La dieta de la longevidad: cuáles son los alimentos para una vida más duradera
Un investigador compartió sus recomendaciones para vivir más años y sorprendió con sus descubrimientos luego de un exhaustivo análisis
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LA NACION
En la actualidad, es entendido que la comida que se consume cada día es fundamental para la salud y para garantizar una mejor calidad de vida. Muchos estudios confirmaron a lo largo de los años que algunos alimentos son mejores que otros y que incluso existen los que pueden colaborar con la longevidad, o con una vida más duradera.
Así lo afirma Dan Buettner, investigador líder de la ‘Zona Azul’, explorador y miembro de National Geographic, quien pasó décadas estudiando los secretos de una vida saludable entre las personas más longevas de todo el mundo.
Según sus investigaciones al respecto, hay ciertas zonas como Cerdeña en Italia y Okinawa en Japón que son consideradas áreas geográficas que albergan cantidades inusuales de centenarios. Y lo que se pudo observar en estos lugares, es que las personas allí comen de manera diferente.
Cuáles son los dos alimentos que podrían colaborar con la longevidad
Porotos
Estas hortalizas son la clave de la buena alimentación, según mencionó Buettner en el podcast ZOE Science and Nutrition. “Y si comes una taza de porotos al día, probablemente esté asociado con unos cuatro años más de esperanza de vida que fuentes de proteínas menos saludables”, sumó.
Las legumbres son las semillas comestibles de las plantas leguminosas, como, por ejemplo, los porotos secos, las lentejas y los guisantes, que son algunos de los más elegidos por las personas. Aportan nutrientes esenciales, estando repletas de fibra y proteínas.
Cabe destacar que en muchos países se consumen las legumbres de manera diferente, puesto que en cada cultura hay diversas maneras de prepararlos y las recetas para hacerlos son variadas y sencillas, ideales para incorporar a la rutina.
Asimismo, el profesor Tim Spector, un reconocido dietista y cofundador de ZOE, explica que los porotos y las legumbres pueden mejorar la salud intestinal y, a su vez, fortalecer el sistema inmunológico.
“Si uno puede tener un sistema inmunológico saludable, entonces ese sistema inmunológico está reparando su cuerpo continuamente, está combatiendo el cáncer temprano, está reparando las células, se está asegurando de que usted viva hasta una edad avanzada detectando los problemas temprano”, expresó el profesional.
Otro punto clave para la dieta de las personas que viven en las denominadas zonas azules no solo tiene que ver con las legumbres, sino también con la variedad. Es decir, también las especias, hierbas, verduras que se le sume al plato va a hacer la diferencia, destaca Spector.
A su vez, asegura que consumir una variedad de alimentos significa que es más probable que la persona obtenga las diferentes vitaminas, minerales y nutrientes que necesita.
Zonas azules
En una de sus investigaciones, Buettner descubrió que la familia Melis en Cerdeña, que tenía nueve hermanos y una edad conjunta de 860 años, come diariamente una sopa con tres porotos, verduras, zanahorias, apio, cebolla, orégano, pimiento rojo, cebada y aceite de oliva.
En ese sentido, el profesor Spector explica que muchos países mediterráneos, incluidos aquellos que tienen muchas zonas azules, comen mucho queso de cabra, yogures y otros fermentos lácteos, puesto que eso podría estimular su intestino y su sistema inmunológico.
Hasta aproximadamente 1960, en Cerdeña, la gente comía principalmente pan y queso, explicó Buettner.
Comer menos carne
Históricamente, las personas que viven en zonas azules solo comían carne unas cinco veces al mes y rara vez comían pescado, precisó Buettner. Asimismo, en la actualidad, el 90 por ciento de los alimentos que consumen son alimentos integrales de origen vegetal.
“Los cinco pilares de toda dieta de longevidad en el mundo son los cereales integrales, el trigo, el maíz y el arroz, las verduras y, por supuesto, las hortalizas”, afirmó.
Además, opinó que no es necesario el consumo de carne para estar sano, ya que es posible obtener la proteína que necesita de fuentes vegetales como porotos y legumbres.
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