El Consorcio de Exportadores de Carnes ABC, que agrupa a la industria que hace el 95% de los envíos al exterior, hizo una propuesta que permitiría ventas anuales por más de US$7000 millones
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La Argentina podría aumentar un 30% su producción de carne vacuna en los próximos cuatro años y generar US$3600 millones por año en divisas adicionales, según un ambicioso proyecto del sector frigorífico exportador. La iniciativa, presentada ayer al ministro de Economía, Luis Caputo, contempla además la creación de 50.000 nuevos puestos de trabajo.
En la actualidad, la producción de carne vacuna en la Argentina ronda los 3 millones de toneladas y se vende al exterior, según los años, por 2700 a 3000 millones de dólares. Con la propuesta del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), que ayer estuvo con el ministro, el país podría dar ese salto, pero, según indicaron desde el sector, se deben cumplir ciertos requisitos. Estos incluyen, entre otros, la eliminación de un doble estándar en la cadena [dependiendo si es mercado interno o exportación] y la modernización del consumo, la superación de restricciones internas para acceder a mercados internacionales, el estímulo al aumento de la producción y el desarrollo de un frente unificado de sustentabilidad.
“Es un programa en el que desde el sector privado planteamos la necesidad de reglas claras que ayuden a mejorar la competitividad exportadora para, mediante esa señal que puede dar la exportación al mercado primario [por la producción], se produzcan más terneros, que es uno de los déficits de la Argentina, y animales más pesados”, indico Miguel Jairala, asesor económico y de mercados del Consorcio ABC. El objetivo es llevar la producción de carne a los 4 millones de toneladas sobre los 3 millones actuales. Las exportaciones podrían trepar de los US$3000 millones al año a más de 7000 millones de dólares para 2027/2028. “Este es el núcleo central de nuestro plan”, dijo.
Jairala destacó que con el nuevo Gobierno ya hubo importantes avances como la remoción de las trabas para exportar de la gestión de Alberto Fernández. Luego de los cierres de exportaciones que hizo el gobierno anterior, en enero último se terminó de levantar el último cepo que era la veda para la venta de siete cortes populares al exterior.
Para Jairala, queda pendiente para el mediano plazo una disminución gradual de los derechos de exportación, hoy del 9%. También ordenar la cadena. “Es básico para nosotros tener una cadena ordenada con un único estándar sanitario. Lamentablemente, eso estaba incluido en la Ley de Bases, pero no fue tratado. Es un punto que ha quedado pendiente y que es muy importante, no solo para el ABC, sino para todas las cámaras de la industria frigorífica”, expresó.
El documento de la cámara destaca que en la Argentina existe un doble estándar sanitario, ambiental, laboral e impositivo en la industria frigorífica que limita el potencial de la cadena. En términos sanitarios, se estima que alrededor del 20% de la faena no cuenta con la debida habilitación del Senasa y hasta un 40% de las operaciones se llevan a cabo con controles mínimos, lo que resulta en una refrigeración inadecuada de la carne, incumplimiento de las normas de higiene y riesgos potenciales para la salud pública. Respecto del ámbito ambiental se observa una falta de aplicación de buenas prácticas para el manejo de efluentes, entre otros puntos.
En cuanto a la dimensión laboral, el documento señala que se presenta una parte del personal no debidamente registrado, sin el pago de cargas y aportes laborales. Finalmente, en lo impositivo, se detecta una reducción de hasta un 60% en el pago de impuestos en comparación con los frigoríficos formales. La industria también busca que Cancillería retome una agenda de apertura de mercados. A pesar de que la Argentina está libre de fiebre aftosa con vacunación, se estima que el 15% de los mercados mundiales, que representan US$11.000 millones en comercio, permanecen cerrados para el país debido a restricciones sanitarias.
Según el ABC, la Argentina debe negociar tanto el acceso sanitario como el arancelario a los mercados internacionales. Vale recordar que por las trabas de los últimos dos años la presencia en el mercado chino bajó de 23 a 18% y en Chile del 15 al 10%.
Para Jairala, el crecimiento de la cadena no tendrá impacto negativo en el precio a mediano plazo ni tampoco en la concentración de la industria. “Esta [por la industria] se caracteriza por ser altamente atomizada, con más de 70 frigoríficos habilitados para exportar, lo que limita el riesgo de concentración. El mayor frigorífico representa menos del 5% de la faena total, lo que demuestra que la industria está entre 4 y 7 veces menos concentrada que en otros países”, se remarcó en el informe.
En este contexto, para el ABC unificar el estándar sanitario y modernizar el consumo de carne generará nuevos puestos de trabajo. “Si logramos producir en los frigoríficos que abastecen al mercado nacional de la misma manera eficiente que para los consumidores extranjeros, es decir, ofreciendo cortes envasados al vacío, podríamos multiplicar la demanda de mano de obra en cada planta frigorífica. Esto se debe a que el sector de desposte o corte de la carne es donde se requiere mayor cantidad de empleados, con una proporción de 3 a 1 en comparación con la faena”, explicó Jairala.
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