Bastardos reales: los hijos ilegítimos que pusieron en jaque a los reyes de Europa
A lo largo de la historia de las monarquías, sucedieron varios escándalos y muchos de los más resonantes tienen que ver con la aparición de hijos ilegítimos de los miembros de la realeza. Estos descendientes, conocidos como los "bastardos reales", afrontaron años de litigios judiciales para demostrar su identidad y generaron fuertes debates respecto al rol que pueden ocupar dentro de las monarquías.
Escandalo en Mónaco
Uno de los casos más conocidos es el del príncipe Alberto II de Mónaco, quien antes de casarse con Charlene Wittstock y de convertirse en padres de los gemelos Jaime y Gabriella, de cinco años, tuvo dos hijos. En 1992 nació en Estados Unidos Jazmin Grace Grimaldi, fruto de la relación de Alberto con Tamara Rotolo, una mesera con quien mantuvo un vínculo de dos semanas.
En tanto, en 2003, nació Alexandre Coste, cuya madre era una azafata con quien el soberano de Mónaco estuvo en una relación de seis años.
En los dos casos, Alberto no formó parte de sus vidas y solo los reconoció a través de un juicio y pruebas de ADN en 2006 y 2005 respectivamente. A pesar de la ausencia, el príncipe mantiene una excelente relación con sus hijos. Jazmin tiene 28 años y participa de los eventos de la familia Grimaldi. Alberto la invitó a vivir a Mónaco con él, pero ella prefirió quedarse en su país y disfrutar de su fortuna lejos de los compromisos reales. Alexandre tiene 17 años, vive con su madre en una finca cercana al palacio de Alberto y mantiene un perfil bajo.
Pero hace unos meses atrás, la aparición de una joven brasileña de 15 años sacudió a la monarquía de Mónaco. La niña asegura ser la tercera hija "ilegítima" del denominado "príncipe playboy" después de que su madre afirmó haber tenido una relación en 2004 con Alberto. De acuerdo con la revista alemana Bunte, ambos se conocieron en una discoteca de Copacabana y estuvieron juntos durante algunas semanas.
Según expresaron los abogados de la mujer, aunque no se vieron, el príncipe estuvo al tanto del embarazo y del nacimiento de la niña. Después de que Alberto II se negara a reconocer a la adolescente, su madre, que ahora vive en Italia, presentó una demanda de paternidad ante un tribunal de Milán que fijó el juicio para febrero de 2021 y se pidió formalmente una prueba de ADN. Hasta ahora, el príncipe de Mónaco no dio declaraciones sobre el tema y dejó que avance el proceso judicial.
De acuerdo con la constitución de Mónaco, los hijos nacidos fuera del matrimonio no figuran de la línea de sucesión al trono. Por eso, Jazmín Grace, Alexander y Camille no tienen derecho a títulos nobiliarios ni a ocupar el cargo de soberanos. Sin embargo, los tres tienen asegurada una generosa herencia.
Una historia repetida
En Bélgica, la llegada de hijos extramatrimoniales sucedió desde el primer reinado de ese país. Leopoldo I fue el primer rey de los belgas y gobernó desde 1831 hasta que falleció, en 1865. Si bien estuvo casado Luisa María de Orleans, con quien tuvo cuatro hijos, pero hasta el día de su muerte estuvo acompañado por su amante, Arcadie Claret.
Cuando la relación se conoció y Leopoldo fue duramente criticado, el rey arregló un matrimonio entre Arcadie y su amigo, Ferdinand Meyer, quien dio su apellido a los dos hijos del rey: Arthur y George. Finalmente, el matrimonio arreglado no funcionó y Leopoldo intentó que los niños llevaran títulos nobiliarios, aunque no fue aceptado por el gobierno. Por eso, Leopoldo le pidió a su sobrino que le diera títulos de nobleza. Todos estuvieron juntos hasta que el rey murió y Arcadie y sus hijos dejaron Bruselas.
Pero el caso más conocido de "hijos bastardos" en Bélgica sucedió en la década de los sesenta, cuando aún casado con Paola, el rey Alberto mantuvo un vínculo con la baronesa Sybille de Selys Longchamps por el cual nació Delphine Boël, quien en 2013 decidió tomar medidas legales.
Tras varios años de litigio, Alberto de Bélgica reconoció la paternidad de la ahora escultora de 51 años. "Su Majestad, Alberto II, tiene constancia de los resultados de la muestra de ADN a la que se prestó a petición del Tribunal de Apelaciones de Bruselas. Las conclusiones científicas indican que él es el padre biológico de la señora Delphine Boël", expresaron los abogados del monarca en un comunicado el pasado 27 de enero.
"Delphine heredará de la misma manera que los otros tres hijos (Felipe -actual rey-, Astrid y Laurent)", explicaron los letrados. Pero Delphine no aparecerá en el orden de sucesión al trono.
También en Holanda
Por otro lado, en Holanda, el príncipe Bernhard, padre de la reina emérita Beatriz y abuelo del rey Guillermo, también tuvo dos hijos ilegítimos durante su matrimonio con la reina Juliana. La primera, Alexia Grinda-Lejeune es hija de la modelo Hélène Grinda, que mantuvo un vínculo secreto con Bernhard. La segunda, Alicia von Bielefeld, es hija de una mujer estadounidense cuya identidad se desconoce.
Durante muchos años, no se supo nada sobre estas dos mujeres, pero unos meses antes de morir, en 2004, el príncipe Bernhard admitió en una entrevista ser su padre. Aunque aseguró que Juliana tenía conocimiento de la existencia de sus hijas ilegítimas, jamás fueron reconocidas con título alguno.
Controversias en la dinastía Borbón
El príncipe Carlos Javier de Borbón-Parma, duque de Parma, pretendiente de la línea "carlista" al trono español, tuvo un hijo fuera del matrimonio en 1997, fruto de una relación secreta con Brigitte Klynstra, antes de su matrimonio con la princesa Annemarie. De ese vínculo nació Carlos Hugo Roderik Sybren Klynstra.
En 2015, cuando Hugo -como se lo conoce- cumplió 18 años, solicitó a los tribunales que adoptara el apellido de su padre y fuera nombrado príncipe. Su padre no quiso reconocerlo para preservar la tradición, pero en 2016, la justicia reconoció el derecho legal de su hijo de llevar el título y dos años después, el Consejo de Estado dictaminó que Hugo Klynstra puede llevar el nombre y el título de su padre.
Sin embargo, esto no quiere decir que Hugo se convertirá en miembro de la Casa Real de Borbón-Parma. Se le otorgó el título, pero no es un sucesor de la herencia, como si lo son los hijos que el duque de Palma tuvo con su esposa, Annemarie, la princesa Luisa, de ocho años, la princesa Cecilia, de siete, y el príncipe Carlos, de cuatro.
Otro Borbón, Alfonso XIII, rey de España entre 1886 y 1941, fue conocido por tener varias amantes, aunque una fue muy especial para él: la actriz Carmen Ruiz Moragas. De su relación nacieron María Teresa y Leandro de Borbón Ruiz.
Lamentablemente, siete años después del nacimiento del niño, Carmen murió de cáncer y Alfonso los protegió. Sin embargo, tiempo después y ya mayor, Leandro pidió su reconocimiento y en 2003, la justicia le concedió el derecho de usar los apellidos Borbón Ruiz, pero le negaron llevar títulos reales. En 2016, falleció por una neumonía.
Un rey "pródigo"
Quizás una de las historias más llamativas sobre los hijos extramatrimoniales es la Carlos II, rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda desde el 29 de mayo de 1660 hasta su muerte, en 1685.
El monarca estaba casado con Catalina de Braganza, pero nunca tuvieron hijos juntos, aunque él sí los tuvo con otras parejas.
Si bien se estima que fueron más, Carlos reconoció 14 hijos ilegítimos. El más conocido públicamente fue James Scott, primer duque de Monmouth. Si bien fueron reconocidos, nunca formaron parte de la realeza británica ni de la línea sucesoria, un destino que comparten la mayoría de los "bastardos reales" en la historia de las monarquías.
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