Por qué algunas personas se marean cuando viajan en auto, avión o barco

Los mareos por movimiento que surgen al trasladarse por tierra, agua o aire, ya sea en un vehículo, en un avión o en un barco, son una realidad que probablemente haya vivido más de la mitad de la población mundial. Esta experiencia no es para nada agradable y puede generar palidez, náuseas y, en algunos casos, hasta vómitos.

Algunas estadísticas a nivel mundial publicadas por la Sociedad Española de Otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello (SEORL CCC) revelan que la cinetosis, el nombre académico que se le otorga al mareo por movimiento. Aparece en más del 40% de los niños entre 7 y 12 años cuando viajan en coche o en autobús, y no suelen manifestarse en menores de 2 años. También se ha descrito en niños, la cinetosis asociada a juegos de realidad virtual.

La prevalencia de cinetosis es cinco veces mayor en pacientes con historia de migraña que en la población general, es más sintomática y afecta a dos terceras partes de los pacientes con migraña.

El cerebro se encarga de procesar información de manera constante, proveniente de la vista, la audición y del cuerpo en general. Luego de esta asimilación, cuando los datos percibidos se contradicen, se produce un efecto de desorientación que puede desembocar en un estado de cinetosis.

Algunos expertos en otorrinolaringología dieron un ejemplo concreto de en que momento puede ocurrir esta situación: cuando se lee un libro en el auto, la información visual no coincide con la que llega al oído, por lo tanto, el mensaje que recibe el cerebro es difuso y provoca la desorientación.

“En un auto una persona se marea por la disociación entre el estímulo visual y el sensorial del oído interno. Por ejemplo, un nene pequeño viaja sentado en el asiento posterior y ve un entorno que no se mueve; sin embargo, sus oídos ‘sienten’ la aceleración que efectúa el auto; esta diferencia sensorial puede generar el mareo. La intolerancia a ser trasladado pasivamente en un vehículo, barco, tren, avión o cohete se denomina cinetosis”, explicó a LA NACION en 2020 la doctora Ana Carolina Binetti, especialista en otorrinolaringología del Hospital Británico y encargada del sector de Vértigo.

Una investigación llevada a cabo por Ford Motors descubrió que aquellos pasajeros que están atentos a una pantalla durante aproximadamente 10 minutos pueden sufrir malestares. Esta situación impacta directamente en los pasajeros que se encuentran ubicados en el asiento trasero, debido a que se concentran en la imagen de sus dispositivos y no en lo que sucede alrededor.

En este caso, las estructuras del oído que se encargan de encontrar un equilibrio, reciben una sobreestimulación cuando viajan a bordo de un vehículo. Estos notifican al cerebro de que se está en movimiento, pero al mismo tiempo los ojos no reciben la misma información. Al no poder procesar los datos del entorno y construir un razonamiento coherente, el cerebro entra en conflicto y ahí es cuando ocurre el mareo.

Como señala Binetti, entre las posturas que aumentan la posibilidad de sufrir cinetosis está la de viajar mirando hacia atrás. Por esto, sugiere a las personas con sensibilidad al movimiento no girar la cabeza para mirar hacia atrás ni sentarse en los asientos de colectivos que van de espaldas al conductor y evitar leer durante el viaje. “Algunas personas son más sensibles a este mareo que otras. También puede manifestarse con migraña, como en algunas mujeres, que la padecen más que los hombres. Por su parte, los niños, desde el año de edad, son también susceptibles por la incoordinación visuo-vestibular que produce este tipo de estímulo”.

Por otro lado, existe predisposición de cada persona a la hora de sufrir este tipo de fenómeno. Esto quiere decir que hay seres humanos que pueden no sufrir ningún tipo de inconveniente, mientras que otros tienen este padecimiento en varias ocasiones. En este sentido, la otorrinolaringóloga propone como tratamiento para la cinetosis la terapia de habituación vestibular (que consiste es una serie de ejercicios para “ajustar” el oído interno). Si después de este tratamiento el paciente continúa con la afección, indica que se puede recetar una medicación sedante vestibular que debe tomarse 30 minutos antes de viajar.

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