El método de Bill Gates para ejercitar y fortalecer la memoria
Se trata de una técnica que descubrió el creador de Microsoft gracias a un antiguo poeta griego; cómo se realiza y qué hay que tener en cuenta
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El deterioro de la memoria, en mayor o menor grado, es algo que sucede de forma natural con el paso del tiempo. No obstante, los expertos recomiendan adoptar ciertos hábitos que pueden estimular las funciones cognitivas y, al mismo tiempo, disminuir las probabilidades de desarrollar enfermedades degenerativas. Entre estos hábitos se incluyen la práctica de actividades específicas y la incorporación de ciertos alimentos. Sin embargo, Bill Gates, fundador de Microsoft y una de las mentes más destacadas de nuestra época, utiliza un enfoque particular para fortalecer su memoria (y este método está ganando popularidad).
Cabe destacar que el filántropo sugiere libros, canciones y diversas actividades, además de compartir reflexiones y análisis en su blog personal, GatesNotes. En una entrada publicada en 2012, mencionó su “memoria fotográfica” en temas que realmente le apasionaban, como la ciencia y los negocios. Al respecto de esto, y para mejorar su capacidad de recordar datos, Bill Gates encontró un truco en el libro Moonwalking con Einstein: El arte y la ciencia de recordar todo, de Joshua Foer. En este libro, Gates descubrió una técnica que, según el propio texto, fue desarrollada en la antigua Grecia. Gracias a ello, pudo practicar y afinar su memoria en áreas donde antes no destacaba, demostrando que incluso una de las mentes más brillantes puede mejorar sus habilidades con las estrategias adecuadas.
En qué consiste la técnica de Bill Gates para ejercitar la memoria
En su blog, Bill Gates explicó el concepto del “palacio de la memoria”, una técnica que consiste en imaginar una casa con muchas habitaciones, donde cada espacio se utiliza para guardar mentalmente lo que se desea recordar. Por ejemplo: “Ajo en la entrada” o “Queso en la puerta”. La idea de esto es asociar elementos a ubicaciones específicas dentro de ese lugar visualizado, como una forma de recordar ingredientes de una lista de compras. Al realizarlo, se vincula información con imágenes y lugares familiares, por lo que esta técnica ayuda a organizar y mejorar la retención de datos.
Esta estrategia se basa en la historia de un antiguo poeta griego que, tras el colapso de un templo durante un banquete, pudo recordar los nombres de todas las personas que fallecieron en el desastre. Lo logró gracias a su habilidad para visualizar mentalmente la ubicación exacta en la que cada uno de los asistentes había estado sentado. Este uso de la memoria visual permitió al poeta reconstruir la escena y recordar detalles precisos, lo que sentó las bases para lo que hoy se conoce como la técnica del “palacio de la memoria”.
Joshua Foer, autor de Moonwalking con Einstein, inicialmente no estaba convencido de la efectividad de estas técnicas, según mencionó Gates. Por ende, dedicó un año a practicarlas intensivamente y, al finalizar ese tiempo, no solo participó en el Campeonato de Memoria de Estados Unidos, sino que también lo ganó. Como si eso fuera poco, rompió el récord estadounidense de velocidad al memorizar una baraja de cartas, dejando en claro lo útil de esta práctica.
Sin embargo, Gates enfatizó que para desarrollar una habilidad de memoria tan impresionante como la de Foer, es fundamental abordar el proceso con seriedad y compromiso. Esto implica dedicar tiempo y esfuerzo al entrenamiento de la memoria, practicando de manera constante las técnicas aprendidas. A medida que uno se involucra en este entrenamiento, se pueden observar mejoras significativas en la retención de información y la agilidad mental. Por ende, llegó a la conclusión de que alcanzar un nivel avanzado en la memoria no es simplemente cuestión de talento natural, sino de dedicación y práctica.
LA NACION
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