el ciclismo y el avistaje de aves son tres disciplinas posibles para el esparcimiento. Sus playas pedregosas son una tentación para las largas caminatas.
Una perlita: su cascada La Porfiada, un salto al que se llega tras 1,5 km de caminata de baja dificultad.
Acampe, pesca y senderos autoguiados
El cercano cerro Jeujepen (o Heuhuepen) era considerado sagrado por los Selk´nam. Los aborígenes lo respetaban como un espacio vital para el guanaco, principal fuente de alimento de los nativos, donde la caza estaba prohibida. Desde allí se puede disfrutar una de las vistas panorámicas más imponentes del Fagnano. Jeujepen se encuentra en la Reserva Provincial de Usos Múltiples Río Valdéz, a la que se accede por la Ruta Provincial n° 27, en el ingreso a la Laguna Aguas Blancas. Todos los alrededores en el camino se componen de bosques nativos en proceso de recuperación. Para el acceso en invierno se recomienda consultar antes de iniciar el recorrido.
Otro de los atractivos locales es la Laguna Negra a 5 km de la cabecera del lago Fagnano, en su margen norte, y dentro de la reserva provincial del mismo nombre. La laguna se separa del lago por un cordón de grava formada durante un gran movimiento sísmico. Debe su nombre a la coloración de sus aguas que, aunque limpias y de gran pureza, son oscuras por el fondo de turba. La reserva que la alberga, se encuentra comprendida en la región de los bosques andino-patagónicos. El sendero autoguiado “Paisaje en Movimiento” es de baja dificultad. Se prolonga por 2300 metros y toma una hora a paso moderado. La señalización advierte sobre la presencia de fauna y de particularidades geológicas. Allí se desarrollan estrategias de recuperación de las poblaciones del zorro colorado nativo.
El acampe es una actividad perfecta en La Reserva Provincial “Corazón de la Isla”. Ubicada en el centro de la provincia, posee unas 100.000 hectáreas, con diferentes paisajes: colinas, valles y lagos, entre los que se destacan el lago Yehuin, el lago Chepelmuth y el lago Yakush, los que integran la cuenca del Fagnano.
La temporada de pesca deportiva se habilita desde noviembre hasta mayo para la trucha marrón, arcoiris y de arroyo. Para quienes no cuentan con vehículo, existen servicios diarios a Tolhuin. Una experiencia para ir anotando en la agenda la próxima aventura.
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