El nuevo ministro de Agricultura de la Nación destacó, tras la flexibilización del cepo a la carne, que llevará adelante un esquema de trabajo con las entidades de la Mesa de Enlace
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Tras la derrota del Gobierno en las PASO, Julián Domínguez asumió, en reemplazo de Luis Basterra, en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, lugar que ya había ocupado entre 2009 y 2011 durante la presidencia de Cristina Kirchner. El ministro busca, entre otros objetivos, que su cartera recobre protagonismo en medio del conflicto que se abrió en los últimos meses por el cepo a las exportaciones de carne vacuna.
“No podía esquivar al momento que me convocaba el Presidente y me comprometí a trabajar”, dijo el titular de la cartera, luego de la conferencia de prensa donde anunció la flexibilización de las exportaciones de la llamada vaca china.
Entre los temas centrales que planteó el funcionario cuando asumió, estaba el cepo a las ventas de carne vacuna al exterior que decretó el Gobierno. Por este motivo y, con los tiempos acotados, se dedicó “exclusivamente a tratar de destrabar y entender dónde estaban los problemas de la carne”.
“El presidente me pidió que resuelva los temas pendientes y todos los problemas que estaban en el sector que la pandemia había paralizado. Había que recomponer el clima de diálogo, básicamente porque era la condición para poder progresar, crecer y poder tener un horizonte de previsibilidad”, señaló.
En este contexto, dio detalles sobre cómo trabajará con el sector. “La metodología de trabajo que le propusimos a la Mesa de Enlace es trabajar previamente con los equipos técnicos una reunión semanal y, a la vez, una reunión cada 60 días con los titulares de las entidades”, señaló.
Según describió, el problema que plantearon las entidades del campo en la reunión es que había vaca vieja en los campos que no se podía vender, que son de zonas marginales y de productores chicos. “Estimamos que son 140.000 cabezas, alrededor de unas 22.000 toneladas. La vaca se va completa, con los siete cortes incluidos que estaban prohibidos. Se inició el proceso de apertura de mercado chino que hoy es una aspiradora ilimitada de demanda de carne. Esta apertura resuelve este problema, para que nadie mejicanee a los productores en la compra con los precios”, explicó.
Según un relevamiento que realizó su ministerio, en cámaras frigoríficas hay 50.000 toneladas de carne vacuna. Señaló que con la restricción a las exportaciones, “hubo alguien que se benefició y alguien que perdió: el productor, la parte más débil”.
En la implementación de la nueva apertura, dijo que le pedirá al Senasa un control físico para que se priorice eso. “No un control informático, porque a veces venden gato por liebre. Quiero que se cumpla el problema que se me planteó. Serán las categorías D y E. Voy a ser obsesivo en la metodología de trabajo si no no nos entendemos y es la torre de Babel”, remarcó.
En cuanto a las restricciones impuestas desde el 20 de mayo pasado, el ministró no obstante las defendió y destacó que “siempre debe haber una ecuación que ordene” y que toda la cadena debe pensar cómo se cuida a la carne, porque “si es por la demanda de China, se vende las 53 millones de cabeza de ganado”.
“La carne es un bien público y cultural. Aunque a la Mesa de Enlace no les guste y quieran mercado libre, yo tengo como Estado la tarea de fijar reglas y principios generales para que todo el mundo tenga claro las reglas de juego y un modelo que organice el negocio y para no volver unilateralmente a discutir que abro, que cierro. Esta historia hay que terminarla”, dijo.
Para el funcionario, la decisión que tomó “de ninguna manera altera el espíritu de la ecuación del Ministerio de Desarrollo Productivo” y dijo que seguramente se va a prorrogar la resolución vigente del cepo -más allá de la apertura para la vaca para China- hasta el 31 de diciembre. “Yo me comprometí a no cambiar las reglas. Estas reglas estaban fijadas y quedaba por resolver un problema serio que era la vaca vieja”, indicó. Asimismo, señaló que es importante olvidarse de las palabras cupo y cepo “porque genera angustia e incertidumbre”.
El precio de la carne
En cuanto a si la apertura de la exportación de la vaca conserva y manufactura provocará una suba en el precio de la carne, dijo que “los precios se están recalentando por estacionalidad”.
“Lo estamos viendo desde la semana pasada. No es un tema que depende de nosotros. Tenemos la certeza que de ninguna manera afecta el precio del mercado interno”, dijo.
“Lo que sí depende de nosotros es que se pueda cumplir el acuerdo que el ministro de Desarrollo Productivo hizo y que los frigoríficos abastezcan los cupos que se comprometieron hasta fin de año. Yo tomé el modelo preexistente porque lo que no quería era modificar las reglas de juego”, agregó.
Otro de los temas que Domínguez quiso poner en la mesa cuando se hizo cargo de su cartera fue que su ministerio recupere las competencias que había perdido. “En este momento, el Presidente tiene en su despacho a la firma el decreto donde vuelven todas las competencias propias del Ministerio, básicamente en los temas de discusión de la carne. Que todos los temas de este ministerio se discutan y se resuelvan en este ministerio”, remarcó, en alusión a que anteriormente muchas de las cuestiones del sector se dirimían en la cartera de Desarrollo Productivo y en la Secretaría de Comercio a cargo de Paula Español.
Señaló que su cartera asumió el compromiso que las decisiones se van a resolver de manera federal: “Son las provincias las van a definir las políticas para sus provincias y yo me voy a ajustar a eso. Hay un exceso centralismo en la Argentina. Les pedí a las provincias que trabajen con las entidades. Voy a trabajar para que el Consejo Federal Agropecuario sea el ámbito donde se resuelvan las políticas públicas de este Ministerio”.
Por otra parte, destacó que trabajará para que la ley de semillas se discuta en el Congreso. “Comprometí a los ministros de las provincias que, presentada la ley en el Congreso, vayamos allí a discutir la ley. Mi compromiso llega a ir al Congreso para debatir con todos los ministros de las provincias, de eso no tengan dudas”, señaló.
Consultado sobre la merma prevista en la superficie de soja para la campaña 21/22 -unas 400.000 hectáreas menos- y si eso tenía una relación con las retenciones, dijo que a este tema no lo va a discutir. “No es un tema, salvo que vea que haya una situación compleja porque, lo que te falta de soja, lo tenés de maíz.
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