Afirman que la medida perjudica a operadores que no tienen plantas y que ahora dependerán de la transferencia que les realicen otras empresas
- 5 minutos de lectura'
Luego que se oficializara la distribución del cupo del 50% fijado por el Gobierno para las ventas de carne vacuna al exterior, se conocieron fuertes críticas porque, alertan en el sector, los usuarios de exportación sin plantas se quedaron al margen de la resolución y ahora dependerán de la transferencia de cupos que les realicen eventualmente otras firmas.
Según la resolución 5 del Ministerio de Desarrollo Productivo y el Ministerio de Agricultura, se repartieron entre 63 establecimientos 29.773 toneladas peso producto (sin considerar las cuotas que tiene el país, al margen del cepo). Eso regirá hasta el 31 de agosto próximo. En su articulo 6, la norma señala que las fábricas o establecimientos habilitados para exportar podrán transferir el cupo mensual a otro exportador. En el sector sostienen que eso significa para los que vendieron, pero no tienen plantas, quedar “rehenes” de que les cedan parte del cupo.
Para el consultor ganadero Víctor Tonelli, es “lamentable” la decisión que tomó el Gobierno porque dejó de lado al exportador sin planta que no solo fue quien generó el negocio el año pasado, sino que además de pagar por el servicio de faena y procesamiento corrió con todos los riesgos del negocio.
“Pese a todo esto no le dan ningún derecho para poder seguir trabajando en las exportaciones y solo pueden hacerlo si la planta les cede expresamente ante la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario cuántas toneladas le otorga. El exportador sin planta se quedó sin ningún derecho a exportar si la planta exportadora no le asigna lo que por derecho absoluto y de equidad sería de su propiedad”, remarcó.
En este contexto, Tonelli señaló que esto genera una muy “fuerte concentración” de la exportación, donde cerca del 60% del total del cupo quedó en manos de 10 empresas. “Por lo tanto, cualquiera de ellas, donde le sumen las cuotas, casi no va a sentir el fuerte impacto de la reducción, frente a otras que no le fueron asignadas cuotas que van a quedar muy menguadas”, aseguró.
Según la normativa, las fábricas o establecimientos habilitados para exportar podrán transferir todo o parte del cupo máximo mensual de exportación que les haya sido aprobado a otro exportador.
Para el consultor, las empresas con planta consiguieron lo que buscaban: “Definitivamente tiraron por la borda, sin ningún tipo de prejuicio, a todos los exportadores genuinos y grupos de productores que hicieron un gran esfuerzo para desarrollar mercados, para asumir las inversiones. Esto confirma lo que suponíamos, que claramente el Consorcio ABC logró su objetivo: sacar de la cancha a la competencia de los exportadores sin planta”.
Ante una consulta, fuentes de la exportación señalaron que creen que “algo se va a hacer con los grupos de productores y los exportadores sin planta para que los frigoríficos respeten sus performances. Es una preocupación de los funcionarios”.
En este contexto, Fernando Herrera, director de la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA), alertó que la realidad que se les presenta a sus socios es preocupante y desventajosa. “Sin herramientas debemos ponernos a negociar un bien escaso y en esa negociación saber cuál será el costo”, dijo.
“Los cupos se distribuyeron arbitrariamente porque los verdaderos dueños son los que exportaron el año pasado. Se creó la figura de faenadores sin planta y se metió en la misma bolsa a quienes triangularon y subfacturaron embarques con productores exportadores que venimos trabajando hace 20 años. Vamos por seguir con gestiones con el Gobierno porque la medida que tomaron es injusta”, añadió.
En tanto Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra), vaticinó que, “como siempre”, en la Argentina algo transitorio se va a convertir en permanente.
“La misma medida tiempo atrás la tomó Néstor Kirchner por tres meses y duró años. El Gobierno, al no encontrar solución a sus problemas económicos, busca culpables. En tanto, los trabajadores de la industria son los primeros perjudicados que recibieron un cachetazo hace 30 días y ahora le pegan más fuerte. Va a haber mucha gente suspendida y muchos despidos”, afirmó.
Otro frigorífico complicado
Cinco años atrás, en la localidad santafesina de Hughes, que tiene 6000 habitantes, capitales chinos se instalaron en el viejo frigorífico de la ciudad bajo el nombre de Black Bamboo. Hoy tienen unos 600 empleados directos y más de 120 indirectos. Antes del cupo del 50% a la exportación de carne vacuna que implementó el Gobierno venían exportando unas 1100 toneladas por mes, no solo a China, sino también a Israel, además de algo de cuota Hilton y a Estados Unidos, estos dos últimos fuera del cupo. Asimismo procesan para el mercado interno.
“A lo sumo vamos a poder procesar un 65% de lo que se venía trabajando, como muchas plantas debemos ver cómo reestructuramos el negocio. Nos pega de lleno y hace peligrar la fuente de trabajo. Veníamos complicados de antes por la brecha cambiaria y por los derechos de exportación y este es un golpe mortal para muchos frigoríficos”, contó a LA NACION Luis María Medina, director de la empresa china.
Según describió Medina, en la planta se estaban faenando unos 700 animales por día, pero ahora están analizando el trabajo a futuro, sobre todo porque no existen precisiones de hasta cuándo durará la restricción.
“El 50% de las familias que viven en Hughes dependen directamente de la empresa. En el interior sobre todo este tipo de actividad tiene un efecto multiplicador. Estamos todos muy preocupados, sobre todos los empleados. Vamos a contramarcha de lo que busca el mundo. Es lamentable que perdamos otra oportunidad de exportar proteína animal al mundo”, finalizó.
Otras noticias de Santa Fe
- 1
Nuevas tecnologías: un fondo del agro juntó US$2,8 millones e invirtió en 10 empresas
- 2
“Moderna y equilibrada”. Beneplácito en el agro de Entre Ríos por la nueva ley de aplicaciones de fitosanitarios
- 3
Opinión. Zonas de exclusión: no es el glifosato sino el asfalto el que mata la vida biológica de los suelos
- 4
Premio: un reconocido toro Angus argentino se coronó subcampeón del mundo