10 diseñadores responden: ¿dónde nacen las tendencias?
En plena semana de la moda digital, reunimos a diseñadores y directores creativos de las reconocidas marcas nacionales e internacionales que participan en #Frontrow para que nos cuenten cómo es el ciclo de la moda, cuándo cambian los hábitos de consumo, dónde se generan las tendencias, cuánto de ellas toman y qué trae de nuevo el verano 2019.
Conversaciones de moda
" Hace poco di una charla y le pregunté a los asistentes si recordaban lo que se había usado hace cuatro temporadas; cuál era el color, el hit...nadie sabía qué responder. Creo que la moda va evolucionando por décadas: sí podemos reconocer lo que se usaba en los años 80, o en los 20, no a partir de las temporadas", sostiene Marcelo Cantón. Para el co-fundador de Mishka, que empezó la marca con su socio como un juego (el ejercicio de hacer zapatos en Palermo Viejo cuando el barrio no era como hoy), los cambios se van dando de manera gradual, salvo aquellos grandes hitos como Madame Chanel, que marcan momentos revolucionarios donde la moda da un giro de 180 grados. " Creo que el futuro está en lo científico tecnológico de las telas, en los cueros hay una aparición de materiales sintéticos que nos proponen ser sustentables. El cambio está dado por esta crew de skaters, bikers, riders que hacen que el flujo esté dado por el uso. Esto viene de la arquitectura, donde la estética te la da el uso. Creo que la mujer prioriza eso, porque quiere estar cómoda. Es como en una casa, vos diseñás el plano, la planta, que tiene que ver con la función. La ruptura es que el gran diseñador, el fashion show único, pierde fuerza, la moda se fusiona menos con el arte y aparece más como una expresión de la vida cotidiana y la cultura. "
"Las tendencias son estrategias que deciden los influyentes de la moda para tratar de dirigir el mercado en direcciones concretas de colores, tejidos, tipología de prendas. Europa, Norteamerica y Japón son los referentes", opina Custo Dalmau, el diseñador catalán que eligió Buenos Aires para tener su única tienda propia en Latinoamérica con la misión de aportar diferenciación al vestidor de las argentinas. "Nosotros no seguimos las tendencias, tratamos de diferenciarnos porque apostamos por la individualidad. Esta temporada presentamos creatividad, innovación y riesgo con la presencia del color. El grafismo es un componente de nuestra genética, algo que cuando empezamos el proyecto hace 37 años estaba muy relegado: nos pareció una oportunidad apostar por él".
El mapa de las inspiraciones
"Para mi la tendencia surge de la fusión de los éxitos de la historia de la moda. Es nostálgica, es el regreso de lo que más gustó, lo que pegó, y cuando lo volvés a usar te toca una fibra emotiva. A las más jóvenes las mueve la curiosidad, revolver lo de antes, resignificar lo que era de tu mamá. Creo que tiene que ver con un mood, cuando ya a todos más o menos nos pasa lo mismo, tendemos a...", describe Romina Ramón Schlee. Para la encargada de producto de Lazaro, también hay tendencias que están programadas por intereses, que no son tan orgánicas. Sin embargo hoy, con las redes, algo que nace muy pequeño se puede expandir. "Argentina mira mucho afuera, a veces nos olvidamos de que nosotros también podemos ser generadores. Nos falta una vueltita de tuerca de libertad, poder sentir que está bien lo que llevamos, que no importa lo que se usa, una toma lo que quiere de lo que hay. Yo al diseñar, trato de hacer una alquimia entre lo que recibo de comercial, la necesidad de la clienta y las tendencias que representan a nuestra mujer, que es femenina, valora los básicos y los materiales nobles. Para este verano, me divierte el monocromo, el look total, lo mostramos en la campaña que hicimos en el desierto, la selva, y la ruta del adobe. Porque para mí, los colores que elijo deben estar en la naturaleza."
"Los innovadores son los que se arriesgan al cambio, los primeros en llevar una tendencia o crearla, las personas que en moda son conocidas como trendsetters. Muchas veces esto se ve antes de que salga en las pasarelas y son los coolhunters los que están detrás de ellas para crear junto a una marca o un canal de comunicación, una tendencia", explica la diseñadora Candela Santos. Y continúa: "Cada marca reinterpreta las tendencias a su manera, según su público. En el caso de Paula Cahen D'Anvers , al tener una estética muy autentica y fiel a través de los años, el trabajo es más claro. Sabemos qué adoptar y cómo hacerlo para satisfacer a nuestra clienta. En general, son pocas las tendencias que tomamos y siempre las reinventamos. Este verano, una de las principales es la deportiva, que se ve reflejada en prendas de punto, telas nobles, cordones a contra tono, cuellos rayados. Esta es una tendencia que sigue creciendo por la necesidad de la gente de usar ropa cómoda, fácil, casual y combinable con otros estilos más formales, como la sastrería", cierra Candela, no sin antes deslizar que la logomanía de los 90 es otra tendencia que vuelve en avíos, estampas centrales y bordados, tanto en denim, como en accesorios.
" Para mi las tendencias se generan en la calle, uno como diseñador puede proponer pero después es la mujer la que la elige o no. Aunque te empecines en forzar una tendencia, la realidad es que si a tu clienta no le sienta no va a funcionar. Por eso nos inspiramos más en ella que en una pasarela internacional. Además, en Argentina, las mujeres son clásicas. La comodidad es lo que termina definiendo la colección", expresa Vicky Ferro, una de las hermanas al frente de Cibeles. "Por ejemplo, ahora está de tendencia el volado y es un recurso que nos encanta porque funciona con nuestra propuesta, están en nuestros vestidos y tops. Los botones grandes es algo que venimos viendo y es muy Cibeles, los tomamos en las camisas. Los bordados también tienen protagonismo, siempre sutiles y vegetales, sobre telas nobles que es lo que nos caracteriza. Queremos diseñar prendas que duren. Este verano creo que lo que van a andar muy bien son las túnicas, en la ciudad y en la playa", cuenta Lu Ferro.
Más allá de las tendencias
"Yo creo que las tendencias están como flotando en la atmósfera y hay algunos diseñadores de vanguardia que tienen la posibilidad, y el mercado, para plasmarlas en productos y así convertir a la marca en un negocio, porque la moda también lo debe ser. El efecto es explosivo. Lo toma el arte, la gastronomía, la arquitectura y todos los que estamos creando lo bajamos a nuestro trabajo de una manera muy personal. Cada uno va a hacer una interpretación de las nuevas formas y estéticas, porque lo que nos motiva es diferente. Para mí, el proceso creativo es muy experimental, cuanto más cercano sea, mejor. Siempre envuelvo una cartera con el cuero que me estoy imaginando porque necesito ver el volumen", reflexiona María Eugenia Farrell desde Prüne, la marca que nació con fábrica propia. Y continúa: "Por un lado hay una líneas hacia la masividad, algo que tiene que ver con temas sociológicos que van más allá de la moda. Y por otro lado, hay un deseo de ser diferente, y construir una identidad desde una base que uno mismo genera, puede ser desde un look hasta algo que uno escribe y que expresa qué quiero contar. Esa voluntad de dejar una impronta." ¿Los lugares emisores de tendencias? "Europa, Japón. Creo que nosotros somos un país de vanguardia para las situaciones que vivimos, dadas las dificultades de la Argentina desde hace tiempo y en los diferentes ámbitos, así y todo, hay algo que nos mantiene vigentes, vivos."
"La tendencia surge de determinados grupos disruptivos que tienen carisma y circulan, que algunos directores creativos van entendiendo. Entre ellos, muchas veces se ponen de acuerdo hacia donde van, hay comités de la moda, del color. Nada se puso de moda de casualidad. Se toman conceptos que siempre están de vuelta, alguna reminiscencia al pasado, a alguna década, lo conversan y cada uno le da su identidad. Al margen hay marcas que en su propuesta creativa siguen un lineamiento del que no se mueven, como Issey Miyake, Missoni. Después hay marcas que volvieron a su época de esplendor, como un Courrèges, y otras que hacen lo que hacen todos, a un precio accesible para muchos, como Zara", detalla Mariano Rodríguez Giesso, para quien al final lo más importante es que la ropa quede bien. "No se trata de seguir algo, para mí en la moda tiene que haber identidad. Hoy, y desde hace 15 años, todas las tendencias escandinavas no solo influyen sobre el vestir, también sobre la decoración, la manera de hacer un restaurante y de comer. Japón es el lugar donde se inspiran muchos europeos, donde ven algo, lo toman, lo reformulan y lo lanzan al mercado de otra manera."
"No miro la tendencia, hago lo que me gusta, es muy personal. Para mí lo más inspirador son los viajes, me gustan mucho las tradiciones de cada pueblo, aprecio sus tipologías y estampas, las técnicas manuales. Amo los bordados mexicanos, tengo una colección. En mi marca, todos los años tuve, en invierno y en verano, una línea de lana de llama hilada, teñida y bordada a mano que trabajo con una cooperativa del norte. En este verano que diseñé para niños, hay vestidos con un estilo de batik indio tradicional, mientras que las sandalias traen una tipología muy de la India", detalla Dolores Barreiro, que fue convocada por CHEEKY para realizar una colección cápsula que se presenta en #Frontrow la semana próxima.
"Una tendencia es un movimiento que empieza en la calle, es una realidad del momento. Se alimenta del entorno. Nosotros la estudiamos, analizamos y buscamos adaptarla a nuestro mercado, a los usos y costumbres locales, al ritmo de la moda argentina, que es diferente al de otros países. Para esta temporada lo que se viene son los zapatos slim back, el regreso de los tacos, y las zapatillas en todas sus versiones", finaliza Gimena Clavo, diseñadora de Apie.