Nació como un analgésico para uso médico y rápidamente salió de los laboratorios a las pistas de baile. Acá te contamos cómo funciona y para qué se usa
La noche porteña tiene un nuevo integrante. Se trata de la Escopolamina, vulgarmente llamada Burundanga. Una droga altamente tóxica, que se puede usar para anular la voluntad y así aprovecharse de sus víctimas. Una dosis en cantidad puede causar delirio y parálisis, incluso muerte. Una inédita tendencia urbana ha llegado a Buenos Aires.
Si bien su origen se remite a Colombia, la Burundanga no se trata de un nuevo ritmo de baile, ni de una nueva bebida a base de café; sino una droga altamente tóxica, proveniente de plantas de la familia de las solanáceas, principalmente del Cacao Sabanero, la Datura y la Mandrágora. Científicamente se la conoce como Escopolamina, aunque es con el nombre de Burundanga que toma reconocimiento mediático. Este pseudónimo se debe a un término popular utilizado por las brujas en ritos precolombinos a la hora de nombrar un brebaje con fines no muy curativos. Otro término con el que se la conoce es Hioscina, proveniente de la literatura científica, y hace referencia a "a hierba loca".
Considerada como la droga que "mata la voluntad", esta sustancia es incolora, inodora e insípida. Su administración puede hacer vía oral, inhalatoria o cutánea y tarda entre dos y cinco minutos en hacer efecto en la persona, reduciendo prácticamente a cero su voluntad, con el plus de la pérdida de la memoria una vez que sus efectos desaparecen. La duración de éstos, van de una a dos horas, depende la cantidad ingerida.
Efectos primarios
La Escopolamina, Burundanga o Hioscina, como mejor se la quiera llamar, actúa como depresor directo de las terminaciones nerviosas y del cerebro en sí. Es antagonista de las sustancias que estimulan el sistema nervioso parasimpático a nivel central y periférico, bloqueando los receptores muscarínicos localizados en el corazón e intestino, además de otros tejidos. Es así, como una sola ingesta por más pequeña que sea, induce a la dilatación de las pupilas, contracción de los vasos sanguíneos y a la reducción de secreciones salivales y estomacales. Un dosis indebida de este alcaloide, por ejemplo, más de diez miligramos en niños o más de cien miligramos en adultos, causa convulsiones, depresión severa, arritmias cardíacas, colapsos vasculares y en el peor de los casos, muerte.
Uso medicinal
La Escopolamina se utiliza sólo a nivel medicinal. Se destaca en tres usos fundamentales: prevenir y tratar mareos, nauseas y vómitos provocados por los diferentes medios de locomoción, siempre en muy pequeñas cantidades; como antiparkinsoniano y para dilatar la pupila, sobre todo cuando se hace un tratamiento como el fondo de ojo.
Algo de historia
Históricamente, se administraba junto a la morfina como analgésico en los partos, pero con el tiempo y la alta mortalidad infantil que existía a causa de su uso, se dejó de implementar. Un poco más acá en el tiempo, durante la Segunda Guerra Mundial, esta droga fue utilizada por las fuerzas inteligentes alemanas para interrogar a supuestos espías. Por aquellos años, se la denominaba "El suero de la verdad".
Sensaciones periféricas
Si bien es complicado reconocer la ingesta de una sustancia que pasa desapercibida y más cuando hace perder la memoria, una persona que haya sido aletergada con Escopolamina se reconoce a través de la disminución de la secreción glandular, la suspensión de producción de saliva con alta sequedad bucal, por la sed y por la dificultad al deglutir y al hablar. Además, se puede registrar taquicardia, visión borrosa, incluso ceguera transitoria. En los peores casos, si es que la dosis superó el máximo permitido, la temperatura corporal puede llegar hasta los cuarenta y dos grados. Todo esto agravado por un muy fuerte estado de somnolencia.
Uso marginal
En los últimos años, muchos fueron los casos denunciados por el uso indebido de la Burundanga , la cual se utiliza para actos de violación, abuso, robo y secuestro. Moneda corriente en países centroamericanos y más recientemente en Chile, Colombia y Ecuador, este fenómeno delictivo llegó a nuestro país, causando una peligrosidad nunca antes vista. "La Burundanga vuelve a la victima una presa ideal. Ya que quien tome sólo un vaso intoxicado o manipule o coma algo contaminado, ya sentirá los efectos en su cuerpo y no podrá oponerse a absolutamente nada", afirma uno de los directores de la Asociación Toxicológica Argentina, quien pide el anonimato por causas profesionales. Y continúa: "De esta forma, las víctimas tienen alucinaciones, alteraciones en el estado de su conciencia y pueden así, ser llevados voluntariamente a la realización de cualquier acto, desde participar de cualquier acto sexual, sacar plata de un cajero, firmar cualquier tipo de papel, o decir una clave secreta."
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