El ejercicio mental que puede ser la clave para mantener el cerebro ágil durante el envejecimiento, según Harvard

A medida que envejecemos, es natural que se manifiesten algunos deterioros tanto físicos como mentales. Con respecto a lo cognitivo, pueden aparecer dificultades en la memoria, la concentración y la capacidad para aprender nuevas habilidades. Estos cambios no afectan a todas las personas de la misma manera ni al mismo ritmo, y muchos pueden mantenerse activos y mentalmente alertas a través de hábitos saludables y el ejercicio regular. Por tal motivo, expertos de la Universidad de Harvard dieron a conocer que existe un ejercicio en particular que es crucial para mantener el cerebro ágil.

Se trata de la rutina del explorador, una actividad que se centra en la orientación en terrenos naturales, utilizando únicamente un mapa y una brújula. Aunque a primera vista puede parecer una simple aventura al aire libre, este ejercicio tiene beneficios significativos para la mente, ya que activa diversas áreas del cerebro que suelen estar inactivas en la vida cotidiana. Al enfrentarse al reto de encontrar el camino en un bosque o en una montaña sin el auxilio de dispositivos tecnológicos, las personas deben emplear habilidades de observación, memoria y resolución de problemas que, en el día a día, no se utilizan con la misma intensidad.

Lejos de ser una práctica de tiempos antiguos, la capacidad de orientarse con estos métodos tradicionales se está redescubriendo como una herramienta poderosa para mantener la agudeza mental y estimular las funciones cognitivas. Este tipo de actividad ayuda a fomentar un sentido de independencia y autosuficiencia, proporcionando una manera efectiva de preservar y mejorar las capacidades mentales mientras se disfruta del contacto directo con la naturaleza. Con respecto a esto, Heidi Godman, editora ejecutiva de Harvard Health Letter, dio a conocer que esta práctica es crucial para mejorar las capacidades cognitivas y prevenir el deterioro relacionado con la edad.

Los beneficios de realizar la rutina del explorador

La eficacia de la rutina del explorador no se basa únicamente en experiencias personales, sino que cuenta con un amplio respaldo científico. Un estudio publicado en PLoS One explicó que incluso sesiones breves de orientación, de aproximadamente 15 minutos, pueden tener un efecto notable en la salud del cerebro. Por ello, esta práctica se presenta como una recomendación importante para quienes desean mantener su mente alerta y en buen estado. A continuación, sus principales beneficios:

• Mejora de la memoria espacial: navegar por entornos naturales con un mapa y una brújula ejercita las áreas del cerebro responsables de almacenar y organizar información espacial, lo que facilita la planificación de tareas y la organización de pensamientos.
• Aumento de la atención y la concentración: la orientación requiere un alto nivel de concentración para seguir mapas y señales en la naturaleza, desarrollando la capacidad de mantener la atención durante períodos prolongados y reduciendo la fatiga mental.

• Fomento de la toma de decisiones y resolución de problemas: en esta actividad, se toman decisiones rápidas sobre rutas y cómo superar obstáculos, lo que refuerza la habilidad para enfrentar contratiempos con mucha agilidad.
• Mejora de la flexibilidad cognitiva: la orientación promueve la capacidad de adaptarse a cambios en el entorno y recalcular rutas, mejorando de esta manera la agilidad mental en situaciones que requieren ajustes rápidos de estrategia.
• Reducción del estrés: la combinación de actividad física y contacto con la naturaleza crea un efecto relajante, ayudando a liberar tensiones y reducir la ansiedad al desconectar de las demandas de la vida diaria e incluso de la tecnología.
• Mejora del bienestar emocional: el contacto con la naturaleza durante la orientación promueve la liberación de endorfinas y serotonina, mejorando el estado de ánimo, la claridad mental y la capacidad de toma de decisiones.

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