Estos son los riesgos desconocidos de prolongar más de 10 minutos la permanencia en el inodoro

El hábito de pasar largos periodos de tiempo en el inodoro, ya sea leyendo, navegando en Internet o enviando mensajes, es común en la sociedad moderna. Sin embargo, este comportamiento aparentemente inofensivo puede tener consecuencias serias para la salud, según advierten los expertos.

El principal riesgo radica en la postura que adopta el cuerpo al sentarse en el inodoro. Esta posición coloca al ano en un nivel diferente al resto de la mitad inferior del cuerpo, lo que aumenta la presión sobre las venas del recto inferior. Esta presión sostenida puede contribuir al desarrollo de hemorroides, que se trata de una afección caracterizada por la inflamación de las venas, que causa picor, malestar y, en algunos casos, dolor intenso en la zona.

La relación entre la aparición de hemorroides y el tiempo dedicado a la evacuación fue analizada por numerosos estudios. Los médicos explican que, aunque el esfuerzo durante la defecación es un factor determinante, el uso prolongado de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles o consolas de juegos, mientras se está en el baño, incrementó tanto la incidencia como la severidad de esta condición.

Un estudio reciente sugiere que el proceso de evacuación no debería exceder los cinco minutos. Si no ocurre nada en ese lapso, es recomendable levantarse e intentarlo de nuevo más tarde, limitando nuevamente el tiempo a cinco minutos.

¿Cuáles son las enfermedades en crecimiento por esta práctica?

Además de las hemorroides, la presión sobre los vasos sanguíneos puede llevar o pequeños desgarros en el tejido, que causan dolor, picor y sangrado. En casos extremos la situación puede agravarse hasta resultar en un prolapso rectal, que según los médicos se refiere a una condición en la que la mucosa rectal se exterioriza, dificultando el control de las evacuaciones.

La doctora Roshini Raj, gastroenteróloga de NYU Langone y autora del libro Gut Renovation, recomienda no pasar más de diez minutos en el inodoro en promedio. Aunque reconoce que cada caso puede ser diferente, también subraya que el diseño del inodoro con un agujero central es lo que provoca que la zona anorrectal quede colgando, haciendo que se ejerza una presión adicional en las venas, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar hemorroides.

El teléfono: el peor aliado de nuestra salud

Una encuesta reciente realizada por la consultora NordVPN reveló que el 65% de los encuestados admitió utilizar su teléfono móvil mientras están en el baño. Este dato sugiere que la mayoría de las personas dedica más tiempo del necesario a sus visitas al inodoro.

El uso de teléfonos en el baño no es una práctica nueva en esencia; hace décadas, los libros y las revistas solían acompañar a las personas en estos momentos. Sin embargo, la proliferación de dispositivos móviles ha exacerbado el problema, llevando a la gente a prolongar innecesariamente el tiempo que pasan en esta postura.

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