En medio de la suba del producto en los últimos días, funcionarios enviaron un mensaje a los operadores con una intervención fugaz en el mercado para evitar más alzas
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Las exportaciones de carne bovina quedaron frenadas por unas horas por una intervención del Gobierno, según pudo saber este medio de distintas fuentes consultadas del sector privado. “Anoche funcionarios de la Aduana se comunicaron con los despachantes para decirles que quedaba todo frenado para la exportación de carne”, dijo una fuente de la actividad.
Luego de esa movida, durante esta mañana, vino el cambio de postura: “Ahora empezaron a decir esos mismos funcionarios que quedó todo liberado”. En este contexto de contramarchas, la fuente consultada no dudó en calificar la jugada de “apriete” y “demostración de fuerza”, una señal para evitar más alzas en la carne.
LA NACION intentó conocer la opinión de Aduana sobre lo acontecido en las últimas horas, pero aún no obtuvo una respuesta. En rigor, fueron momentos frenéticos para las empresas exportadores. Distintas fuentes hablaron de contactos con la Aduana para aclarar lo sucedido. Se había quedado en una reunión con ese organismo, pero se desactivó. “Situación normalizada”, indicaron. “Ya está todo normal”, añadieron.
En el sector no saben por qué se tomó una medida repentina y se dio marcha atrás luego. La carne está con un acuerdo hasta fin de año en el marco de Precios Justos para siete cortes populares que tienen para ese programa una pauta de aumento de 5% mensual. Entre frigoríficos y supermercados entregan 12.000 toneladas por mes. Más allá de que a las empresas les llegó la confirmación de que todo se había normalizado, no hubo pedidos por algún nuevo acuerdo de precios.
“Los despachantes de Aduana nos dijeron que la instrucción hoy es no sacar nada de carne”, había dicho a este medio otra fuente del mercado al tanto de las idas y vueltas que se generaron con las exportaciones. Otras fuentes explicaron que la Aduana dio la orden, antes de la marcha atrás, de no poner inspectores para que puedan salir los embarques. No hubo, afirmaron, normativa alguna para proceder más allá de los contactos telefónicos realizados.
Los viernes son días de salida de muchos contenedores, además de los martes, con lo cual lo ocurrido puso en alerta al sector. “Se te van los barcos y perdés los embarques del fin de semana”, describieron, preocupados.
La novedad de la intervención oficial se dio en un momento de tensión porque en los últimos días se registraron subas en torno del 20% en la carne luego de un encarecimiento del precio de la hacienda.
El ganado había tenido un salto en agosto pasado, luego de la aplicación del dólar maíz y la devaluación. Llegó a acercarse a los $950 el kilo vivo para consumo interno, pero luego retrocedió hasta $800. Ahora volvió a despertarse el precio y pasó la barrera de los $1000. “Son valores ligeramente superiores a los de agosto, no es mucho, cuando en el medio entre dos meses tuviste 25% de inflación”, apuntó una fuente.
Antecedente cercano
En agosto pasado, el Gobierno también había concretado por unas horas un cese de las exportaciones de carne bovina. En ese momento la misma Aduana se había encargado de transmitir a los medios que por 15 días se frenaban las ventas al exterior. La movida se revirtió también a las pocas horas.
Esta última semana, además, se generó tensión porque a operadores del Mercado Agroganadero de Cañuelas les llegó un pedido para que no pagaran más de $1000 por la hacienda. El secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, negó luego la intervención. El ganado igual superó los $1000 el kilo.
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