La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) destacó que el sector genera en total unos 400.000 empleos
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Tras el anuncio del Gobierno de suspender las exportaciones de carne por 30 días, más de 100.000 puestos de trabajo relacionados con la cadena exportadora quedan en riesgo. El dato lo brindó la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) que señaló, además, que en total “la cadena de la carne de vaca genera más de 400.000 empleos”.
“No es culpa de la carne. Al contrario, la cadena de la carne vacuna para exportar moviliza miles de empleos y vuelve con inversiones a las distintas zonas del país. Es lo opuesto a lo que necesitamos (el cierre de exportaciones) y puede provocar un efecto boomerang, volviéndose en contra desde otro lado, sin llegar a una solución real sostenible”, detalló.
Para David Miazzo, economista jefe de FADA, el freno a las exportaciones de carne vacuna no bajará la inflación. “La inflación no se origina en el precio de la carne, se origina en la emisión monetaria. No solo sube el precio de la carne, suben todos los productos y servicios de la economía. No tenemos un problema de precios, tenemos un problema de moneda, cada vez se necesitan más pesos para comprar la misma cantidad de carne, nafta o tomates”, explicó.
“Mismos precios con menos empleo y menos inversiones. La medida de frenar las exportaciones de la carne terminan en un efecto contrario. La inflación y una menor producción de carne harán que los precios terminen subiendo igual”, agregó.
En este contexto, para el experto, las intervenciones sobre las exportaciones pueden bajar los precios de la carne en el corto plazo, pero no en el mediano plazo. “Es decir, vamos a tener los mismos precios, pero menos producción, empleo, inversión y exportaciones. La cadena de carne bovina genera más 3000 millones de dólares anuales en exportaciones”, dijo.
En cuanto al aumento de precios que sufrió el producto en los últimos tiempos, la entidad detalló que uno de cada cuatro pesos son impuestos.
“En el kilo de carne pagamos 28% de impuestos. Esto tiene que ver con cómo la carga de los impuestos va pesando a medida que el producto va pasando por los eslabones de la cadena. Tiene que ver con cómo se van conformando los precios a lo largo de la cadena de los productos, en este caso de la carne. Teniendo en cuenta que los impuestos afectan al nivel de precios, pero no afectan la evolución. Es decir, bajando los impuestos ayudamos a bajar el precio de la carne por ejemplo $100, aliviando nuestros bolsillos. Luego en el tiempo por efecto de la inflación, puede que siga subiendo, pero permite ir aliviando nuestros bolsillos”, describió el estudio.
Asimismo, indicó que el cierre de las exportaciones es lo opuesto a lo que se necesita para salir adelante. “El problema de la Argentina no es que la carne. Venimos perdiendo poder adquisitivo desde el 2018, como consecuencia de la caída de la economía, la inflación y la devaluación. Lo que necesitamos es generar más empleo, actividad económica e inversiones”, señaló.
Por último, FADA puntualizó que la carne que se produce alcanza para abastecer el mercado local y a la vez exportar. “La Argentina no cuenta con un problema de abastecimiento al mercado interno. Consumimos 48 kilos carne vacuna por persona por año pero, a su vez, exportamos el 29% de la producción. El problema es el acceso al consumo de carne vacuna, por falta de generación de empleo e ingresos, con pérdida de poder adquisitivo”, finalizó Nicolle Pisani Claro, economista de la entidad.
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