Joe & The Juice, la cadena danesa que amenaza el reinado de Starbucks
Éstas son algunas cosas que es probable que no encuentre en Joe & The Juice, la franquicia danesa que se presenta como una combinación de las cadenas Starbucks, Jamba Juice y Le Pain Quotidien: saludos de la cajera siempre iguales, códigos para utilizar el baño o un fondo musical genérico que se repite interminablemente.
Y esto es lo que probablemente sí encontrará: personal vivaz que hace un esfuerzo por relacionarse con los clientes y música muy personal, que da al lugar una onda distintiva. Onda: ese sí que es un término rara vez asociado con cadenas de comida y bebida.
Una crítica en Yelp dice: "La música siempre es tan divertida, así como el personal". Otra asegura: "Los vivaces jóvenes detrás del mostrador eran robustos, de buen aspecto, sexys, rápidos y eficientes, con charla fraternal que estableció buena energía? este lugar tiene la onda y la sensación divertida de un bar".
Eso es exactamente lo que busca Joe & The Juice. Fundada en 2002 por Kaspar Basse, ex campeón profesional de karate de Dinamarca, la compañía se está buscando imponer como el lugar para gente que cuida su salud, a la que le gusta el jugo exprimido con algo más. Las instalaciones por lo general ofrecen un área comunitaria espaciosa con muebles de estilo de mediados del siglo pasado, arte brillante, estantes con libros y un quiosco para sacarse fotos gratis.
Para Lars Bo Hansen, director ejecutivo de Valcon Management Consultants, y quien fue consultor para Joe & The Juice, todo se basa en la experiencia dentro del negocio. "El ambiente y los factores emocionales son lo que los diferencia", dice. "Obviamente los productos son sanos, pero la frescura y la onda combinadas es lo que los hace únicos".
Con más de 170 sucursales en 14 países, Joe & The Juice tiene grandes ambiciones. Se los encuentra por toda Europa, en barrios de onda o lugares con mucho tráfico como el aeropuerto Reykjavik. Actualmente hay cinco sucursales en los Estados Unidos, distribuidos en San Francisco, Nueva York y, más recientemente, Miami. Pero eso es sólo el comienzo. Hay planes de abrir sucursales en cientos de lugares más en EE.UU. en los próximos años.
El mercado norteamericano parece estar maduro para una cadena eficiente que pueda ofrecer más que sándwiches de atún en bolsas de plástico. Pero en el caso de Joe & The Juice no se trata sólo de lo que se sirve; la clave es cómo se sirve. Y ahí entran en juego los empleados.
Se alienta a los empleados, a los que se llama "jugueros", a ser auténticos en su forma de vestir y hablar, e incluso que pongan su propia música. Se les da control de sus sucursales y a cambio tratan a su lugar de trabajo de modo correspondiente. Aportan su personalidad al trabajo. La idea es que la libertad del empleado promueva una relación fuerte entre quien atiende y el cliente.
"Esto genera una cultura y un ambiente únicos", dice Basse. Se alienta a los empleados a bromear, hablar de las noticias y compartir su música favorita con los clientes. Es algo que imagina que le gusta a los estadounidenses jóvenes. "Estados Unidos es la capital del entretenimiento del mundo, por lo que probablemente encajemos mejor acá que en muchas otras partes del mundo", dice.
Andrew Álvarez, analista del sector del grupo de investigaciones IBISWorld, dice que entrar en el mercado de EE.UU. es algo "difícil" para cualquier marca extranjera, aunque cree que Joe & The Juice tiene un concepto de marca bastante sólido con resonancia entre los millennials, un segmento poderoso y muy buscado. En términos de competir con los grandes, queda el interrogante de a qué grupo específico pertenece Joe & The Juice: ¿los adictos al café o los entusiastas de la salud? ¿Puede apelar a ambos?
Joe & The Juice está ubicado en algún punto entre estos dos sectores.
"¿Cómo se atrae a los dos sectores? -dice Alvarez-. Decididamente es una nuez difícil de cascar". Alvarez cree que Joe & The Juice tiene más en común con Starbucks que con un bar de jugos, pero cree que la oferta saludable atraerá a un segmento que exige opciones preparadas en el momento y nutritivas, junto con la bebida de la mañana.
"Sigo siendo gran admirador de Starbucks", dice. "Lo que logró es indescriptible. Pero no tiene nuestro perfil saludable y no tiene el mismo ambiente dinámico, porque su trabajo es más fácil: sólo tiene que ofrecer café. Nosotros tenemos que hacer mucho más", asegura Basse.
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