Fue el primer pueblo en ser declarado de interés histórico nacional y hoy es uno de los destinos turísticos más auténticos de la provincia, ya que supo preservar no sólo su arquitectura original, sino también su forma de vida.
Merecen ser recorridas las tranquilas calles recreando las historias del viejo cementerio en el centro de la plaza, la vieja casa Miralejos, el salón Roma, antiguo club social de los inmigrantes, ver la fachada del lazareto donde abandonaban a los contagiados del cólera, recorrer las pistas de los primeros irlandeses que poblaron la zona y la obra del Padre Fahy, visitar el cementerio con sus sofisticados mausoleos o disfrutar de un grato paseo a orillas del arroyo de la Cruz, de 70 km de largo que nace en Giles y desemboca en el Paraná.
Quizás uno de los sitios fundamentales sea el Museo de Periodismo Bonaerense, ubicado en una de las primeras casas de la plaza, de 1852, perteneciente a Manuel Cruz, quien dirigía El Monitor de la Campaña, semanario pionero de la región. Hay máquinas de escribir antiquísimas como la creada por el francés Frank Lambert en 1884, cuyo teclado se asemeja a los discos de los primeros teléfonos y está hecho en una sola pieza. Contiene además enormes prensas que se usaban para imprimir los periódicos de la época, y una pequeña sala que exhibe los objetos de la vida cotidiana de entonces, entre los que se destaca una máquina de lavar ropa, de 1857, toda en madera, donada por el hotel Centenario, ahora inexistente.
Huellas de la historia
En una de las construcciones más antiguas del pueblo, de 1838, funciona la Posada del Palomar. Le da ese nombre un palomar de ladrillos que se estima de una antigüedad de más de dos siglos.
También resulta de visita imprescindible la pulpería Los Ombúes, un histórico almacén "de rejas" que a pesar de contar con esta defensa que solían tener las pulperías para protegerse de los robos, no logró salvar la vida a su primer dueño, Manuel Cachaza, quien hace unos 200 años fue asesinado a tiros por dos ladrones después de beberse unas ginebras. Hoy lo atiende doña Elsa, continuando la labor que comenzó su abuelo a principios de siglo XX. Por la tarde se juntan todavía los paisanos a beber y jugar a los naipes, al billar o simplemente a pasar el tiempo.
A la mesa
Además de historias y relatos, Capilla ofrece una amplia variedad de restaurantes y bares, de alta cocina y cálidos ambientes. Hay que empezar por La Fusta, "el boliche" del pueblo, el más tradicional. Javier, su anfitrión, es primo de los originales dueños de lo que antes se llamaba Casa Lareu, un almacén de Ramos Generales donde a veces se armaba el baile. En 1964 abrió la confitería La Fusta y desde 1980 funciona como restobar, conservando la fisonomía original.
Otro restaurante histórico es El Antiguo Mirador, un lugar lleno de leyendas y jugosos relatos. Fue la casa de un francés que vino a la Argentina con la intención de hacerse cura, pero se enamoró y se casó con Anita Jáuregui, con quien construyó una especie de palacio familiar con un alto mirador hecho especialmente para que su hija pudiera ver los carruajes de los huéspedes que solían parar allí.
La historia sigue en Los Naranjos, situado en una calle aromada por árboles de naranjas en cuyas veredas todavía persisten viejas argollas de hierro donde ataban los caballos los paisanos.
El restaurante Trevi es a la vez confitería y panadería que no por ser moderno abandona el estilo de las viejas casonas. Su creador, Enrique Benzaquen, es hijo del dueño de Benza, famosa fábrica de pantalones de Capilla. Dice haber vivido mil vidas y a esta nueva aventura la llamó Trevi, quizás porque su objetivo era tener una fuente para cumplir sus deseos. Está ubicado en la plaza principal de Capilla del Señor y ofrece una amplia carta de cocina gourmet. Desde su apertura hace tres años, es uno de los restaurantes más concurridos del pueblo, especialmente se llena los jueves a la noche, cuando suele haber música en vivo con talentos como Juanjo Domínguez, entre otros.
La Ítaca de la pampa
A unos pocos kilómetros de Capilla, se alza la posada Ítaca. Como el Ulises de Homero, Guy dio la vuelta y eligió esta tierra para quedarse. A pulmón, fue restaurando todo, el tambo, los puestos de estancia, sus galpones, su casa principal, y pintó las puertas, ventanas y mesas de alegres colores, preservando sus aberturas, sus techos bajos y pisos originales, y respetando la esencia de las viejas cocinas de campo, con auténticas heladeras Siam en cada una de ellas. Tienen 33 hectáreas propias y unas 80 alquilan para pastoreo, una extensa plantación de pecanes, una laguna artificial alfombrada con nenúfares y un espacio donde crían perros africanos, Rodhesian Ridge Back, y algunos Bull Mastiff de Escocia e Irlanda.
En un gran galpón funciona un taller de herrería, carpintería, restauración y reciclado de muebles y antigüedades que abastecen a Tole Tole, un local donde se venden todos esos objetos.
Al atardecer, hay que salir a caballo. Las cabalgatas de Ítaca son auténticas como el lugar. Dejando atrás las calles que separan los campos, todas ellas nombradas y señalizadas caseramente por sus dueños, entran los caballos al paso, trote o galope, (a gusto del jinete), en agrestes cardales, para perderse a campo traviesa entre cortaderas y flores silvestres. Cuando cae el sol y el ondulado paisaje se vuelve naranja, uno se olvida, indefectiblemente, de que la gran ciudad está a poco menos de una hora de allí.
Un hotel boutique mágico
Ideal para descansar, desenchufarse, disfrutar de la naturaleza en un ambiente confortable y moderno, Hygge Home abrió sus puertas en octubre de 2018 de la mano de Sofía Sanguinetti y Marcelo Carballar. Después de mucho andar entre aeropuertos y hoteles, decidieron que la llegada de su primer hijo, Tobías, era la excusa para poner en marcha el concepto de "hygge" que habían conocido en sus viajes.
Hygge en danés (pronúnciese "jiuga" o "como uno quiera decirlo", tal como dicen ellos) es toda una filosofía relacionada con el bienestar, el encuentro con seres queridos, comer rico, disfrutar de lo que uno tiene. Aquí, lo que hay ya es bastante: ocho amplias habitaciones, una gran piscina y un espléndido parque de 5 ha. La propiedad, que supo ser la primera casa de remates de la zona, ya había albergado a la posada Los Eucaliptus (en honor a los inmensos ejemplares bicentenarios importados por Sarmiento desde Australia) y antes de eso La Encantada, conocida en Capilla por sus vuelos en globo aerostático. Sofía y Marcelo aún conservan la relación con Roby Stocker, "el de los globos", pero han consolidado una excelente propuesta de descanso, anclada en la calidad de los servicios y, especialmente, en la cocina deliciosa del chef Daniel. Hay pantagruélicos asados los fines de semana, buñuelos de manzana a la tarde y unos agnolotti de cordero que son un manjar.
Como parte de la versión local de este concepto danés de felicidad, a la noche se encienden luces tenues, ponen muy buena música y ofrecen tragos para acompañar la cena. De yapa, el concierto orquestado de las ranas escondidas en la oscuridad del parque. No estaba en los manuales de hygge, pero aporta. Y mucho.
Si pensás escaparte...
Dónde Dormir
Ítaca Posada Rural. RP 193, a 12 km de Capilla del Señor. C: + 54 114027-7851. Las tarifas varían según la disponibilidad de la posada; con la idea de preservar la tranquilidad de los huéspedes suelen tomar pocas reservas por noche y no reciben gente para "día de campo". Son 3 cabañas , una que es el puesto original del campo, una casa asentada en barro con 2 habitaciones en suite 1 con cama queen y las otras dos single; un loft contiguo de 70 m con cama queen y una tercera con cama queen 40 m que es la antigua matera. Todas tienen cocina completa, heladera, wifi, aire acondicionado y calefacción. Tarifa: valores en base doble con estadía mínima 2 días y 1 noche desde $ 1.200/1.500 por persona y por día también funciona como hostel y/o apart hotel sin desayuno. Incluye el uso de instalaciones, parrilla, bicicletas y pileta. Las cabalgatas se pueden contratar aparte.
Quinta Loma Alta. Quinta Loma Alta. Es una casa de familia pensada para ser compartida. Rubén y Alicia iniciaron este camino que hoy sigue su hijo Leandro, quien recibe a los huéspedes. Son 4 habitaciones dobles con cama matrimonial y baño privado y están pensadas para parejas. Hay una zona común compartida con quincho y pileta, parrilla y vajilla para comer o cocinar. No se aceptan niños ni mascotas. Las tarifas varían entre los $1.800 y $2.100 (la estadía mínima para Semana Santa es de 3 días y fines de semana largos, 2) incluye desayuno y uso de las instalaciones. Check in 13 hs; check out 11 hs.
Hygge Home. Calle Martín Fuerro s/n, camino a Diego Gaynor. Capilla del Señor. C: +54 2323 49 2063, Cuentan con 8 habitaciones, todas iguales, de 30m2, con ventanales amplios al jardín. Baños privados, aire frío / calor, mini bar, batas, TV con Directv, wifi. Algunas de ellas se conectan mediante una puerta y por eso se ofrecen para familias. También tienen una habitación apta para personas en silla de ruedas. En formato doble / twin se tiene capacidad para 16 huéspedes y en formato triple 24 huéspedes. $5.700 + IVA la doble con desayuno. Para Semana Santa tendrán la granja para familias con ovejas, gallinas, y pollitos, un área destinada para niños con juegos como cama elástica, inflable y metegol que no afecta la tranquilidad del hotel ( tiene en total 5 hectáreas). Ofrecen también cabalgatas.
Posada del Palomar. Ameghino 551. Es la única posada ubicada en el corazón de Capilla en una de las construcciones más antiguas del pueblo, de 1838. Lo que le da su nombre al lugar es un palomar de ladrillos que se estima de una antigüedad de más de 200 años. Las habitaciones dan a un patio arbolado y florido con paredes vestidas de enredaderas silvestres. Tiene capacidad hasta 20 personas. Desde $2.000 la doble con desayuno, triple $ 2.700, cuádruple $3.300, quíntuple $4.000 y séxtuple $4.500.
Dónde comer
Trevi. Bartolomé Mitre 339. T: +2323 49-1672/ 2720. Se recomiendan especialmente los ravioles negros de salmón con salsa de ciboulette y el medallón de lomo al champignon y panceta con puré de papa y espinaca saltado en aceite de ajo.
Los Naranjos Ameghino 553. T: (02323) 49-2509. La carta varía según la estación. Se recomiendan las picadas, el cordero con pesto de albahaca, menta, ajo y nueces; y en invierno el goulash y el risotto. Abierto de martes a domingo por la noche. En invierno, también domingos al mediodía.
La Dominga Moreno 520. T: (02323) 58-1088. Café y pastelería con cosas ricas. De 17 a 23.
Orígen Pulpería. Parrilla en Puerto Chenaut inaugurada en febrero de 2019, a 10 km de Capilla del Señor (mismos dueños que Dulcinea Sabores de antes que cerró en diciembre de 2018). Ofrecen también picadas y empanadas de carne fritas al disco y cuentan con almacén de ramos generales. Martes a domingo de 10 a 22 hs
Paseos y excursiones
Casa de la Cultura y Dirección de Turismo de Exaltación de la Cruz. Rivadavia 506. T: (02323) 49-1347.
Museo de Arte Sacro. Bolívar 338. T:+54 2323 49-2981. Museo religioso a cargo del restaurador y coleccionista Claudio Lerena y el Dr. Seigmar Freitag. Abre sábados, domingos y feriados de 16 a 19. Se recomienda, de todas formas, verificar que esté abierto antes de ir.
Pulpería los Ombúes. Camino Andonaegui s/n, Chenaut. T: +2326 456-6378. Se recomienda la picada de mortadela y queso acompañada de una tradicional ginebra.
Globos aerostáticos - Juegos del Aire. C: +54 9 11 5348-3450. Anteriormente salían globos de alquiler desde Capilla, pero ahora se hace desde Cardales. El alquiler se debe concertar con anticipación.
María Casiraghi
LA NACIONTemas
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