La organizadora profesional Ingrid Hajnal abre su vestidor para mostrarnos cómo capitalizar cada centímetro disponible. Porque ordenar no es solamente dejar todo prolijo: es hacernos la vida más fácil y eficiente
Si la energía y el ánimo lo permiten, organizar determinados espacios de la casa es una de esas tareas que realmente va a rendir frutos una vez terminada esta cuarentena. Porque, como dice la organizadora profesional Ingrid Hajnal, creadora de The Organization Wiz, ordenar no es solamente dejar todo prolijo: es hacernos la vida más fácil y eficiente. En el día a día de una rutina normal, levantarse de la cama y pararse frente a un placard organizado va a permitir que podamos arrancar con la mente más clara.
Hajnal abrió las puertas de su hogar a Living y nos mostró cómo capitalizar cada centímetro disponible. Las reglas aplican tanto a grandes vestidores con metros de sobra como a placares tradicionales de departamento.
Cómo colgar la ropa
"Por más orden que uno haga, no se puede fabricar el espacio. El primer paso para organizar de verdad es hacer un descarte consciente: ¿Me entra? ¿Está en buenas condiciones? ¿Si estuviera colgado hoy en un local, me lo compraría? Si la respuesta es no, a ese ítem hay que descartarlo".
Una de las primeras cosas que recomienda Hajnal es unificar las perchas: por una cuestión visual, pero también porque tener todo a la misma altura simplifica la búsqueda y evita que se enganchen las cosas. Si el presupuesto apremia, unifiquemos los modelos al menos por categoría: camisas, vestidos, etc.
Las perchas de metal forradas con PVC -finitas y resistentes- son lo más eficiente en términos de uso del espacio. Se venden en la mayoría de los supermercados.
Regla de oro: una prenda por percha. Si está todo amontonado, no se puede ver qué tenemos y además se arruina la ropa.
Los pantalones de vestir se cuelgan siempre en perchas de niño, así no se van para un costado.
Las perchas de madera desperdician mucho lugar. Es preferible usarlas solamente para sacos pesados.
Canastos, cajones y estantes
Fichero: Guardar las remeras en canastos o cajas de zapatos dobladas ‘tipo fichero’ maximiza el lugar y es más eficiente que la clásica ‘pila’: se ve perfectamente cada remera, y si sacamos una no se cae ni se desacomoda el resto. La técnica de doblado es la de la célebre Marie Kondo, y se puede aprender en YouTube. Además, en el Instagram de Ingrid (@theorganizationwiz) hay videos para doblar bien fácil prendas complicadas.
Nombre y apellido: Para máxima eficiencia, separar los canastos por categoría: remeras de manga corta, de manga larga, lisas, estampadas: la catalogación dependerá del vestuario de cada uno.
De a pares. Especial atención a las medias: nada de hacer el clásico "bollo", con doblarlas es suficiente: quedan más prolijas y ocupan menos lugar.
Divide y triunfarás. En el cajón de la ropa interior, también suma la técnica de doblado de Marie Kondo. ¿La clave? Colocar separadores ajustables (los de la foto de abajo son de Colombraro y ordenar por categoría y color: así aprovechamos cada recoveco disponible en el cajón y encontramos todo en un tris.
A medida. Cada persona tiene una manera diferente de vestirse y su ropero tiene que responder a eso. Ingrid sumó un estante bien bajito para guardar sus calzas (foto de abajo) y ocupar el mínimo espacio posible. El truco sirve también para los jeans.
Los jeans no se arrugan, así que no hay necesidad de colgarlos. Guardarlos apilados o en rollitos en mucho más cómodo.
Calzado. Adiós al anacronismo de guardar el calzado en sus cajas: no se ve el contenido y ocupan medio ropero. Sí a los zapateros: la versión de la foto de abajo (The Organization Wiz), permite apilar el par de hasta 18cm sin que se toque la suela con el zapato.
Placares y puertas
Temático. Separar la ropa colgada primero por categoría (camisas, vestidos, pantalones, por ejemplo), y adentro de cada una, por color. En placares más grandes, cada segmento se puede marcar con un separador sobre el barral, para dividirlo del resto y agilizar la búsqueda.
En el aire. El espacio sobre las puertas se puede capitalizar con un estante. Si la altura acompaña, se puede sumar además un canasto colgante.
Optimizar. Sobre las puertas, detrás de ellas, en las esquinas ociosas: un perchero siempre será bienvenido para colgar la ropa de uso más frecuente, los tapados que no entren en el ropero, las toallas del baño o los accesorios.
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