Las compras al exterior de la carne de este producto crecieron un 95% en lo que va del año y para ello se destinaron US$15 millones, según el experto del sector Juan Uccelli
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“Día de malas noticias. Aumentamos exageradamente las importaciones de carne de cerdo, sin ninguna necesidad. Enviamos más de 15 millones de dólares al exterior, de un producto que tenemos”.
El posteo que realizó el consultor del sector porcino Juan Uccelli en su cuenta personal de Twitter mostró una realidad escondida detrás del dato alentador de los últimos días que indicaba que el consumo interno de carne de cerdo había llegado a 20,5 kilos por habitante por año.
“Hay incongruencias, no estoy a favor de cerrar las importaciones pero se trae un producto que es la carne de cerdo que hay en el país y que no escasea. La Argentina es productora de alimentos pero importa alimentos”, señaló Uccelli a LA NACION.
Según datos oficiales, la importación este año creció cerca de un 95% con respecto al 2020. Es decir, a las 14.907 toneladas que se importaron en 2020 en los primeros 10 meses del año pasado, en lo que va de este 2021 se llevan compradas 28.996 toneladas. La nota particular se dio en octubre pasado, donde hubo un incremento del 127% más con respecto al mismo periodo del año pasado: 6032 toneladas contra 2575 del mismo mes del 2020.
En este contexto, Uccelli indicó que hay que saber qué se importa y cuál es el fin, porque el techo del precio de la carne de cerdo, según el consultor, no lo marcan las importaciones sino la carne vacuna. “Somos vacadependientes, la importación no genera cambios en el precio que paga el consumidor”, destacó.
“El único que hace una diferencia con todo esto es el importador, con un producto que es escaso en el país: el dólar. En un momento de escasez de la divisa norteamericana, hay cosas más esenciales para traer de afuera, como los paneles evaporativos que se usan para regular la temperatura de los criaderos de cerdos, que no se producen en el país y se dificulta traerlos. Pero estamos trayendo carne de cerdo”, añadió.
Para el analista, el manejo de la escasez es la función primordial que tiene la economía de un país. “Ver dónde esta el compre nacional. Con Guillermo Moreno (exsecretario de Comercio de Cristina Kirchner) no hubiese ocurrido esto, porque estaba al tanto de cuanto entraba y cuanto salía de la caja”, indicó.
Según el titular de la consultora JLU, especializada en producción porcina, a alguien “se le escapó la tortuga y no controló”.
“Es sentido común. La balanza comercial del sector este año será negativa, luego que el año pasado fue un hito y dio saldo a favor, tras tres décadas que no era positiva”, describió.
En este sentido, la exportación en estos 10 primeros meses del año tuvo una reacción diametralmente opuesta y bajó un 20,9% con respecto al 2020. El año pasado, en esos meses se exportó 36.461 toneladas y este 2021 solo 28.822 toneladas. “El tema acá es el precio del dólar oficial, donde hasta marzo pasado venía acompañando la inflación pero luego se detuvo, no la acompañó y dejamos de ser competitivos”, señaló.
Sin embargo, dijo que a pesar de los vaivenes económicos que se tiene en el país, “como estrategia se debe seguir exportando para mantener los mercados internacionales que tanto cuestan conseguirlos”.
Contó que en el último tiempo la actividad atraviesa a nivel mundial una situación complicada ya que China “hizo su jugada y cerró las importaciones que llevó a que los precios caigan en todos los países, salvo en Colombia y la Argentina”.
Cerdo versus vaca
Con los datos a septiembre pasado, los argentinos consumieron el equivalente a 20,5 kilos per cápita por año de carne de cerdo: dos kilos fueron de chacinados y 18,5 kilos como carne fresca. De acuerdo a datos oficiales, en agosto pasado el consumo rondaba los 16,16 kilos equivalente habitante por año.
Para Uccelli, en 2030 los argentinos comerán 30 kilos de carne de cerdo por año y por habitante “que se los quitará a la carne vacuna que bajará también a 30 kilos por habitante por año. Por su parte, el ovino es otro candidato a sacarle kilos también”.
La cuestión pasa por la diferencia de precios al consumidor entre cortes similares vacunos y de cerdo que “es muy grosera”. En rigor, en una de las comidas preferidas por los argentinos, la milanesa, la disparidad es del doble: en septiembre pasado costó aproximadamente $800 ($797,24) el corte cuadril del vacuno y $400 el de cerdo ($397,14).
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