Son 1.600 los grados que se necesitan para que una serie de componentes químicos se transformen en las dos ampollas de vidrio que constituyen un termo, el que nos permite tomar mate en cualquier momento y lugar.
En su primera etapa, antes de convertirse en un objeto real, un termo es solo una composición de químicos que al exponerse a una temperatura de 1.600 grados se transforma en una fascinante bola de fuego, que luego será una de las dos ampollas de vidrio que resumen el principio básico de funcionamiento del termo.
Ese horno gigantesco trabaja 24 x 365 sin parar, literalmente, durante unos cinco o seis años debido a que tanto para encenderlo como para apagarlo se requieren semanas hasta alcanzar las temperaturas adecuadas.
Cuando el horno cumple su ciclo, se descarta y se arma uno nuevo que viene a ser el corazón de la fábrica desde donde se obtienen las dos ampollas que conforman el interior de un termo: una externa y una interna más pequeña que se coloca dentro de la primera y que, junto con el baño de plata y el vacío, constituyen la tecnología esencial para conservar temperaturas.
Mirá en este video todo el proceso:
Después del horno, las bolas de fuego caen en una matriz donde adoptarán la forma de ampolla que les corresponda. Cuando, a los pocos segundos, la matriz se vuelve a abrir aparece una botella de vidrio transparente que se encuentra a 600 grados aproximadamente. Cada una de ellas circula luego por una máquina llamada archa que, mientras les baja la temperatura les quita también la tensión del vidrio para que pierda rigidez y sea manipulable.
En la segunda etapa se funden las dos bocas de las ampollas y se transforman en botellas térmicas que completarán su proceso de producción cuando reciban un baño de plata,donde también se hace el vacío en el espacio que queda entre la pared interna de la ampolla exterior y la pared externa de la ampolla interior.
Con este conjunto de tecnologías aplicadas, el termo reduce de la forma más óptima posible los medios de transmisión del calor. El envase plástico que envuelve la botella se terceriza con materiales plásticos, matricerías y especificaciones a cargo de Lumilagro. El termo termina de ensamblarse en la fábrica con la tapa, el tapón y la taza, y queda listo para su distribución.