En los últimos días los precios al público, en general, retrocedieron un 25 a 30%
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Tras un incremento del 40% promedio previo a la asunción del presidente Javier Milei y en los días posteriores, el signo descendente de la carne vacuna sigue su curso esta semana previa a Año Nuevo. Ya son recuerdos esos valores alcanzado de $2200 para lotes especiales en el Mercado Agroganadero (MAG) de Cañuelas, luego de la devaluación. En detalle, los precios en los mostradores se descomprimieron y en tres días bajaron entre un 25 y 30%.
Es que los mismos operadores de la cadena cárnica ya avizoraban que “ese veranito con precios fantasmas” creado por las expectativas del cambio de Gobierno no duraría mucho porque, con bolsillos flacos, los consumidores no podrían convalidar un valor promedio de $8000 por kilo de carne vacuna.
Si bien hoy jueves no hubo operatoria comercial, ayer, en la segunda rueda de ventas de la semana en el MAG, con una consolidada entrada de 12.282 vacunos, en la subasta, los compradores mostraron una actitud de calma y tranquilidad que produjo bajas de hasta el 6% en las diferentes categorías.
En este contexto vertiginoso y cambiante, Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), analizó el comportamiento de la actividad de los últimos días. “El mercado reaccionó de acuerdo a cómo reaccionó toda la Argentina en cuanto a especulación, con la diferencia que, cómo se darán cuenta, nuestra actividad es tan transparente y se autorregula tan libremente que, como subieron los precios en casi un 35% o 40% en menos de una semana, en tres días los mostradores han descomprimido los precios que bajaron entre un 25 y 30%. Los valores al público han descendido en el orden de los $1500 por kilo de carne. La carne se ajustó a la realidad del bolsillo del ciudadano, como ningún otro producto”, dijo a LA NACION.
Para Rafael, la realidad de la calle enseguida se reflejó en las góndolas, con precios que no ratificaron dicha suba y “hoy el kilo de asado se puede encontrar a $5000, cuando estaba en $6700″.
Recordó que en esa suba violenta, la media res llegó a bajarse al carnicero en hasta $4200. “Hoy la están entregando en el orden de los $3200. O sea que la baja es significativa y el descenso en el público se mostró y se está mostrando”, remarcó.
En vísperas de otro fin de semana largo, el matarife espera que los mostradores reaccionen bien, dado que la carne quedó en un valor de entre los 3500 y 4000 los cortes más económicos; en $6200 el kilo de milanesas; y entre $7000 y $8000 el kilo de lomo, como máximo.
A corto plazo, confía en que el precio de la hacienda encontrará un piso y que el valor de la carne levantará un poco. “Siempre pasa esto. La hacienda se acomoda para tener un piso y luego se formatearán los precios de acá en adelante”, adelantó.
Pronosticó que, si la exportación se mantiene como ahora y no puja los precios hacia arriba “no habrá mucha corrida de números”. “Con estos valores, la exportación está ajustada. Pero si la exportación empieza a pujar por mejor poder adquisitivo, mejor moneda, ahí nos va a crear un problema porque nos va a levantar el valor de la hacienda de consumo. Todo arrastra, siempre”, indicó.
En esa línea, Fernando Saenz Valiente, martillero de la consignataria Saenz Valiente, Bullrich y Cia, explicó que es casi una constante que para estas fechas se produzcan subas importantes porque las carnicerías buscan abastecerse de carne de mejor calidad para ofrecer al público en sus mostradores.
“Siempre los matarifes buscan tener para esta época especial carnes de una mejor calidad de la que el público consume normalmente durante el año. Cada frigorífico trata de llegar con lo mejor y se produce un pico de suba. Después de que se terminan de vender los cortes importantes que van para la mesa de la Navidad y de Año Nuevo, queda un sobrante muy grande que a los frigoríficos se les torna muy pesado de vender. Sobre todo este año, en donde se palpitaba que el poder adquisitivo de la gente no iba a poder sostenerlo, quedó mucha carne sin venderse y los precios bajaron. En la realidad de la Argentina, la mayoría de los argentinos no puede estar consumiendo carne a este precio, hoy no se pueda dar el lujo”, detalló.
Para Saenz Valiente, otro de los motivos de esta importante baja fue que esta semana los exportadores, que juegan un papel significativo en la demanda, estuvieron abastecidos, sin necesidad y del otro lado, había mucha oferta de gordo, con muy buena terminación. “Por lo que llegamos a tener entradas muy buenas de hacienda en el MAG y esto hizo que queden muchos animales con poco precio y los productores al no poder esperar, la vendieron igual y bajó el precio”, describió.
Hacia adelante, el martillero señaló que para el 15 de enero otra vez la hacienda va a pegar un salto considerable de hasta $2100 el kilo en pie: “Va a estar complicado porque va a faltar gordo. Se va a producir un bache que se va a producir a partir del 15 de enero y se va a extender los meses de febrero-marzo”.
En esa línea, del otro lado del mostrador Rafael dijo que el año que viene va a haber una muy fuerte recesión, con un consumo interno frenado “lamentablemente, porque no va a haber emisión monetaria y los sueldos se van a ir reacomodando de a poco”.
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