Cumplió 89 años y sorprendió al organizar un festejo con sus diez perros
Se trata de una mujer anciana que vive en Brasil junto con su hija y sus mascotas; el video del particular cumpleaños se hizo viral
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LA NACION
Una tierna filmación casera se hizo viral en TikTok. Una mujer anciana cumplió 89 años y decidió celebrarlos con sus diez perros. En el clip, se pueden ver a las mascotas sentadas muy educadas a la mesa con la torta y las velitas encendidas mientras los familiares cantan el “feliz cumpleaños”.
María, tal como se llama la mujer cumpleañera, es de Brasil y vive con su hija y sus diez perros, con quienes pasa la mayor parte del tiempo. Por eso, en esta ocasión tan especial, quiso darles un lugar protagónico en su festejo y los sentó a la mesa junto a ella.
El fragmento, publicado por su hija en la red social, tuvo numerosas repercusiones entre las que se destacaron aquellas que hacían referencia al buen comportamiento de los perros: “Los perros más educados que la mayoría de las personas”, “Una divina la abuela y los perritos ahí tan quietitos” y “Gran compañía. No hablarán mal de la comida, todo les queda bien”, fueron algunos de los comentarios más repetidos por los usuarios.
Luego de la gran repercusión que tuvo el video, su hija, llamada Vitoria Abencoada, aseguró que la casa está muy ocupada: “Le encanta vivir con animales. Le encanta acurrucarse con ellos”. También reveló que los perritos participan en todo: “¡A los perros les encantó participar en la fiesta de la abuela! Aquí se los trata como parte de la familia”, señaló.
El catering del festejo contaba con dos menús: uno para las personas y otro para los animales que degustaron de unas deliciosas golosinas elaboradas exclusivamente para ellos. Algunos de los perros también tenían prendas festivas para el evento. Hasta el momento, el video suma más de 800 mil reproducciones y miles de comentarios.
Aseguran que los perros “lloran” de alegría al reunirse con sus dueños
Es lo que les debe pasar a los perritos de María cada vez que se reencuentran con ella. Los ojos de los perros se llenan de lágrimas cuando experimentan emociones positivas, por ejemplo, al reencontrarse con sus dueños, lo que podría estar relacionado con la oxitocina, señala un estudio que publica Current Biology.
El equipo, encabezado por Takefumi Kilkusi de la Universidad de Azabu, Japón, inició su estudio al descubrir el comportamiento de una de sus caniches al amamantar a su camada, cuando los ojos se llenaban de lágrimas, aunque no le caían por la cara como pasa con las personas.
“Descubrimos que los perros derraman lágrimas asociadas a emociones positivas y que la oxitocina, conocida como la hormona materna o del amor, es el posible mecanismo subyacente”, indicó el investigador. Observaciones previas habían determinado que, tanto los perros como sus dueños, liberan esa hormona durante sus interacciones, así que el equipo decidió comprobar si reunirse con su propietario hacía llorar al animal.
Para comenzar, usaron una prueba estándar para medir el volumen de lágrimas de los perros antes y después de reunirse con sus dueños, y vieron que aumentaba tras el encuentro con el propietario, pero no con una persona desconocida. Cuando añadieron oxitocina a los ojos de los animales, su volumen de lágrimas también aumentó, lo que apoya la idea de que la liberación de esta hormona desempeña un papel en la producción de lágrimas cuando los perros y su gente vuelven a estar juntos.
Además, pidieron a voluntarios que calificaran las fotos de las caras de los perros, con y sin lágrimas artificiales, y resultó que las personas daban respuestas más positivas cuando veían perros con ojos llorosos. Estos resultados sugieren, según el estudio, que “la producción de lágrimas de los perros ayuda a forjar conexiones más fuertes entre las personas y sus perros”.
“Es posible que los canes que muestran ojos llorosos durante la interacción con el dueño reciban más cuidados”, estimó el investigador. Kikusui explicó que parece que los perros producen lágrimas en situaciones que los humanos considerarían “felices”, aunque aún no han comprobado si también lo hacen en respuesta a emociones negativas. El equipo tampoco sabe si lloran cuando se reúnen con otros congéneres y si esta respuesta, en caso de existir, tiene una función social en el mundo canino.
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