El boom del glamping acapara el verano británico
Esta modalidad de alojamiento, que nace de la unión de las palabras "camping" y "glamour", redefine las vacaciones naturales
LONDRES.- No más bolsa de dormir, ni garrafa portátil para cocinar. Se terminaron las horas de ingenio desperdiciadas en dilucidar cómo armar una carpa. El glamping es una nueva manera de experimentar la naturaleza, y es cada vez más popular entre los británicos.
Aunque esta modalidad no es una novedad en sí misma, lo interesante es que comenzó a transformarse en algo masivo en el verano inglés y, como muchos saben, los hábitos que se ponen de moda en Gran Bretaña suelen adoptarse luego en el resto de Europa.
Estas "carpas" boutique apuntan a generar una experiencia de inmersión total en la naturaleza pero con la comodidad de un hotel de alta gama. Las hay de todo tipo: casitas arriba de árboles, cápsulas de vidrio insertadas en paisajes fastuosos, iglús en el hielo y hasta terrazas preparadas para dormir bajo las estrellas. No se quedan atrás las tiendas inspiradas en los safaris del África de los años 20 o carpas similares a las que podrían utilizar los beduinos en el Sahara .
"Con mi familia, hemos ido varias veces de glamping", dice Martina Florez, Argentina, madre de dos hijas que vive en Londres hace más de 10 años. "Es perfecto para ir con niños pequeños porque vivís la aventura y cercanía con la naturaleza que ofrece el camping -sin electricidad ni conexión a Internet-, pero con todas las comodidades. Dormís en una buena cama, tenés tu propio baño con agua caliente dentro de la carpa y sobre todo la gran ventaja de no tener que armar y desarmar todo", agrega.
Pero esta versión de camping 2.0 es aún más que una carpa prearmada a la que le han agregado una cama king size o un baño con ducha caliente. Los amenities que se encuentran en los lugares de glamping exceden cualquier experiencia de camping tradicional. Y por supuesto abundan los detalles ideados para generar una experiencia única y encantadora y que van desde cocinas a leña, un sin fin de velas, portavelas y candelabros, los muy anglosajones pinches para calentar malvaviscos en la fogata, muchos adornos con las típicas estampas florales al estilo Cath Kidston sin olvidarnos de las tazas y platos de melamina o los infaltables huevos frescos que se van a buscar al gallinero por la mañana.
Hoy, Brexit y una libra más débil, han dado lugar a que este año se estime -según cifras oficiales- un record de 7.3 millones de personas veraneando en la isla, de las cuales se espera que al menos 5.4 millones lo hagan durmiendo bajo las estrellas. Para el glampinero es una alternativa a los viajes a Europa Continental, describe una reciente investigación de Pragma. Una muy buena opción para esta conspicua franja de veraneantes en busca de experiencias auténticas y tiempos de viaje cortos. "Un aspecto interesante del glamping es que está atrayendo a un nuevo grupo de personas a vacacionar al aire libre, gente que nunca antes consideró el camping tradicional, y que nunca lo hará", comenta Sarah Riley, una experta independiente del glamping que asesora a aquellos emprendedores que quieren incursionar en la industria. "La originalidad de la propuesta es fundamental", agrega Riley: "Es que hay de muchas formas, desde carpas tipis iguales a las que tantas veces hemos visto en las películas americanas de cowboys, hasta un Boing 767 retirado como el que podemos encontrar en Irlanda. Esto es lo que entusiasma al turista de glamping y lo que hace que quiera volver por más." Probablemente el más extravagante ejemplo de glamping se remonte al año 1520 cuando en el norte de Francia con motivo del encuentro de Los reyes Enrique VIII y Francisco I se montaron cerca de 3000 tiendas con fuentes de las que salían a borbotones litros y litros de incitante vino francés.
Garri Rayner, fundador de goglamping.net. cuenta que este estilo de turismo fue creciendo en popularidad a la par de los diversos festivales de música que son tan célebres en el verano británico, en los que se suele pernoctar y que ahora ofrecen su versión de "camping boutique". Es el caso de María Códega, una ingeniera industrial de 36 años que ya ha ido tres veces consecutivas a Glastonbury y que finalmente optó por la versión motorhome.
El concepto de Glamping comenzó a utilizarse en el Reino Unido aproximadamente en 2005. Y es muy notable que la palabra glamour sea un anglicismo que originalmente refería a un hechizo mágico que afectaba la percepción visual de una persona u objeto, siendo estos percibidos de una manera diferente y atractiva. Tal vez la simple vinculación de "camping" y "glamour" fue creada para atraer a más británicos a acercarse a la naturaleza durante todo el año. O tal vez remita a cierta nostalgia por los hábitos del viejo Imperio. De cualquier manera, un gran éxito del país de los inventores del marketing para esta nueva industria multimillonaria que logró transformar el camping con altas probabilidades de lluvia en algo atractivo.
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