Miguel Larrivière Yturbe, argentino-francés, utilizaba sus dotes olfativas para la industria del perfume. Pero su nariz entrenada despertó su pasión por el vino y ahora maneja su propia bodega
Actualizado el 5 de junio de 2020
Todo es cuestión de narices. Miguel Larrivière Yturbe, durante 20 años vinculado con Chandon, pero "del otro lado del vino", según cuenta, asesoraba a esta bodega en la compra y el mejoramiento de viñedos, según directivas de la sede francesa en Epernay. Nacido en la embajada argentina en París y casado con una francesa, se vinculó con el mundo de la moda; cuando llegó a Buenos Aires no quiso volver más, aquí siguió ligado a los perfumes e incluso creó algunos para famosas. Como propietario de cuidados viñedos, cuyas uvas vendió durante dos décadas a conocidas marcas, y consciente de que "el vino nace en el viñedo", decidió vinificar con su marca: su nariz entrenada para los aromas despertó su pasión por el vino. Con el ingeniero agrónomo Gustavo Podestá recorre las viñas y prueba las uvas; con el enólogo Gustavo Palestra trabaja codo a codo. "Hacemos vinos de corte con personalidad, únicos y diferentes, que ponen en evidencia lo mejor de cada zona", describió Larrivière. Hay que agregar actuales y de muy buena relación calidad-precio. En un original almuerzo en el Campo de Polo se conocieron los primeros en salir a la venta, con delicadas achuras y carnes criollas cuidadosamente asadas en la parrilla de leña e impecablemente servidas. Primero se sirvió Brisset ($11), un blanc de blancs -blanco de uvas blancas- de diferentes terruños, Chardonnay-Semillón-Chenin-Sauvignon Blanc; la suma de cepas le da equilibrio, complejidad, frescura; muy recomendable para este tiempo cálido.
Cuatro Estaciones (11) es corte de Cabernet- Malbec-Merlot con preciso aporte de Bonarda, un tinto de mediano cuerpo muy apto para el verano, algo refrescado: Altos de Cuyo (12) es Cabernet con Malbec y Merlot, el corte mendocino por excelencia, con más vigor y más cuerpo, sin duda el mejor compañero de carnes bien asadas, vacunas o más novedosas como búfalo o jabalí. Ninguno de estos vinos pasó por barricas ni toneles de roble.
Vinandino 2003
El 2 del actual se entregaron en Mendoza las medallas a los vinos ganadores en la 6a. edición del Concurso Internacional de Vinos de la República Argentina, donde compitieron 706 muestras de 17 países. Tres Grandes Medallas de Oro, de las seis otorgadas, correspondieron a vinos argentinos: Luigi Bosca Reserve Cabernet Sauvignon 1999, Trapiche Medalla Cabernet Sauvignon 2001, y Fantelli Merlot-Syrah 2000. De las 24 Medallas de Oro, 16 son argentinas -de Luigi Bosca, Pascual Toso, Monte Cinco, Santa Florentina, Terrazas, La Consulta, Lagarde, Trivento, Augusto Pulenta, Fantelli, Hugo & Eduardo Pulenta y Portal Andino Finca Don Juan-. De Plata se entregaron 184 medallas de todos los países concursantes.
