Después de una reforma profunda para lograr espacios abiertos, luminosos e integrados, una casa de los años 60 se convirtió en el esperado hogar de una familia que se apropió de cada ambiente con símbolos que los representa
Si de antes y después se trata, el impacto arranca con el cambio radical de la fachada, ahora revestida con tubos de hierro blanco: le dan identidad a la casa y es uno de los aspectos centrales de la reforma a cargo del arquitecto Joaquín Adot. Eso y colocar un nuevo ventanal de 1,80m a mayor altura que el original le asegura más luz e intimidad al living a la calle.
ANTES: El hall con piso granítico oscuro terminaba en una ventana chica y puertas de vidrio esmerilado. DESPUÉS: la recepción ganó luz con el piso cementicio color gris topo con acabado brillante (Durfloor) y el nuevo ventanal con puerta de vidrio laminado y sistema pivotante (Aberlux). Cuando hay invitados, se abre por completo para integrarla con el patio.
El living anuncia la lógica del resto de la casa: ambientes abiertos, integrados y luminosos adaptados a nuevos usos, pero conservando los detalles constructivos originales más nobles.
Al eliminar los cielos rasos, aparecieron la doble altura y la bovedilla que cautivaron a los dueños. El techo y varias de las paredes se dejaron con ladrillo a la vista pintadas de blanco.
ANTES: la mesada y la cocina estaban sobre la pared que daba al patio. DESPUÉS: se invirtió el orden para comunicar cocina y patio mediante la abertura de vidrio repartido. En una línea se dispusieron la isla, que se usa como comedor diario, y la mesa del comedor.
Llegar a esta casa llevó tiempo. Primero, porque los dueños anteriores querían estar seguros de que iba a quedar en buenas manos; después, por la reforma en sí. Pero la espera sin duda valió la pena
Las sillas fueron un regalo de casamiento. Como la mesa, que conservó la estructura de madera reciclada por los dueños y nueva tapa de mármol ‘Tundra’ (Mármoles De Stefano). En el fondo, pared de machimbre de pino y una bien disimulada puerta que lleva al toilette y a la suite principal.
La suite se ubicó detrás de la cocina. Está equipada con cama en madera con espacio de guardado (Arq. Joaquín Adot) y maceta con pie (Urban Pots). En el baño, mueble antiguo (Cottolengo Don Orione) como vanitory. La pared se dejó con ladrillos a la vista y un marco de madera destaca el espejo. El área de la ducha revestida hasta media altura en azulejos ‘Subway’ negros tiene puerta de vidrio repartido.
Plano detallado
Al entrepiso
El entrepiso que balconea sobre el living es otro de los lugares de encuentro destinado a desplegar las actividades lúdicas y placenteras para la familia: lectura, música, cine, juegos
Planta alta con cuartos infantiles y terraza
Desde el entrepiso, a través de una escalera, se accede a la planta alta, donde están la terraza, los cuartos de los chicos y un baño. Acá se quitaron varias capas de cielo raso hasta llegar al techo de ladrillo visto y de madera que se pintó de blanco.
Para darle escala y contención a un ambiente tan alto, se revistió con yeso la pared del cuarto del hijo varón hasta la altura del dintel, que después continúa en ladrillo pintado de blanco.
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