David Lamelas, el extranjero: una vida de película
Es el año 2300. Cerca de las ruinas de Sidney, ciudad estadounidense destruida por una guerra nuclear, se levanta una nueva urbe en la que está prohibida cualquier forma de violencia. La única evidencia de hechos violentos es una cinta de video grabada en 1975, que acaba de ser descubierta por una pareja en fuga. Cuando las autoridades capturan y matan a la heroína, la violencia vuelve a nacer.
Diez fotografías le bastaron para contar esta historia digna de una película a David Lamelas, que inaugurará el 22 de este mes Con vida propia en el Malba. Exhibida el año pasado en Los Ángeles, la muestra revelará las múltiples facetas de un artista argentino que siempre vivió en el límite entre países y disciplinas.
Estaba en Londres cuando realizó The Violent Tapes of 1975, obra que pertenece a la colección del Malba. Ya había protagonizado la vanguardia de los años 60 en la Argentina, había sido premiado en la Bienal de San Pablo, (1967), había representado al país en la Bienal de Venecia (1968) y había participado en la Documenta de Kassel (1972), la muestra de arte contemporáneo más importante del mundo, donde volvería a demostrar su vigencia 45 años después.
"Toda su carrera puede ser entendida como un análisis de los medios de comunicación", dice María José Herrera, cocuradora de la muestra junto con Kristina Newhouse, y señala que una de las obras que se exhibirán es considerada "la primera pieza de videoarte en la Argentina". Situación de tiempo (1967), la última que este artista expuso en el país antes de partir a Londres, consiste en 17 monitores de televisión que solo transmiten una ruidosa "nieve gris" dentro de una habitación oscura.
El medio es el mensaje y más oscura era la etapa en la que se internaba el país en 1976, cuando Lamelas tomó distancia del conceptualismo europeo para instalarse en Los Ángeles por más de una década, antes de seguir viaje a Nueva York, Bruselas, Berlín, París y Buenos Aires. "Cuando se mudó a Los Ángeles se sintió muy aislado. La acción ocurría en Hollywood, Phoenix, Pasadena, Long Beach. Así que invitó a decenas personas a su estudio para retratarlas", dijo Newhouse en referencia a la obra Amigos de Los Ángeles (más grande que la vida), integrada por cuarenta de esos dibujos. "Todo era muy tecnológico y tenía un exceso de información visual, así que recurrí a la técnica más primitiva: el retrato manual –recordó Lamelas en diálogo con el curador Javier Villa, en 2006–. Fotografié y proyecté los trabajos, porque si eras proyectado en el cine eras considerado más grande que la vida. Te convertías en estrella solo por atravesar ese proceso".
¿Cuánto hay de ficción en la creación de nuestra identidad? Esa pregunta estaba latente también en la obra Rock Star (apropiación del personaje). En 1974, años antes de las camaleónicas interpretaciones de Cindy Sherman, se disfrazó de estrella de rock y contrató a un fotógrafo especializado para que realizara un book de imágenes icónicas.
"Soy hijo de padres españoles que escaparon de España, de Franco, quien creó una estrategia política y mediática para triunfar como político –dijo Lamelas al curador Hans Ulrich Obrist en 2010–. Y crecí hacia el final de la era peronista, cuando los Perón crearon otra imagen para volverse populares. Así que desde muy chico vi la ficción en esos políticos y cómo la gente compraba la idea".
Con vida propia, el título de la muestra, nació de la idea del artista de que las obras son independientes y adquieren según el contexto nuevos significados, distintos de los que tenían cuando nacieron. Podría ser el caso de la entrevista que Lamelas realizó a Marguerite Duras junto con Raul Escari en 1970, en la que retrata a la escritora en distintos puntos de la conversación y exhibe esas fotos junto con las citas de lo que ella estaba diciendo en ese preciso momento. Obsesionado con la manera en que se construye y se percibe el presente, décadas antes del surgimiento de Twitter e Instagram, Lamelas anticipaba una nueva forma de comunicarnos.