Día de Muertos: una de las celebraciones más antiguas que perdura en el tiempo
El Día de Muertos es una de las celebraciones más tradicionales en la cultura mexicana. Tiene lugar el 1 y 2 de noviembre de cada año, y sus orígenes se remontan a las épocas anteriores a la llegada de los europeos al continente americano.
Como muchas otras tradiciones precolombinas, el Día de Muertos se fue mezclando con otras festividades importadas del viejo continente. Es así como hoy se celebra junto al Día de los Fieles Difuntos, de tradición católica.
Si bien se festeja principalmente en México, Ecuador y Guatemala, también es parte de las festividades más populares en Bolivia. Desde el noroeste de la Argentina, hasta Estados Unidos, se suele conmemorar el Día de los Muertos en las regiones con presencia indígena.
El Día de Muertos fue declarado en 2008 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO, por su gran importancia como expresión tradicional que sigue viva, con su potencia integradora, representativa y comunitaria aún intactas.
¿Qué se celebra en el Día de Muertos?
Como ocurre en gran parte de las culturas alrededor del mundo, las mujeres mesoamericanas tenían una fascinación por la muerte, y el paso de la vida a la muerte. Por eso son muchas las creencias y tradiciones mexicanas que giran en torno a ella.
En la tradición indígena, el Día de Muertos es la fecha en la que las almas de los muertos regresan al mundo de los vivos a reencontrarse con sus familiares y seres queridos.
Si bien las celebraciones tienen lugar el 1 y el 2 de noviembre, normalmente comienzan la noche del 31 de octubre, cuando se encienden velas para recibir a los niños muertos.
El primer día es el Día de Todos los Santos, en el que se honra a los más pequeños, mientras que el Día de los Fieles Difuntos y se lo dedica a los adultos.
Quienes lo festejan arman altares para honrar a sus difuntos y los llenan con comida para que puedan alimentarse. El altar es un símbolo de la concepción que tiene la tradición de los muertos, quienes no se conciben como ausencias, sino como símbolos de vida.
¿Cómo es la celebración?
Si bien en las distintas regiones hay pequeñas diferencias respecto de cómo se lleva a cabo la celebración del Día de Muertos, hay algunos puntos básicos que suelen repetirse en todos lados.
Las ofrendas y los altares que arman las familias son dos de los elementos que no pueden faltar. Las decoraciones del altar incluyen flores cempasúchil, papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto y alguna de las comidas favoritas del familiar a quien se dedica el agasajo.
También se ornamentan las tumbas con flores, y en algunas ocasiones también se hacen altares sobre las mismas. Además, se marca el camino que deben recorrer las almas con flores y velas para que puedan llegar a su destino sin perderse en el camino, tal como se observa en la famosa película de Disney Pixar "Coco".
Esa tradición se remonta a épocas remotas de la antigüedad, cuando los indígenas trazaban ese camino desde las casas de los familiares hasta las tumbas de sus seres queridos.
Diferencias con Halloween
Si bien suele confundirse a Halloween con el Día de Muertos, la realidad es que son dos fiestas diferentes, con orígenes muy lejanos, que lo único que comparten es que caen en días similares.
Mientras que el Día de Muertos tiene sus raíces en las tradiciones de los pueblos mesoamericanos precolombinos, Halloween proviene del Samhain, una vieja celebración de los pueblos celtas para festejar el fin de la temporada de cosechas y el inicio del invierno.
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