En 2024 la Argentina colocó en el mundo 14.023 toneladas, la mayor cifra de los últimos tres años; en el mercado interno cada habitante comió el equivalente a 22,48 kilos
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Las exportaciones del sector porcino subieron en 2024 un 70,4% y registraron así el mejor registro de los últimos tres años, aunque todavía se encuentran lejos del récord de 2020. Así se desprende de un informe anual realizado por JLU Consultora, de Juan Uccelli. Más allá de la performance del año pasado, en la actividad vienen alertando sobre una pérdida de competitividad.
Según el reporte, las ventas al exterior de 2024, que se hicieron a destinos como China, Uruguay y Costa de Marfil, alcanzaron las 14.023 toneladas, superior a las 8229 toneladas de 2023 y bien por encima de las 2886 toneladas de 2022. No obstante, las exportaciones, como se mencionó, están por debajo del récord de 2020, cuando en el mundo se colocaron 42.237 toneladas.
“Aún no hay una cultura de exportación. La exportación siempre es un negocio de continuidad y no de oportunidad y en el 2024 nos dimos cuenta tarde de que teníamos que exportar para compensar el mercado interno y cuando lo hicimos en junio la intención duró solo tres meses hasta que el precio interior era mucho mejor que en el exterior”, comentó Uccelli.
En este marco, en los últimos cuatro meses la Argentina perdió competitividad internacional debido al aumento del precio del cerdo en dólares, mientras que grandes productores como Estados Unidos y Brasil experimentaron caídas pronunciadas. Esta situación colocó a la producción porcina argentina como una de las más caras en dólares en comparación con diciembre del año pasado.
“Cuando comparamos los precios dolarizados del capón de Argentina, Brasil y EE.UU. como también con el precio dolarizado del vacuno en el MAG de Cañuelas, observamos un aumento en el valor del cerdo en pie y del vacuno argentino, mientras que del otro lado una caída del precio del cerdo en EE.UU. y una muy fuerte caída en los valores de Brasil, marcados por una fuerte devaluación del real con respecto al dólar americano”, indicó.
Respecto de las importaciones, el año pasado alcanzaron un volumen de 19.351 toneladas, un incremento del 28,4%. “Tanto la exportación como la importación están directamente relacionadas con el valor del dólar y que no solo afecta al sector porcino, sino a todos los que quieren exportar, no importa el rubro. A esto le tenemos que sumar la fuerte devaluación del real en Brasil que empezó en octubre y ha generado una distorsión muy grande de precios que complica poder exportar competitivamente y no fomentar la importación de productos que hacemos acá”, indicó el especialista.
En este contexto, según Uccelli el 2024 fue un periodo de altibajos para el sector porcino argentino, marcado por un primer semestre complicado y un cierre de año que superó las expectativas iniciales. “El 2024 se puede dividir en dos momentos: un primer semestre muy malo y los otros seis meses restantes que pasaron de interesantes a muy interesantes”, explicó a LA NACION.
Desde 2003, la producción porcina ha generado resultados positivos de forma consecutiva e ininterrumpida. El 2024 no fue la excepción, con un consumo de 22,48 kilos per cápita, de los cuales 20,75 kilos fueron de carne fresca y 1,75 kilos de los chacinados. Fue récord. En 2023 el total había sido de 21,17 kilos por habitante por año.
Sin embargo, en el sector hubo noticias que generaron preocupación. A modo de ejemplo se registró una caída de 581 establecimientos, un 23,6%, versus el registro de 2022. Sucedió sobre todo en el primer semestre del año en un marco de costos en alza y reacomodamiento de las variables económicas. De acuerdo al reporte, de 1882 establecimientos en 2024, 1198 se catalogaban como chicos, 601 medianos y 82 grandes.
Con la disminución de los establecimientos se redujo la cantidad de mano de obra empleada de forma directa en el sector. Según el informe, este punto es importante ya que la cantidad de personas que participan por cerda en unidades de pequeños productores son más altas que las que participan en las de grandes productores. “Tan solo hace 8 años el aporte del sector primario era el doble de personal”, señaló.
Por otra parte, hay un tema impositivo que preocupa: el IVA inversiones. “El negocio para el mercado porcino se vende al 10,5% del IVA, mientras que los insumos que se utilizan para hacer la principal inversión, que es el criadero de cerdos, es caro, alcanzando un IVA del 20%, que es irrecuperable”, destacó.
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