Los mejores puestos de snowballs de Maryland: una guía imperdible para los días de calor
Con la llegada del verano, Baltimore se convierte en el reino de las deliciosas bolas de hielo picado de sabores infinitos y combinaciones desafiantes, seis lugares infalibles para comprarlas
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En épocas de calor agobiante, los habitantes de Maryland saben cómo mantenerse frescos: pueden descansar en la bahía o sumergirse en el océano, pero en general para combatir el calor en Maryland se comen snowballs.
Es que las icónicas bolas de nieve son toda una tradición en ese estado, que se remonta a la Gran Depresión, cuando en la ciudad de Baltimore empezaron a proliferar puestos que vendían estas golosinas a las que se las solía llamar “helados de un centavo” o “helados de tiempos duros”.
Hoy, los puestos de snowballs están dispersos por todo el estado y siguiendo la receta tradicional se hacen con hielo picado, ni demasiado grueso ni demasiado fino, que se cubre con algunas bombas de sabor. ¿De qué sabor? Hay cientos, pero el de natillas de huevo y el de naranja son los favoritos de la vieja escuela, según cuentan desde la oficina de Turismo de Maryland.
Por fuera de las opciones tradicionales, el de maracuyá y el de coco, son los más elegidos. “Las mejores bolas de nieve se hacen con un montículo de hielo que se eleva por encima del borde de una taza sobre el que luego se bombea jarabe de sabor para crear un pequeño lago helado y dulce. Pueden comerse simplemente así, o cubiertos con una deliciosa crema de malvavisco o con salsa de chocolate, para disfrutarlos como un verdadero local”, explican desde el área de Turismo.
En la zona oeste, agregan desde Turismo, las cosas se hacen de manera un poco diferente. La “piruleta” comienza con una capa de hielo aromatizada con almíbar, como una bola de nieve, pero a los habitantes del oeste les gusta agregar un poco de helado dulce y suave. Por lo general, se sirve en cuatro capas: nieve, crema, nieve y crema, con una torre retorcida de helado suave en la parte superior, es un triunfo de textura y una sensación de sabor que es verdaderamente única”.
“Donde sea que se encuentren en Maryland en verano, salgan y disfruten de una bola de nieve o una piruleta, las formas más geniales de refrescarse”, invitan desde la oficina de turismo y aclaran que no hay que perder el tiempo porque una vez que llega el clima más frío, “estos oasis de frescura desaparecen hasta la siguiente temporada”.
Dónde comprar snowballs en Maryland
Para quienes no saben dónde comprar su snowball, o quieren aventurarse a probar nuevos sabores y combinaciones, una guía con los 5 mejores puestos donde disfrutar de estas refrescantes delicias dulces, que son la marca registrada de Maryland
- La parada de autobús: las opciones son infinitas en este paraíso de postres, pero las bolas de nieve son probablemente el elemento más refrescante del menú. Las versiones únicas de la clásica taza de hielo incluyen sabores mitad y mitad o la “Piruleta”, que coloca una bola de nieve con un helado suave de vainilla o chocolate.
- Bolas de nieve y helado Chill: haciendo honor a su nombre este puesto familiar de los hermanos Todd y John Hays, elabora bolas de nieve desde los años 80, es un lugar ideal para relajarse en una noche de verano y disfrutar de una larga lista de clásicos, sabores dietéticos y preparaciones exclusivas como Unicorn y Tollhouse Cookie.
- Bolas de nieve de Emmorton: ya toda una institución de Bel Air, este local comenzó como una pequeña estructura en el verano de 1981 y desde esa época satisface los antojos de dulces de la comunidad con sabores que van desde manzana verde y fresa hasta mezclas exclusivas como Blood Orange (cereza y naranja) y Down on the Ocean (plátano, coco y piña).
- Reinas de Hielo: las bolas de nieve esponjosas de este local de Locust Point son un homenaje al hielo finamente raspado que es popular en Nueva Orleans, pero ha pasado la prueba de fuego de los expertos de Maryland con opciones que van desde natillas de huevo a la antigua, hasta melocotones con crema y fresa cubierta de chocolate.
- Opie: tomar algo después de la cena en esta tienda de dulces se ha convertido en una tradición comunitaria en Catonsville. Los sabores van desde fresa hasta algodón de azúcar y para aquellos que no saben si elegir una bola de nieve o un helado cuentan con la exclusiva “Snowcream”, que integra capas de helado suave en el medio y encima del hielo.
- Snoasis: nada es tan de verano como enterrar los dedos de los pies en la arena en este local playero de Timonium, que desde 1977 ofrece prácticamente cualquier sabor bajo el sol, pero donde el arcoíris multicolor con salsa de malvavisco es simplemente imperdible.
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