- 9 minutos de lectura'
Mientras sus amados protagonizaban la célebre Semana de Mayo de 1810, convertidos en piezas fundamentales de la trama revolucionaria, cuatro damas patriotas estaban embarazadas: Bernardina Chavarría de Viamonte; María Casilda Igarzábal de Rodríguez Peña; Saturnina Otárola de Saavedra y Manuela María de las tres Caídas Josefa Antonia Gumesinda Carrasco, soltera en las dulces esperas del niño y del matrimonio con el coronel Martín Rodríguez. Antes de que algún niño naciera, Martín Rodríguez y Manuela se casaron.
El primer nacimiento y la Primera Junta
De las cuatro, la primera en dar a luz fue Saturnina. Lo hizo en tiempos en que su marido Cornelio Saavedra, presidía la Primera Junta y por ese motivo, el parto tuvo lugar en el fuerte, residencia de la más alta autoridad gubernamental. Recordemos que la fortaleza fue hogar de gobernadores de Buenos Aires y virreyes del Río de la Plata.
El hijo de Cornelio y Saturnina se llamó Mariano, nombre que lo convirtió en tocayo de Moreno, enfrentado políticamente con su padre. La imposición del Mariano se debe a que nació el 15 de agosto, la fecha en que se celebra la Asunción de la Virgen María. Para más datos, celebró su bautismo el sacerdote Manuel Alberti y actuó de padrino Juan Larrea, ambos integrantes de la Junta. Agregamos que tanto Cornelio Saavedra como el padre de Bernardino Rivadavia enviudaron y contrajeron matrimonio con dos hermanas Otárola, la mencionada Saturnina y Ana María.
En cuanto a Marianito Saavedra, se casó a los 21 años con Carmen Zavaleta, una de las beldades de aquel tiempo. Fue perseguido político en los años de Rosas y gobernó la provincia de Buenos Aires entre 1862 y 1866. Vivió más de siete décadas y pudo celebrar con alegría la llegada de varios nietos, entre ellos, Carlos Saavedra Lamas, futuro canciller y premio Nobel de la Paz.
Saturnina estaba embarazada cuando Cornelio, presidente de la Junta Grande, partió al norte para hacerse cargo del Ejército vencido en el desastre de Huaqui. Por lo tanto, el militar no estuvo presente durante el nacimiento de Francisco de Borja José María del Corazón de Jesús Saavedra, el 10 de octubre de 1811, cuando ya gobernaba el primer Triunvirato. Dos de sus tres miembros —Paso y Sarratea— nunca se casaron. En cuanto a los ocho hijos de Feliciano Chiclana, son anteriores a que fuera elegido triunviro.
El hijo del Segundo Triunvirato
Si la Primera Junta tuvo el primer hijo del poder, el segundo lo aportó el Segundo Triunvirato, a través de Nicolás Rodríguez Peña quien, con María Casilda Igarzábal (recordemos que ella formó parte del cuarteto de embarazadas durante la Semana de Mayo), fueron padres de Demetrio Tomás de los Dolores, el 21 de diciembre de 1812. Demetrio también fue perseguido durante el rosismo. Refugiado en Chile, optó por quedarse en la tierra trasandina, donde contrajo matrimonio con Eugenia Vicuña. Sus descendientes conforman varias generaciones de familias chilenas hasta la actualidad.
Otros hijos del poder
Llega el turno de los directores supremos, solo uno estuvo muy cerca de las paternidades que enumeramos. Ignacio Álvarez Thomas renunció al cargo el 16 de abril de 1816. Al día siguiente, Carmen Ramos Belgrano (sobrina del general) dio a luz a Ignacio Toribio. Por unas horas, no integró la lista de hijos nacidos en el seno del poder.
En cuanto a los hombres que gobernaron Buenos Aires en ejercicio del Ejecutivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, señalamos a un conocido de estas páginas, Martín Rodríguez. Recordemos que se casó con Manuela Carrasco el 5 de junio de 1810 y ella dio a luz en septiembre. Antonio Mauricio Fermín del Corazón de Jesús fue el primogénito y, a partir de entonces (o más bien, a parir entonces) fueron naciendo sus hermanos. De ellos nos interesan tres: Los que ocuparon el sexto, séptimo y octavo lugar de la descendencia, ya que nacieron durante el gobierno del brigadier Rodríguez (que se extendió entre 1820 y 1824): Martín Félix (Manuela lo tuvo en octubre de 1820, tres semanas luego de que su marido asumiera el cargo), Fermín Genovivo (1821) y Bernardino (1823, ahijado del secretario de gobierno Bernardino Rivadavia). La descendencia continuó aumentando tres meses después de que completara su mandato. Y este matrimonio que se casó de apuro a los once días de la Revolución de Mayo, completó la familia con catorce hijos.
El próximo padre en el ejercicio del poder fue Juan Manuel de Rosas. Si bien enviudó en 1838, su unión de hecho con María Eugenia Castro —una joven que cuidaba a Encarnación Ezcurra en sus últimos días y luego se convirtió en amante del gobernador— provocó cinco nacimientos: Ángela, Nicanor, Emilio, Justina y Joaquín. Cuando Rosas partió al exilio luego de la derrota de Caseros, Eugenia transitaba el tercer mes de embarazo. Adrián Rosas nació en agosto.
Es tiempo de hablar del vencedor de Caseros. La Ley Fundamental de la República Argentina fue promulgada el 1 de mayo de 1853 en la ciudad de Santa Fe, a la vera del río Paraná. En la víspera, el 30 de abril, en Concepción del Uruguay —en la costa del río Uruguay—, nació Dolores, primera hija del matrimonio de Justo José de Urquiza y Dolores Costa. En esos días, el padre de Lola (como todos la llamaban) se desempeñaba como director provisional de la Confederación Argentina, el cargo ejecutivo de mayor peso en el país. El entrerriano asumió la presidencia de la Confederación el 5 de marzo de 1854 y unos meses después nació Justa (luego casada con el general Luis María Campos). Al año siguiente, se dieron dos acontecimientos fundamentales. El primero fue que de un plumazo se incorporaron doce medio hermanos de Lola y Justa, ya que a partir de una ley sancionada en septiembre, se legitimó la situación de los hijos naturales del presidente. Nos referimos a Concepción (hija de Encarnación Díaz, nacida en 1820), Pedro José Teófilo (1823), José Diógenes (1825), Waldino (1827) y José Francisco (1829), los cuatro hijos de María Segunda Calvento. La madrina de Waldino, Cruz López Jordán, también se involucró con el caudillo y fue la madre de Ana Dolores Hercilia (1835). Luego llegaron Justo José del Carmen (1840) y María Juana (1842), hijos de María Juana Zembrana. También fueron legitimadas Cándida Margarita (1842) y Clodomira del Tránsito (1846), hijas de Tránsito Mercado. La lista se completa con Aurelia Norberta (1846) y Medarda (1847), hijas de María Romero y Cándida Rosa Cardoso, respectivamente.
El otro hecho destacable de 1855 fue que Urquiza y Dolores Costa formalizaron su unión mediante el matrimonio. Los próximos tres hijos, al igual que Justa, llegaron en el período presidencial. Ellos fueron Justo José Salvador (1856, cuyo tercer nombre se debe a que su padrino fue el vicepresidente Salvador María del Carril), Cayetano (1858, futuro vicegobernador de Entre Ríos) y Flora del Carmen (1859).
Completaron el conjunto familiar José (1861), Micaela (1862), Teresa (1864), Cipriano (1866), Carmelo (1868) y, por último, la benjamina Cándida (1870), quien tenía apenas tres meses cuando asesinaron a su padre, la tarde del 11 de abril de 1870. Lola, de 16 años, fue testigo presencial del crimen. La joven se casó en 1873 con Samuel Sáenz Valiente, frustrado novio de Felicitas Guerrero, quien había muerto trágicamente en 1871.
Sucedió al presidente Urquiza el abogado cordobés Santiago Rafael Luis Manuel José María Derqui, casado con Modesta García de Cossio. Tuvieron seis hijos. La más pequeña, María del Carmen Modesta Leonor, nació en Paraná, en el verano de 1861, sumándose a la lista de los hijos del poder. Como curiosidad, el sacerdote que registró el bautismo, equivocó el orden y puso a Santiago y Modesta como padrinos, y a los reales como padres. De la misma manera que ocurrió con Derqui, los últimos cuatro vástagos del presidente Nicolás Avellaneda y la primera dama Carmen Nóbrega —María del Pilar Alejandrina Clotilde (1875), Eduardo León Carlos (1877), Manuel Víctor Lorenzo (1878) y Martín Juan Francisco (1879)— nacieron durante el mandato del tucumano. Asimismo, las más pequeñas de la familia del comprovinciano Julio Argentino Roca, casado con Clara Funes, llegaron en tiempos de la primera presidencia del militar. Agustina Eloísa (1881, le decían “la Gringa”, contrajo matrimonio con José Evaristo Uriburu, hijo de otro presidente) y Elena Josefina (1883, Copeta era su apodo) se convirtieron en las mimadas del padre.
Como vemos, los últimos tres casos presentan una particularidad. Derqui, Avellaneda y Roca completaron sus familias durante sus presidencias. Dicho de otra manera, no se produjeron nuevos nacimientos una vez que cumplieron sus mandatos. Es el mismo caso del último de nuestra recopilación. Once hijos tuvo el matrimonio de Miguel Juárez Celman y Elisa Funes. Los más chicos, Julio Jorge Ramón (1887) y Mercedes Mariana Lucía (1889) completan el grupo de niños nacidos en tiempos en que sus padres dirigían los destinos de nuestra Patria. El siglo XX transcurrió sin ningún caso.
En total, contabilizamos veinticuatro nacimientos (catorce varones y diez mujeres). De todos ellos, trece (siete niñas y seis niños) fueron hijos de presidentes de nuestra historia en ejercicio de sus funciones. A los cinco vástagos de Rosas, que integran el grupo de los que fueron concebidos en unión de hecho, sin que mediara el matrimonio, puede sumarse Lola Urquiza, con la salvedad que, como ya dijimos, sus padres contrajeron matrimonio cuando ella tenía dos años.
¿Quienes eligieron como padrinos a integrantes de su equipo?
Lo repetimos: Saavedra confió el padrinazgo en el vocal Juan Larrea. Martín Rodríguez en el ministro de Gobierno Bernardino Rivadavia y Urquiza en el vice, Salvador María del Carril.
En cuanto a los cuatro casos de embarazos de 1810 —Saavedra, Rodríguez Peña, Rodríguez y Viamonte—, todos fueron gobernantes del territorio. Y una última nota llamativa. Entre los cuatro sumaron 42 hijos, cifra insuperable, aun si contabilizáramos a todos los hijos de los presidentes, desde Alfonsín hasta la actualidad.
Más notas de Todo es historia
Más leídas de Lifestyle
Revolucionario. Buscaba tener dinero y descubrió una fórmula que cambió al mundo para siempre
No falla. El método para eliminar las chinches con ingredientes naturales
A tener en cuenta. El valor normal de colesterol después de los 60 años
La última entrevista. Cuando Roberto Giordano habló sobre sus problemas de salud: “Ya tengo tres bypass”