Con un libro y su propia historia, Suzy Amis Cameron, esposa del director James Cameron, invita a cambiar hábitos para cuidar el planeta
En la mesa y en la heladera de la casa donde se crió, había pollo, carne, tocino, huevos y productos lácteos. Las mujeres –tres hermanas y la madre– cocinaban, limpiaban, lavaban la ropa y los platos, mientras los hombres –el padre y tres hermanos– hacían la digestión en el sillón mientras veían programas de deporte. Este escenario es hoy muy diferente. En su rancho de California ya no ingiere ningún producto animal, aunque tampoco es vegana en un sentido estricto de la palabra. Además, las tareas están divididas de modo salomónico y no por género. Tiene la voz dulce y una sonrisa verdadera. No hay rastro de bótox o de cirugías en su rostro ni tintura en su cabello que orbita salvaje sobre su espalda. Madre de cinco hijos, hace algunos años quedó impactada luego de ver un documental y le rogó a su marido que cancelara cualquier plan para la velada. Su esposo es James Cameron, el Midas del cine, el padre de Titanic y Avatar. La cita era con Forks and Knives, de Lee Fulkerson, una investigación que mostraba los estragos que la proteína animal produce en los seres humanos. "No tuve que decirle nada más, no tuve que intentar convencerlo de nada. Terminó el documental y fuimos a la cocina de casa. Miró la heladera, me miró a mí, y con un gesto me dijo todo", recuerda Suzy Amis Cameron de visita en España, donde presentó su libro y su movimiento en el Hay Festival Segovia.
Modelo de la agencia Elite durante su juventud, y luego actriz –fue la nieta del personaje de Kate Winslet en Titanic y participó en Los sospechosos de siempre–, abandonó las cámaras para formar una familia junto a James Cameron. En la actualidad, y desde hace varios años, impulsa un movimiento llamado One Meal a Day for the Planet (OMD). Su propuesta consiste en el abandono de la ingesta de productos derivados de animales en, al menos, una de las comidas diarias. El resultado se advertirá no solo en el organismo de quien se anime a probar este estilo de vida, sino en el ecosistema: en un año se salvarán 7500 litros de agua potable que no serán utilizados en procesos propios de la industria cárnica. El plan OMD (Roca Editorial), lejos de una postura radical o de un espíritu combativo, se convirtió en un bestseller en varias capitales del mundo donde las cadenas de hamburguesas cosechan sucursales, pero el tema preocupa en todo el planeta. En Argentina, la emisión de metano del ganado bovino constituye el primer factor contaminante del país y supera a la producida por el parque automotor.
La palabra activista no es de su agrado. ¿Cómo se definiría?
Me gustaría decir que soy una abogada. No me gusta tampoco usar la palabra lucha, porque todo aquello contra lo que luchas, persiste. Quiero que sea una invitación y no una pelea, que OMD sea algo inclusivo.
¿Siente cierto rechazo o una barrera cada vez que habla sobre alimentación?
Totalmente. La gente se vuelve muy susceptible cuando le hablás de comida. Pero, si le hablas a alguien sobre una comida al día, por ejemplo, si elegís cambiar la leche de vaca de tu cereal por leche de soja, el resultado en un año será tan impresionante, que la recepción de ese mensaje cambia.
Usted habla de una alimentación "a base de plantas". ¿En qué modo se diferencia del veganismo?
La palabra vegano, en especial cuando comenzamos este camino en 2012, tenía mucho bagaje. Hoy también lo tiene, está más aceptada, la ves en publicidad, en los medios, en el mercado, pero no considero que encaje de modo estricto en esta definición. Tengo zapatos de cuero, pero me los compré antes de comenzar con este modo de vida. Impulso un concurso de moda basado en indumentaria sustentable [Red Carpet Green Dress, una iniciativa que, por ejemplo, se hizo advertir en la última entrega de los Oscar en vestidos como el que utilizó Sophie Turner] y además tengo camperas de cuero. Me generó un gran debate interno. "¿Qué hago? ¿Las regalo?". Cuido mucho de mi ropa, tengo jeans que usaba a los 17 años.
Como humus todos los días y también vegetales crudos. Hago sopa de miso y le tiro todos los vegetales que tenga disponibles. Me encantan las galletitas crocantes y también las galletas de arroz
¿Cómo está físicamente con respecto a los 17 años?
Mejor, más delgada, más saludable, y eso que he tenido cuatro embarazos. Siempre he sido muy activa. Antes, cuando entrenaba, solía dolerme mucho el cuerpo. Y cuando cambié mi alimentación descubrí que el cuerpo ya no me duele más. Y si me duele, es apenas. Por las mañanas entreno durante una hora y media y después de un largo día de reuniones a la noche aún conservo energía y me dan ganas de dar una larga caminata.
También habla de los beneficios que este modo de vida se advierten en la vida sexual.
¡Claro! La alimentación basada en vegetales mejora el flujo sanguíneo y, por lo tanto, mejora el rendimiento de hombres y de mujeres.
¿Cómo fue el proceso conducir a su familia a este modo de vida?
Fue muy fácil cuando eran pequeños. Mi hija más chica tiene 12, así que comenzamos cuando tenía 5. Ella tenía dolores de estomago todo el tiempo y yo no podía entender qué le pasaba y me preocupaba, porque a su edad había tenido el mismo problema. Pensaba que era muy tímida y se lo atribuía aquel dolor a su personalidad. Cuando cambiamos la alimentación, nunca más se quejó. En una ocasión, se fue con una familia amiga un par de días. Ellos no sabían que llevábamos esta dieta y comieron camarones. El dolor de estómago regresó. Una vez que te cambiás tu alimentación, todo tu interior cambia.
Se manifiesta permeable ante la posibilidad de que otros ingieran alimentos de origen animal. ¿Qué ocurre en su casa?
Mis hijos tienen 29, 26, 18, 16 y 12 años. Cuando los más chicos traen huevos a casa, se sienten traviesos. Me causa mucha gracia que la trasgresión pase por ahí.
¿Le da asco el olor a los productos animales?
Sí. Bajo las escaleras y me doy cuenta de inmediato si alguien frió un huevo. Lo prefiero antes de que se metan con drogas y alcohol, porque están en otra cosa [golpea con sus nudillos la mesa para tocar madera y ahuyentar esta posibilidad].
¿Cuál es su comida preferida?
Como humus todos los días y también vegetales crudos. Hago sopa de miso y le tiro todos los vegetales que tenga disponibles. Me encantan las galletitas crocantes y también las galletas de arroz.
Una de las remeras preferidas de James Cameron rezaba en su estampado: La esperanza no es una estrategia. Terminator, Avatar, El abismo y Aliens son algunas de sus producciones más famosas: "Me sorprendió cuando lo conocí, porque es un hombre y todas sus películas abordan la destrucción o la muerte". Los Cameron, en particular James, son grandes detractores del presidente Donald Trump por su rechazo al concepto de calentamiento global. El debate, las paradojas y los laberintos que emergen entre la necesidad de una alimentación sana y una conciencia planetaria son innumerables. Por ejemplo, aquellas compañías que se consideran responsables con el medio ambiente y ofrecen gratis a sus clientes productos en envases no biodegradables. Es por eso que la educación es crucial para Suzy Amis Cameron, quien propone un plan integral para ayudar con el cuidado del medio ambiente. En 2006 fundó MUSE School en Calabasas, California, la primera escuela en los Estados Unidos en ofrecer un programa de almuerzos basados en alimentos de origen vegetal. Suzy Amis Cameron diseñó la institución junto con su hermana Rebecca Amis y hoy la dirige su cuñado. El año próximo abrirán una nueva sede en San Francisco. Desde los primeros cursos se les enseña a los niños cómo cultivar, nociones de jardinería, a cocinar vegetales y luego a compostarlo. "Es maravilloso ver la energía que tienen estos chicos, tan abiertos y alegres", asegura su fundadora.
El documental Game Changers derriba el mito más peligroso de la humanidad: siempre nos han dicho que si comés carne, serás muy fuerte
Fundó la escuela antes de comenzar OMD. ¿De qué modo impactó este programa en su institución?
Debo decir que muchas familias decidieron retirar a sus hijos cuando anunciamos con 18 meses de anticipación que, en otoño de 2015, la alimentación de la escuela sería 100 % basada en vegetales. Llevamos a chefs, doctores, atletas y científicos para que les hablaran a los chicos. Un día le dije a mi hermana: "Creo que maté a la escuela". Pero pronto las vacantes volvieron a ocuparse, incluso hay familias que se han mudado desde Europa para educar a sus hijos en nuestra escuela.
Uno de los argumentos de quienes desean comer de modo sano es que los productos ecológicos son más caros que los que se realizan a mayor escala.
El precio va a bajar. El primer walkman –¿lo recordás?– costaba una fortuna, o el iPhone, pero luego el precio bajó.
¿Ha tenido acercamiento con compañías para comunicarles su movimiento OMD?
Estamos en profundas conversaciones con Swarovski para implementar esta filosofía en su compañía. Estamos en tratativas con aerolíneas (que ofrezcan opciones veganas en su menú) y con hoteles.
¿Hay algún país o partido político que haya desarrollado políticas elogiables en materia de medio ambiente?
Sí. El ministro de Salud de Nueva Zelanda se dirigió hace algunas semanas a los ciudadanos para pedirles que cambien su dieta. Los índices de cáncer, en especial de colon, son altísimos y éste está directamente relacionado con el consumo de carne.
¿Qué opina del movimiento #MeToo?
(Silencio) Crecí en Oklahoma donde las reglas patriarcales estaban naturalizadas. Recuerdo que cuando recién comencé a salir con James organicé una comida por el 4 de Julio. Es normal, siempre lo he hecho. Trabajé mucho y al final de la comida James y su hermano se levantaron y empezaron a recoger la mesa. "Me voy a casar con este hombre", pensé. Él no es patriarcal para nada. Todas sus películas tienen personajes femeninos muy fuertes y empoderados. Me fui un poco por las ramas. Lo que quiero decir, es que amo el hecho de que las mujeres estén pudiendo expresar su voz.
En su rol como promotora de sus iniciativas ecologistas, ¿cuál es el trato que recibe?
Solo el 3% de la gente que trabaja en la industria alimentaria son mujeres. Estoy con los big guys y varias veces debo repetir lo que digo para que me escuchen y presten atención. Cuando James viene del trabajo y le cuento que estuve reunida con un montón de hombres él me estimula y me da seguridad.
Hubo varias denuncias contra algunas personalidades y actores [Kevin Spacey, por ejemplo, su compañero en Los sospechoso de siempre].
Estoy muy contenta también con el hecho de que aquellos hombres que no fueron buenos con las mujeres estén siendo señalados. Me parece muy importante.
¿Tuvo alguna experiencia repudiable durante su carrera?
A los 17 años viajé a París para trabajar como modelo y después me convertí en actriz. Es tremendo el prejuicio y las cosas que vives, pero pienso que tuve un ángel de la guarda conmigo a cada paso. Nunca estuve en situaciones donde no estuviese segura. Nada horrorífico me pasó, solo algunos comentarios, pero es cierto que otras mujeres no tuvieron mi suerte.
¿Cuánto hablan de cine en su hogar?
La verdad es que no hablamos mucho de cine en casa. Nuestras principales conversaciones pasan por cómo poder ayudar al medio ambiente. Usamos esa fama para hacer el bien y para comunicar ideas. Podríamos estar publicando fotos de nuestras caras en restaurantes, pero elegimos otro estilo de vida. También hablamos mucho sobre el modo de mantener unida y conectada a la familia, porque James filma y está mucho tiempo fuera de casa, como ahora, filmando la segunda, tercera y cuarta parte de Avatar, que se estrenarán en los próximos 8 años.
¿Es optimista? ¿Tiene esperanza de que el hombre podrá revertir la situación que vive el planeta?
Hay algunos políticos que se están levantando y están tomando conciencia. De todos modos creo que la conciencia va a venir desde la gente, es como el temblor previo a la estampida. ¡Y tengan cuidado con ella!
Más notas de Alimentación saludable
Más leídas de Lifestyle
Claves. Hoy se celebra el Día de las Personas con Discapacidad
Este mes. Cuándo se podrá ver la Lluvia de Meteoritos Gemínidas
Tragedia. Una famosa influencer murió al ser arrastrada por una ola mientras hacía yoga en la playa
Golpe de suerte. Su jefe le pidió que hiciera un turno extra el fin de semana y terminó el día siendo millonaria por un olvido