Los operadores de la cadena cárnica adelantaron que, pese a la falta de hacienda terminada, el consumidor no va convalidar una suba considerable; “se va a vender menos carne si suben los precios”, destacaron, aunque sí dijeron que aumentará el precio del novillo de exportación
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En el comienzo de un nuevo mes y con una inflación proyectada por el mercado del 25% para enero, los operadores de la cadena cárnica no tienen claro qué es lo que puede llegar a pasar con los precios de la hacienda en pie y, como consecuencia, con el valor de la carne vacuna en los mostradores.
Además del índice inflacionario, las variables de incertidumbre que enfrenta el mercado ganadero son muchas. Entre una sequía que hizo estragos y provoca en la actualidad una gran falta de hacienda terminada para comercializar, la economía todavía no vislumbra señales claras de una mejora fehaciente.
Esto se da en un contexto en el que hubo fuertes subas del precio de carne en diciembre pasado, que no fueron convalidadas por los consumidores en enero. En el último mes de 2023, según el relevamiento del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) el promedio de los cortes vacunos tuvo una suba de 40,9%, el del cerdo 39% y el del pollo, 21,7%. A su vez, según el Indec, la carne de vaca subió entre 34 y 40,3%, según los cortes, una cifra superior a la del índice de inflación, que fue de 25,5%.
“El Gobierno no muestra signos de lo que puede llegar a pasar. Sabemos que el dólar va a complicarnos y la exportación y la falta de hacienda nos va a comprometer el negocio. Seguramente en los momentos que falte un poco más de hacienda, la suba del kilo vivo va a superar la inflación o al menos la va a acompañar y, en los momentos que estemos abastecidos, regularemos”, dijo a LA NACION Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA).
El matarife advirtió que en la actividad saben que “se va a vender menos carne si suben los precios”, aunque señaló que los costos que tienen se incrementan a diario. “Las paritarias de los trabajadores de la carne van influir en los costos ya que los subproductos (cueros, achuras, sebos y huesos) están muy bajos y no acompañan a la inflación. Esto hace que lo recaudado no alcance para cubrir fletes y servicio de faena”, explicó.
En esa línea, Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) confirmó que la falta de hacienda ya empezó a notarse desde la semana pasada, aunque aventuró que, “si sigue habiendo ingresos menores a los habituales, es posible que siga habiendo modificaciones de precios hacia arriba”.
“¿Qué tan alto van a ir los valores? La verdad que es difícil pronosticarlo, pero se supone que no muy alto porque el poder adquisitivo de la gente cada vez es menor y es muy probable que no convaliden aumentos de precios muy altos. De todas maneras, los aumentos vienen para quedarse porque la oferta de hacienda va a ser escasa”, aseguró.
Entre los motivos de la suba, Schiaritti recordó el millón de terneros menos que va a haber, la fuerte liquidación de vacas que hubo el año pasado y la falta de pasturas, todo producto de la sequía. “La vaquillona no va a ir al mercado como carne, sino se va a retener en el campo. Además, si la lluvia acompaña y si el criador tiene hacienda y pasto para alimentarla, va a salir a vender el ternero muy lentamente y entonces no se van a abarrotar los corrales [de los feedlots] como ocurrió el año pasado”, explicó.
Con una mirada en las dos patas del negocio, Carlos Colombo, martillero de la firma Colombo y Magliano, dio detalles de lo que podría pasar en la cadena cárnica en los próximos días. “Casi con seguridad, en la hacienda para faena en febrero vamos a ver un pequeño salto. Está entrando poco y todo está relativamente firme. Se estipulaba que iba a faltar algo de hacienda gorda. Lo que estamos viendo es que está faltando sobre todo la categoría de ese novillo de 400 a 500 kilos, ni hablar de lo que es todo el segmento de novillo de exportación, el novillo Hilton pesado, eso se va a pagar muy bien por falta de oferta”, describió.
En cuanto al consumo liviano (ternero de 300 kilos o hembra de 270-280 kilos), dijo que es lo que más escasea y que este mes esos valores se van a recomponer: “Siempre, con el inicio de las clases, febrero y marzo son meses que se reacomodan los precios. Esta semana dan una lluvia general bastante grande, así que eso va a ayudar al tema de los valores: subirá entre un 5 y 10% el precio de lo que es faena”.
Con reservas, Víctor Tonelli, consultor ganadero, remarcó que en el Mercado Agroganadero (MAG), con el kilo vivo de novillito entre $1700y $1800, los valores actuales deberían mantenerse con el correr de los días, esto “lo pone a un 15% por arriba del promedio de enero”. En este sentido, indicó que no ve que el consumo en lo inmediato esté por arriba de lo que está ahora ya que “hoy, trasladado al consumidor, está dando un asado de arriba de $7000, que es un numerazo”.
“Las faenas van a ser cada vez más escasas, ya noviembre y diciembre mostraron una caída por arriba del 10%, respecto de los volúmenes de los mismos meses de un año atrás. Eso indica con claridad que el proceso de retención o recuperación de stocks ya se inició y va a ir aumento. Estimo que para todo el año va a haber como mínimo un millón y medio menos de cabezas de faena”, explicó.
“La exportación definitivamente va a subir y el novillo pesado va a subir. No hay y se ha abierto el mercado Kosher (a Israel) y están la cuota Hilton y la nueva cuota americana: hay mucha demanda para lo que es exportación de novillo y hay muy poca oferta. Así que es probable que el novillo pesado para exportación con cuota supere al consumo, cosa que hace muchísimos años que no ocurría. La vaca también está con muy buen valor y va a seguir valiendo muy bien”, agregó.
Terneros
En relación a la invernada, donde próximamente comienza la zafra de terneros, Colombo destacó que también habrá buenos precios porque el clima viró, está lloviendo en algunas zonas y hay buena oferta forrajera donde, a diferencia del año pasado, “la gente no se va a desprender del ternero por el efecto de la seca”. “Todo lo contrario, el ganadero se va a poder detener y va a poder recriar mucho más. Entonces la oferta de ternero va a ser mucho más moderada, lo cual hará que suban los precios”, indicó.
Por último, Schiaritti señaló que aunque es un tanto prematuro hoy decir qué va a pasar de acá a marzo, vaticinó que en las tres semanas que quedan de mercado “va a haber un pequeño aumento del precio y esto seguramente va a trasladarse al público”. “No van a ser incrementos alocados porque no va a haber una buena recepción por parte de los consumidores”, finalizó.
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