¿Con G o sin ella?
De las dos formas es correcto. Este bizcocho tiene un origen impreciso entre Francia y España, y en ambos se afirma que el nombre proviene de su creadora, una joven repostera. En el primer caso, se menciona a una doncella llamada Madeleine Paulmier (de ahí, la versión sin G) que, en 1752, los horneó para el rey de Polonia Estanislao I Leszczynski, exiliado en Francia en el castillo de Commercy. Otra versión dice que la joven se llamaba Magdalena (con G) y que les servía estos pastelitos a los peregrinos de Santiago de Compostela.
Calorías por las nubes
Cada madalena tiene 103 calorías, lo que, dividido por el peso de la porción (25 gramos), da una densidad calórica de 4,12: un disparate. Calculá que un alimento de mediana densidad ronda el 1,5.
Dulce, pero salado
Otro de los datos poco presumibles es la alta dosis de sodio: con solo dos madalenas está cubierto cerca del 20% de las cantidades de sal que sugiere la OMS para un niño para todo el día. Y todavía no comió el almuerzo ni la cena.
Tienen de todo
Las tradicionales se hacen con huevos, azúcar, manteca, harina, levadura y ralladura de limón. Las fabricadas de manera industrial tienen 25 ingredientes como mínimo, de los cuales 15 son aditivos químicos.
Llevan azúcar y Jarabe de Maíz de Alta Fructosa, una combinación temible.
Muy dulces
Las reglamentaciones argentinas no obligan a las marcas a especificar cuánta azúcar llevan, pero basta leer la lista de ingredientes para ver que llevan azúcar y el polémico Jarabe de Maíz de Alta Fructosa (JMAF) de manera combinada. Efectivamente, son una bomba de azúcares de mala calidad.
Muy grasas
Una de las características de las madalenas por las que muchos las eligen es la humedad que mantienen, pese a que quizás estuvieron 15 o 20 días en la góndola. Eso se logra con niveles horrorosos de grasa: una unidad que pesa 25 gramos tiene 5 gramos de grasa, es decir, el 20% de esa pequeña tortita.
Propilenglicol
Todas las marcas utilizan propilenglicol o E-1520 como humectante. Esta sustancia se utiliza en los cigarrillos electrónicos y en el líquido de frenos, como lubricante genital y anticongelante. En pequeñas dosis, algunas personas experimentan reacciones alérgicas cutáneas y, en altas dosis, puede llegar a ser tóxico.
Color
Para su elaboración masiva, la industria utiliza huevo líquido pasteurizado que, a diferencia del huevo tradicional, es un líquido blancuzco que no agrega color al preparado. ¿Cómo se logra, entonces, el apetitoso tono dorado? Adivinaste, con una dosis extra de colorantes que son alergénicos probados.
¿Alternativa? Carrot muffin
Mezclá ¾ de taza de aceite de maíz o girasol con una taza y media de azúcar mascabo o integral. Batí y añadí cuatro huevos. Agregá de a poco –y siempre batiendo– dos tazas de harina integral (puede ser de arroz), una cucharada de polvo de hornear, otra de bicarbonato de sodio y dos de canela. Mezclá un rato e incorporá tres tazas de zanahoria rallada, volcá en moldes de muffin o en uno de torta. Llevá a horno precalentado a 190°. Si son muffins, en 35-40 minutos estarán listos. Si es una torta, entre 50 minutos y una hora.
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