La Comisión Europea le pidió al parlamento que retrase por un año la puesta en marcha de la medida que impide la importación de soja, carne, café y algunos aceites, entre otros productos, de áreas que no fueron deforestadas después de 2020; entraba en vigor el 1° de enero próximo
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Tras las numerosas críticas de los países exportadores e, inclusive, de las propias naciones del bloque, la Comisión Europea (CE) realizó un pedido formal hoy al Parlamento de retrasar por un año la entrada en vigencia de una norma que impedía la exportación de soja, carne, café y aceite de palma, entre otros productos, de zonas donde se hubiera deforestado después de 2020.
“Teniendo en cuenta los comentarios recibidos por socios internacionales sobre el estado de sus preparativos, la Comisión también propone dar a las partes interesadas tiempo adicional para prepararse”, anunció la CE en un comunicado desde Bruselas, según consignó la agencia AFP.
La noticia fue bien recibida en la Argentina por parte del sector agropecuario en su conjunto como así también el gobierno nacional. En un comunicado, la Secretaría de Agricultura valoró la propuesta de postergación del reglamento de la UE para productos libres de deforestación. “Desde el inicio de la propuesta de reglamento, la Argentina expresó sus preocupaciones y cuestionamientos respecto a varios aspectos de esta medida unilateral, y presentó distintos reclamos ante la UE, tanto en forma individual como en gestiones conjuntas, con un grupo numeroso de terceros países, de manera bilateral y ante los foros multilaterales correspondientes”, dijeron en la cartera agrícola.
“Nuestro país cuestiona la compatibilidad del reglamento con la normativa de la OMC (Organización Mundial del Comercio), que exige que este tipo de medidas no se constituyan en una barrera encubierta con efectos distorsivos sobre el comercio internacional. Se manifestó asimismo la preocupación por la falta de precisiones sobre la implementación del reglamento, que generaban incertidumbre entre los operadores comerciales, a solo tres meses de su posible entrada en vigor”, agregaron.
A su vez, la Sociedad Rural Argentina (SRA) sostuvo: “Ponemos en valor la decisión que ha tomado la Comisión de la Unión Europea de posponer y rever la aplicación de la norma 1115/2023 respecto de la deforestación agregada para los productos con destino a ese mercado”.
En ese sentido, el presidente de la SRA Nicolás Pino expresó: “Creemos firmemente en los consensos basados en trabajo y discusión con participación efectiva y no en las oposiciones públicas extremistas que solo llevan confusión a los productores”.
En tanto, los exportadores de oleaginosas y cereales también se manifestaron. Al respecto, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) celebró “la reprogramación de la implementación del reglamento europeo de libre deforestación”.
Para los exportadores ahora se deben buscar “mesas de negociación para revisar algunos aspectos como la segregación física y el no reconocimiento de la legislación nacional sobre bosques”. Esta medida de la CE comprendía exportaciones argentinas de harina de soja y carne por unos US$4600 millones al año.
Gustavo Idígoras, presidente de Ciara-CEC, dijo que la propuesta de la Comisión Europea de impulsar un retraso de 12 meses de enero del 2025 a diciembre del 2025 “es claramente una decisión correcta”.
“El reglamento europeo es un reglamento excesivo en materia de requerimientos, más allá que VISEC es uno de los sistemas más avanzados en materia de trazabilidad y verificación de cumplimiento de dicho reglamento. Claramente nos da una oportunidad para seguir mejorando y trabajando en este proceso”, indicó.
“Ahora creemos que es imperativo que el Parlamento Europeo en la próxima sesión antes de fin de año, trate este tema y que lo apruebe para darle tranquilidad a todos los productores y exportadores de nuestro país de que no habrá ningún tipo de sanción o problema de arribo de nuestras mercaderías a partir del 1° de enero del 2025″, agregó.
En detalle, Andrés Costamagna, director y miembro de la Comisión de Sostenibilidad de la SRA, puntualizó algunos aspectos de la solicitud de la CE: en primer lugar la postergación por un año, también la revisión de algunos parámetros y por último informó que, según la metodología de riesgo de la Unión Europea que va a funcionar, la mayoría de los países están con riesgo bajo.
“Esto era un pedido que la SRA como otras organizaciones venían haciendo desde hace por lo menos dos años en las charlas bilaterales que tenían. Se trata de un pedido formal de la Comisión Europea al Parlamento Europeo de que posponga la entrada en vigencia de la 1115.2023. Era algo que también venía pidiendo Brasil”, dijo.
Sin embargo, para Costamagna el disparador fue de parte de los propios empresarios europeos. “La decisión no tiene mucho que ver con las protestas de la Argentina y de Brasil, sino que tiene que ver con que hay 14 países en la UE que entrarían en profundas dificultades y cámaras de empresarios europeos, por ejemplo del papel y del cartón, que han pedido la postergación”, indicó.
“Es una postergación por cuestiones internas más que por el ruido externo. Ellos tienen problemas para cumplir en Europa y crearon una normativa que no es cumplida por los europeos y cómo lo van a exigir a otros países”, explicó a LA NACION.
Según destacó, fueron ese tipo de iniciativas las que llevaron a esta decisión. Además de dicha postergación, las cámaras del papel y del cartón también pidieron revisión de algunos parámetros. “Eso nos ha dado la oportunidad de nuevas negociaciones para que algunas cuestiones y términos se cambien o se deroguen y que el espíritu general de revertir la desforestación ilegal a nivel global vuelva a ese carril. Porque fue una exageración y ambición de los parlamentarios europeos que quisieron detener toda la desforestación, la que cada país propone bajo su ley y la que es ilegal. Pero siempre el espíritu de los consumidores fue detener la ilegal. Y esto fue un exceso de ambición que tuvo la reacción que tuvo”, dijo Costagmana.
Si bien falta los pasos formales y que se expida el Parlamento para que quede finalmente suspendida, la probabilidad de que su veredicto sea favorable es de casi un 100%. “Resulta bastante improbable que, ante un pedido de la Comisión, el Parlamento no oiga ese requerimiento. Esta semana o la próxima el Parlamento debería dar su dictamen. Hace unos días el mismo Parlamento dijo que no tenía ningún pedido formal, ahora sí lo tiene, por lo tanto lo tiene que tratar. Normalmente cuando lo pide la Comisión, el Parlamento no le niega el pedido”, dijo el directivo de la SRA.
Ahora también, un tema no menor y determinante es que ya terminaron la metodología de evaluación de riesgo, ya dijeron cómo lo van a hacer: “La mayoría de los países, incluida la Argentina, quedaron en riesgo bajo. Eso es un gran avance. Además de posponer, han habido algunas correcciones también que la Comisión Europea dijo lo tiene que rever. Algunos de esos cambios tienen que ver con degradación de suelo, legalidad, flexibilidad en cuanto a la documental a elevar sobre comunidades, reservas y aspectos laborales que también incluía la norma”.
Para Carlos Castagnani, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), “la postergación de la normativa es en principio un alivio para los productores, que venían enfrentando una medida injusta que no consideraba la realidad de las prácticas productivas y el esfuerzo por la sustentabilidad en el campo.”
“Desde CRA hemos defendido siempre que las normativas internacionales deben respetar las particularidades locales. La postergación de esta medida es un reconocimiento a nuestras demandas, pero seguiremos trabajando para que se tenga en cuenta el contexto del productor argentino”, señaló el dirigente.
En esa línea, el productor Santiago del Solar, indicó: “Era lógico que iba a pasar esto porque era de cumplimiento imposible. La UE se iba a desabastecer a partir de enero de harina de soja, de carne, de cacao, de café y de madera. No era un camino posible, internamente no se iban a permitir y tampoco los países exportadores lo íbamos a cumplir y demostrarlas de la manera que ellos quieren. Y esto se postergará más tiempo, más adelante. Es un logro de los países que demostraron su firmeza diciendo esto es incumplible”.
Para Del Solar, habitualmente la Unión Europea es de prohibir cuestiones como estas y después lo vuelve a postergar. “Lo que tenemos que hacer nosotros como país es negociar, pero con las herramientas que tenemos, demostrándolas a los europeos que tenemos el Renspa, carta de porte, que internamente tenemos una manera de demostrar que nuestra soja, nuestra carne se hace de manera sostenible. Tenemos nuestras leyes y un Estado europeo no puede decir que es ilegal lo que es legal en la Argentina o en Brasil”, finalizó.
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