La clave para mejorar la memoria radicaría en el ejercicio de soñar despierto, según Harvard
Las ensoñaciones son procesos habituales del ser humano que corresponden con el hecho de imaginar situaciones irreales; cómo esto puede ser preponderante para nuestros recuerdos
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Soñar despierto parece una frase hecha en la que los seres humanos suelen perderse como un método habitual de escape de la realidad. Imaginar escenarios positivos o simplemente divagar, permite activar zonas específicas del cerebro y hasta tiene la capacidad de dar bienestar. A este método se lo define como ensoñamiento y según los científicos, sería la respuesta para mejorar nuestra memoria a largo plazo.
Imaginar situaciones diferentes a la realidad presente, escenas distintas que escapan a lo conocido, podría ser una buena actividad para favorecer algunas áreas del cerebro que permitirían mantenerlas en ejercicio y saludables para una edad adulta.
Como es sabido, a medida que el ser humano envejece, también lo hacen las funciones cognitivas, por lo que una buena alimentación y este tipo de razonamiento aseguraría una vejez con los recuerdos al resguardo.
Las ensoñaciones no solo se refieren a hechos que no ocurrieron y que deseamos que sucedan. También tiene una conexión con momentos pasados. Llegan de forma espontánea y nos transportan a esa situación sin que queramos. Eso también entra dentro de las características de soñar despierto.
Científicos de Harvard prueban si soñar despierto acrecienta la capacidad de la memoria
En diciembre del 2023, la revista Nature publicó una investigación realizada por científicos de la Facultad de Medicina de Harvard, quienes sometieron a un grupo de ratones de laboratorio a un análisis de su actividad neuronal en la corteza visual mientras los animales permanecían tranquilos en un estado de vigilancia.
Gracias a ese experimento se descubrió que, en ocasiones, estas neuronas se activaban siguiendo un patrón similar al que se producía cuando un ratón miraba una imagen real, lo que sugirió que el roedor estaba soñando despierto con esa imagen.
Asimismo, se conoció que los patrones de actividad en las primeras ensoñaciones del día de un ratón predecían cómo cambiarían con el tiempo la respuesta del cerebro con la imagen. Aquella investigación permitió tener una idea del funcionamiento, al menos de forma preliminar, de algunas funciones del hipocampo, responsable de almacenar los recuerdos.
Así, las ensoñaciones podrían anticiparse a una respuesta futura del cerebro a lo que ve. Si bien falta ahondar más en esta hipótesis, los resultados recientes señalaron que en un estado de tranquilidad, la plasticidad cerebral es mayor, haciendo capaz a las neuronas de remodelarse en respuesta a experiencias venideras.
Una zona del cerebro olvidada
Los científicos de Harvard se encaminaron en estudiar una región particular del cerebro, “con forma de caballito de mar”, que tiene un rol preponderante en el hecho de resguardar las experiencias vividas. Su propósito fue entender cómo, desde una captación visual, el cerebro mapea y digita los sucesos para luego crear recuerdos.
El autor principal de la investigación, Mark Andermann, profesor de medicina en el Centro Médico Beth Israel Deaconess y profesor de neurobiología en HMS, dijo: “Mi laboratorio se interesó en si podíamos registrar suficientes neuronas en la corteza visual para comprender exactamente qué está recordando el ratón, y luego conectar esa información con la plasticidad cerebral”.
La prueba consistió en presentarle a los ratones dos imágenes en movimiento. La primera con un patrón en un cuadro de ajedrez donde sus colores variaban entre escalas de grises. Estuvieron frente a ella un minuto. Luego les presentaron la segunda foto y se repitió el proceso.
Cuando en la pantalla quedaban zonas grises entre las imágenes, las neuronas a veces se activaban siguiendo un patrón similar, pero no idéntico. Así entendieron que los roedores “fantaseaban más con la imagen más reciente” y lo hacían “más al principio del día que al final”. Esto afirmó que las ondas agudas en el hipocampo y la activación de más de 7.000 neuronas sugieren que los ratones soñaban despiertos sobre lo que habían visto.
A pesar de que falta un largo trayecto en la conclusión definitiva de esta investigación, los científicos insistieron en que las ensoñaciones podrían ejercer un rol fundamental en la manera en que el cerebro procesa y almacena la información. Por ende, cuando tu mente divaga, se podría estar ampliando tu memoria.
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