El stock vacuno proyectado a fin de año se ubicaría en 56,4 millones de cabezas, por encima de los 53,5 millones estimados por el Gobierno; los motivos de la diferencia
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Esta semana, el Senasa dio a conocer dos publicaciones muy útiles, una sobre los movimientos de ganado y otra sobre la primera campaña de vacunación antiaftosa de este año. En base a dicha publicación es posible estimar la faena del último mes de septiembre, proyectarla hasta fin de año, estimar la producción de terneros y el stock a fin de diciembre de 2021.
Las mismas muestran diferencias significativas con las publicadas por el Ministerio de Agricultura, que sostenían que la faena de este año cerraría en torno a 13,3 millones de cabezas y que el stock quedaría en 53,5 millones, similar al de diciembre de 2020.
Sin ánimo de polemizar, pero con la sana intención de anticipar los errores que se pueden cometer al tomar decisiones partiendo de supuestos erróneos, me propongo mostrar otros resultados a los que se puede arribar partiendo de las publicaciones oficiales de esta semana.
Con referencia a la faena de septiembre, parto de la información de envíos a faena del informe “Movimientos de animales” que indicarían que, en septiembre, salieron para ese destino 1.082.146 cabezas. Dicha estimación, sumada a las faenas realizadas entre enero y agosto de este año, totalizarían en los primeros nueve meses 9,63 millones de cabezas.
La proyección a diciembre, considerando los tres meses faltantes, al promedio de los primeros nueve meses daría una faena anual de 12,85 millones de cabezas, casi 450.000 cabezas menos que la proyección oficial.
El stock ganadero proyectado daría un número cercano a los 56,4 millones de cabezas
No encuentro razones para sostener que en cada uno de los próximos tres meses se faene un 15% más por mes que en el promedio mensual de los primeros nueve meses del año. Primera diferencia no menor, ya que 450.000 cabezas, al promedio de kilos res de los últimos meses significarían una oferta de 100.000 toneladas equivalente res menos o 2,5 kg menos por habitante/año menos.
Escenario
Para analizar la proyección del stock a fin de año parto del total de animales publicados en la primera campaña de vacunación contra la fiebre aftosa. Esa publicación confirma un stock real vacunado de 52,1 millones de cabezas a las que habría que sumar cerca de un millón más de cabezas en existencia en las cinco provincias patagónicas libres de vacunación. En definitiva, deberíamos de partir de un stock real de 53,1 millones de cabeza en existencia entre fines de marzo y mayo.
Para proyectar el stock a fin de diciembre del 2021 solo hay que estimar las salidas a faena. Para este cálculo restaremos las correspondientes a los últimos nueve meses del año que totalizan 9,5 millones y restar la mortandad que se puede estimar en un 2,5% anual por un periodo de nueve meses.
Hasta aquí estaríamos en un neto de stock menos salidos de 42,6 millones. Faltaría estimar el número de terneros nacidos en el año que ocurren en su gran mayoría entre abril y diciembre, considerando de manera conservadora un 62% de nacimientos sobre el total de vacas en existencia, tanto las vacunadas como las existentes en la Patagonia, que totalizan 22,5 millones de vientres.
Este cálculo indicaría que, hasta fin de año, podrían ingresar no menos de 14 millones de terneros. Sumando esta cantidad a los 42,6 millones del cálculo anterior, el stock proyectado daría un número cercano a los 56,4 millones de cabezas. Hagan el ajuste que consideren, pero cualquiera les dará un valor significativamente mayor a los 53,5 millones estimados por el Ministerio de Agricultura esta semana.
Efecto vaca china
Sin dudar puedo afirmar que el crecimiento proyectado del stock se debe en buena medida a la mejora en la eficiencia productiva de los vientres que, liberados de vacas improductivas gracias a los buenos valores de la exportación a China, facilitaron su reposición con animales jóvenes de mayor potencial reproductivo.
Este cambio, que incrementó la relación ternero/vientre en servicio, facilitó asimismo la mejor utilización de los recursos forrajeros y la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero medido por kilos de producto final.
Sin ánimo de parecer irreverente, y en base a la debilidad de los datos publicados, me animo a recomendar a las autoridades que, antes de tomar medidas como la prohibición de siete cortes de “vaca china” y su cuotificación, verifiquen la veracidad de las proyecciones y sus consecuencias para que el supuesto beneficio orientado al consumidor argentino, que afectará la productividad de los rodeos, no termine impactando, como en el pasado, en la oferta de carne al corto, mediano y largo plazo.
El autor es consultor ganadero
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