Arqueólogos descubrieron a un 'niño vampiro' de hace 1500 años
Un cementerio de bebés está destinado a ser considerado algo triste y tenebroso de por sí. Pero cuando las excavaciones de esta necrópolis de niños de 1500 años de antigüedad en la localidad italiana de Lugnano, en Teverina, condujeron a un "funeral de vampiros", hasta los profesionales se asustaron.
"Nunca había visto algo así. Es extremadamente raro y espeluznante", dijo el miembro del equipo de excavación David Soren, arqueólogo de la Universidad de Arizona a través de un comunicado. "A nivel local, lo llaman el 'Vampiro de Lugnano'".
Se trata de una criatura de 10 años (cuyo sexo se desconoce) quien posiblemente fue víctima de un brote de malaria que devastó a la comunidad de Umbría en el siglo V, según explicó el director de excavaciones, David Pickel. Los resultados de los huesos y el ADN de los niños que descansan en las ruinas de este cementerio, que se encuentra dentro de una villa romana abandonada del siglo I, avala también la hipótesis de una epidemia de malaria. El cráneo del vampiro incluye un diente con un absceso, que podría haber sido causado por la enfermedad.
Los entierros son significativos porque "ofrecen una ventana a las mentes antiguas", dijo en un comunicado Jordan Wilson, un bioarqueólogo de la Universidad de Arizona que analizó los huesos del niño.
"Tenemos un dicho en bioarqueología: 'Los muertos no se entierran solos'. Podemos decir mucho sobre las creencias y esperanzas de la gente y por la forma en que tratan a los muertos", agregó Wilson.
La decisión de introducirle una gran roca en la boca al niño muerto fue probablemente motivada por el pánico y la superstición en la comunidad. Según el equipo de Pickel, este tipo de entierro está asociado con el temor de cadáveres que reviven de sus tumbas y que escapan para propagar enfermedades a los vivos.
Otros ejemplos del ritual incluyen el "Vampiro de Venecia", una mujer del siglo XVI que fue enterrada con un ladrillo en la boca, y los restos de un hombre de hace 1700 años hallados en Inglaterra cuya lengua fue reemplazada por una piedra.
La particularidad del niño vampiro también tiene que ver con su edad. Desde que comenzaron las excavaciones en el Cementerio de los Bebés en la década de 1980, se descubrió que más de 50 niños tenían menos de tres años, por lo que los principales expertos suponen que la necrópolis estaba destinada únicamente a bebés y niños pequeños. El viejo Vampiro de Lugnano desafía esa teoría.
Según Soren, otros niños en la necrópolis fueron enterrados con otras cosas como garras de cuervo, huesos de sapos y cabezas de cachorros cortadas, lo que sugiere que Lugnano practicaba sacrificios rituales y temía a los muertos. El cuerpo de una niña de tres años fue hallado con piedras colocadas en sus manos y pies, probablemente para que permanezca en su tumba.
"Es algo muy humano tener sentimientos encontrados sobre los muertos y preguntarse si ese es realmente el final", finalizó Wilson.
LA NACIONTemas
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