Caída, opaco, más seco. ¿Qué le hizo la pandemia a mi pelo?
En la primera mitad del año aumentaron las consultas por problemas capilares. Consejos de expertos para prevenir la caída y el daño.
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LA NACION
La pandemia hizo que en los últimos seis meses se incrementara la consulta por caída de cabello. Varios motivos funcionaron como disparadores. El estrés originado por situaciones adversas y no convencionales como la cuarentena conllevó a efluvios, un tipo de caída de cabello frecuente en mujeres y de larga duración. Aunque la frase caída del pelo normalmente remite a los hombres, el Dr. Lucas Ponti, dermatólogo, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología, aclara que la patología no distingue sexo. De hecho, el 40 % de las mujeres en el transcurso de su vida ha consultado o padecido una caída de cabello que les generó angustia y preocupación.
La caída de cabello afecta tanto a hombres como a mujeres si bien en algunos casos puede ser un problema pasajero y estacional en otros se trata de proceso crónicos que afecta la salud tanto física como emocional. En tanto que el cabello es un atributo que nos identifica social y sexualmente, “en mujeres su pérdida muchas veces lleva a que lleguen desesperadas a la consulta. Descubren que el cabello tiene menos densidad o volumen o que lo tienen fino y comienza a verse el cuero cabelludo. Se trata de lo que llamamos efluvios y alopecia”, aclara Ponti.
Pérdida transitoria del cabello
Son muy frecuentes en distintas etapas de la vida, a los 20, 30, 40 años. Se trata de una pérdida transitoria del cabello, en la que se acorta la fase de crecimiento (anágena) o se alarga súbitamente la fase de caída (telógena). Hay una alteración del ciclo capilar, se cae súbitamente una cantidad de pelo y suele durar de dos a seis meses. Generalmente se pierde mucho pelo, pero en este caso no origina ninguna zona sin cabello. Aunque sí se pierde volumen y densidad.
Entre las causas más comunes de los efluvios están los cosméticos (alopecia por cosmética capilar, va en aumento), las tinturas, los alisados, el calor permanente como el uso de secador o planchita. Todos ellos son traumatismos que hacen caer el pelo. También ciertos medicamentos pueden provocar aumento de caída al igual que estilos de vida como el veganismo o vegetarianismo.
- Tratamiento. Muchas veces los efluvios son transitorios y se resuelven solos, como por ejemplo en el caso del embarazo o situaciones de estrés. De todos modos, es importante suspender todo lo que es traumático para el cabello, evitar exceso de peinado, calor y, si los episodios se extienden por más de tres meses, se indican estudios.
Alopecia
Cuando aparecen zonas donde la falta de cabello deja ver el cuero cabelludo, se trata de alopecia y en este caso es importante la consulta al dermatólogo. El tipo de tratamiento va a depender de la edad de la mujer, si es pre menopáusica o post, en ambos casos el tratamiento es farmacológico y con muy buenos resultados.
Cualquiera sea el origen de la caída es aconsejable actuar rápidamente para revertir la progresión del cuadro, a través de la utilización de productos adecuados. Champú, acondicionador y mascarilla hidratante dos veces por semana indicado por un especialista es ideal para comenzar. La frecuencia de lavado dependerá de que tengamos el pelo más graso o más seco. Todos los días en el primer caso o cada dos días en el segundo. Si el proceso no se detiene, no hay que automedicarse, sino hacer la consulta con el dermatólogo para que evalué correctamente la causa del proceso así también el tipo, la forma y tiempo de tratamiento”, aclara Cristina Pascutto, médica dermatóloga, asesora de la marca Klorane.
Auto-test
Los desafíos de la vida diaria pueden ser factores detonantes de la caída de pelo. Si a esto se le suma la contaminación, los cambios hormonales, el uso del secador y la planchita, el resultado es evidente. ¿Cómo saber si hay que tomar cartas en el asunto ante la caída?
- PULL TEST. Permite evaluar si existe caída de pelo por efluvio. ¿Cómo hacerlo? Tomar un mechón de adelante, de unas 30/50 fibras. Tirar fuerte de abajo hacia arriba. Si quedan más de tres o cuatro pelos en la mano el resultado es positivo. Repetir en otras 2 zonas del cuero cabelludo.
- TUG TEST. Tomar un mechón de pelo y tirar de él fuerte, varias veces. Poner una mano en las puntas y otra en la mitad del cabello. Esto permite detectar la fractura capilar, es decir, cuando la fibra es agredida por cosméticos, calor y el pelo queda deshidratado y desnaturalizado.
Alimentación: un recurso potente
Desde la alimentación se puede dar batalla este problema consumiendo alimentos que ayuden a fortalecer el cabello. Así lo explica la nutricionista Laura Romano. “La caída puede estar relacionada con la falta de algunos nutrientes fundamentales. Desde las proteínas y el zinc que forman parte de la estructura del cabello, hasta el hierro y otras vitaminas y minerales que son indispensables para el crecimiento y fuerza capilar”.
La especialista también explica que el ayuno prolongado, las dietas muy bajas en calorías como la alimentación vegetariana y/o vegana -si no son controladas por un especialista-, pueden causar la pérdida del cabello debido al déficit de nutrientes esenciales.
Los nutrientes más importantes para una buena salud capilar son proteínas, hierro, zinc, biotina (vitamina B8), vitamina C y Omega 3. ¿Qué alimentos contienen estos nutrientes?
- Carnes: de alto contenido de hierro y proteínas. En caso de no consumir carne, se pueden cubrir los requerimientos con una complementación de legumbres, cereales, vegetales de hoja verde y frutos secos
- Nueces: contienen grasas omega 3 que contribuyen a mantener la estructura de la fibra capilar y estimular su crecimiento. Además, contienen zinc, selenio y vitaminas del grupo B al igual que otros frutos secos como almendras, castañas y avellanas, que también cumplen esa función anticaída.
- Huevos: nada como sumar huevo todos los días para un pelo más sano y fuerte. La yema del huevo es una de las principales fuentes de biotina, una de las vitaminas clave para la salud del capilar. Además, contiene proteínas de alto valor biológico, vitamina B12, hierro, zinc y grasas poliinsaturadas todos esenciales para reducir y evitar la caída de cabello.
- Pescados y mariscos: los pescados azules como el salmón y las sardinas son fuentes de Omega 3.
- Legumbres: los porotos, los garbanzos, las lentejas y las arvejas son fuentes de proteínas, hierro, zinc, biotina y el resto de las vitaminas del grupo B que son esenciales para un buen pelo.
- Avena y otros cereales integrales: los granos enteros contienen fundamentalmente vitaminas del complejo B como así también zinc y selenio. El refinamiento de los granos que se realiza para obtener harinas blancas, hace que se pierdan estos nutrientes esenciales.
- Vegetales y frutas de colores variados: cada color representa a un grupo de vitaminas y minerales. Consumir habitualmente todos los colores asegura una alimentación completa y balanceada a nivel micro nutricional.
En la peluquería
La caída del cabello es un tema que preocupa en cualquier época del año. “En las mujeres lo podemos detectar, sobre todo, en los cabellos que quedan en el cepillo, en la ducha, la almohada y en los que se quedan en los hombros. Si bien es normal encontrar cabellos en el cepillo, cuando lo vemos en exceso ahí es cuando debemos prestar atención a qué está sucediendo en nuestra rutina que pueda ocasionarlo. Es normal que con los tratamientos químicos, como por ejemplo las decoloraciones, alisados, aparezca esta problemática. Estos procesos de a poco van dañando la fibra hasta el punto de generar quiebres en el cabello”, asegura el estilista Nacho López Fagalde.
Para prevenir la caída es importante adquirir buenos hábitos en el cuidado del cabello. Por ejemplo, el secado con la toalla debe ser con movimientos suaves, para evitar enredarlo y que al cepillarlo sea lo más delicado posible. No hay que exagerar el tiempo que se usa el secador. Lo mismo con las bucleadoras y la planchita, con una sola pasada debería ser suficiente. “Usar un primer con protección térmica, permite que estas temperaturas no dañen la fibra. Son de muy fácil aplicación y dejan un acabado espectacular”, aconseja Fagalde. También se pueden incorporar otros productos a la rutina: serums, baños capilares y protectores de color, entre otros.
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