Es argentino: creó un negocio innovador en Europa que factura US$70 millones al año
Es una red que une a productores con restaurantes, supermercados y consumidores finales; tiene oficinas en Europa y en Estados Unidos
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Natoora es una red que conecta productores de alimentos de alta calidad con los mejores restaurantes, supermercados y consumidores finales; tiene oficinas en Londres, París, Milán y Nueva York. Vende unos 10 millones de kilos de frutas y verduras al año; trabaja con unos 600 productores y unos 1300 chefs y factura alrededor de US$70 millones anuales. A la empresa la fundó un argentino, Franco Fubini
La compañía -que revolucionó el esquema de provisión por los múltiples canales con que cuenta- nació en 2004 y entonces se focalizó en conectar a los consumidores finales de Londres con productos de calidad frescos. Compraban en el Reino Unido y en varias regiones europeas enfatizando la “calidad”. La venta era exclusivamente online, con entrega a domicilio.
“A lo largo de los años cambiamos, en especial después de comprar una empresa -cuenta Fubbini a LA NACION-. La modificación también fue para que el modelo rindiera financieramente y fuese sostenible. Nos enfocamos en restaurantes, abrimos oficinas en Europa y hace cinco años en Nueva York y en Los Ángeles, aunque esta es solo para nuestras compras. La próxima es en Copenhague”.
El 75% de la facturación global proviene de frutas y verduras y el resto de productos como leche, huevos, harina de maíz y chocolate mexicanos, enlatados, frutas secas y fiambres, todos de “línea Premium”. Son entre 700 productos y 1000 productos.
En el caso de las frutas y verduras, son unas 500 referencias por estación y llegan a 1000 a lo largo del año; el 55% son de “muy alta calidad” y el resto son “básicos”, cultivados industrialmente. Esa combinación permite que el modelo cierre económicamente y que el portafolio que se ofrece a los clientes sea más completo.
“No hay nadie en Europa con una cadena así -describe Fubini-. No inventamos, claramente, el ir a comprar y vender; sí innovamos con la manera de armado de las cadenas, que es diferente a lo que se hace en la industria. Es mucho más compleja; fuimos a buscar un producto especial en una punta y lo llevamos a otra”.
Insiste en que “nadie” había diseñado una empresa así “de variada, con extrema calidad, canales de venta diversificados, transparencia y sostenibilidad”. Trabajan con supermercados de primera línea de Londres y de París, a los que les proveen productos que “antes estaban disponibles solo para restaurantes”. La logística de Natoora está tercerizada.
Cuenta con seis locales propios en Londres, uno en Selfridges. Aunque hace cinco años habían decidido cerrar la venta online con entrega a domicilio, con la irrupción del coronavirus abrieron al consumidor final la aplicación que, hasta marzo del año pasado, era exclusiva para chefs. “Fue un gran éxito y la mantenemos, tanto en Londres como en Nueva York”.
Fondo para productores
Fubbini se entusiasma con la última iniciativa de la empresa por el impacto que tendrá y porque la coloca en la “vanguardia”. Instrumentaron un fondo de inversión con recursos propios y aportantes externos: los recursos, en vez de prestarse, serán donados a proyectos de productores. Ya tienen seleccionados tres en Francia y Estados Unidos.
“Para los pequeños agricultores el acceso a capitales es muy difícil -señala- y nosotros estamos bien posicionados para evaluarlos y saber si es correcto invertir en ellos. Todo nuestro funcionamiento se rige por la búsqueda de un impacto positivo, por fomentar el cambio tan necesario en el sector de la alimentación”. Cuentan con un equipo de educación que trabaja externamente con el consumidor, en proyectos escuelas; también invierten en granjas con préstamos a tasa cero para construir infraestructura y producir con buenas prácticas ambientales.
Natoora ha introducido al mercado de los restaurantes frutas como la bergamota, cuyo principal uso hasta no hace mucho era la fabricación de aceites. “La vi en un viaje a Italia, la traje a Londres, donde incluso chef con estrellas no la conocían; ahora ya no somos los únicos en venderla en el Reino Unido, pero al inicio sí; inspirados en esa experiencia comenzamos con los cítricos verdes”.
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