El analista ganadero Francisco Ravetti señala en un informe que las ventas al exterior no influyen sobre el mercado local, que el sector no forma precios y que gran parte de lo que se coloca en el mundo no tiene consumo masivo interno
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En medio de la polémica que abrió el Gobierno por la carne vacuna al cerrar sus exportaciones por 30 días, varias preguntas surgen en este contexto: ¿sube porque aumentaron las exportaciones? ¿al exterior va la mejor carne y la que queda es de menor calidad? ¿la carne está más cara porque también se incrementaron los precios internacionales? ¿vale más que en Europa?
Francisco Ravetti, analista ganadero de AZ-Group, realizó un informe donde aborda seis mitos (y verdades) sobre este producto emblemático para el país.
Mito I. La carne sube en el mostrador de la carnicería cuando aumentan las exportaciones
Según el experto, en los años de exportaciones mínimas (de 2011 a 2016) los precios de la carne fueron superiores a los de los años de exportaciones récord (2019-2020). A modo de ejemplo, en 2014, con exportaciones limitadas a 212.351 toneladas, el precio constante de la carne, a valores históricos actualizados a hoy considerando la inflación, era de 627 pesos el kilo considerando esa variable. En tanto, en 2020 con 903.197 toneladas el valor en moneda constante se ubicó en 581,99 pesos el kilo de carne en moneda constante.
“El mensaje es claro. No hay una correlación directa entre el aumento de exportaciones y el incremento del precio de la carne en el mercado interno. La verdadera problemática del consumidor en la actualidad hay que buscarla en otros orígenes”, dijo el experto.
Mito II. La exportación se lleva la mejor carne y los argentinos consumen un producto de menor calidad
“El 75% de nuestras exportaciones se dirige hacia China y el principal producto embarcado es carne proveniente de la faena de vacas conserva y para manufactura, que internamente solo es demandada por la industria (de hamburguesas, por ejemplo) o para mezcla con carne picada. En cambio, los chinos la eligen para comerla en cubos o con cocciones largas y sopas. Dos cortes muy demandados por los importadores del gigante asiático son el garrón y brazuelo, y otros del cuarto delantero de menor relevancia en la dieta de los argentinos”, explicó Ravetti.
Detalló que el 25% restante está compuesto por compras de Israel, la Unión Europea, Chile y Rusia. De los cuatro, solo la Unión Europea lleva cortes de muy alta calidad, que representan nada más que el 8% de nuestros embarques.
“La mayor parte de la carne que se exporta es de una calidad que no demanda el consumidor argentino promedio. Los principales cortes que se consumen en nuestro país son el asado de tira, vacío, matambre, entraña, achuras, bola de lomo y nalga para milanesas”, indicó.
Mito III. El precio internacional subió y eso repercute en las cotizaciones internas de la carne vacuna
Para el analista, si se analizan las cotizaciones internacionales de la carne vacuna por año, exceptuando 2020 que fue un período extremadamente difícil por las restricciones comerciales que provocó la pandemia, todas cayeron más de un 25% en promedio.
“Cayeron los precios en 2021 vs 2019 y años anteriores en Europa. En China e Israel ocurrió lo mismo. Entre estos tres mercados se concentra más del 90% de las exportaciones argentinas”, señaló.
Mito IV. Los ganaderos son formadores de precio
Según el reporte, el sector ganadero está atomizado. “No hay ningún productor o comprador que maneje o forme el precio”, dijo el analista de AZ Group.
Según el Censo Agropecuario de 2019, el sector está compuesto por 203.381 empresas ganaderas y el 87% de los establecimientos no tiene más de 500 cabezas. Solo 78 establecimientos tienen más de 10.000 cabezas.
En tanto, los primeros 10 frigoríficos concentran el 18% de la faena, según datos del Ministerio de Agricultura. Según el Censo, había 374 plantas activas y 3508 usuarios de faena en 2019.
“Los datos indican que el ganadero es un mercado de competencia casi perfecta, con muchos operadores del lado de la oferta y de la demanda, que no pueden manejar los precios de la carne al público”, señaló.
Mito V. La carne argentina es la mejor del mundo. Si se pierde un mercado, es fácil recuperarlo.
“En el comercio mundial de carnes hay una competencia feroz entre los oferentes, representados por los países limítrofes, los de Oceanía, los de la Unión Europea y Estados Unidos. Pugnan salvajemente por captar la demanda de los importadores, que se aprovechan de esta situación”, remarca el experto.
“En estos días, en China se realiza la exposición SIAL de productos alimenticios, en la que la Cancillería argentina había instalado un stand para promocionar las bondades de la carne argentina. Las autoridades chinas y nuestros principales competidores están desconcertadas y no entienden qué está pasando en nuestro país”, apuntó Ravetti.
Recordó que hasta el año pasado Polonia era un gran exportador de carne Kosher hacia Israel. En un momento decidieron retirarse y quedó una cuota importante que se adjudicó a la Argentina. “Ahora nos retiramos de ese mercado después de arduas negociaciones para haberlo conquistado y queda el cupo vacante dándole la oportunidad de ocuparlo a Uruguay y Paraguay”, indicó.
“La calidad de la carne argentina es reconocida, pero nuestros principales competidores han mejorado notablemente sus índices productivos y su genética. Así, la brecha entre distintos países se va achicando cada vez más. Hoy no alcanza con decir tengo la mejor carne del mundo para conquistar mercados”, señaló.
Mito VI. Los argentinos están pagando lo mismo que los consumidores de carne de Europa
El analista señaló, en este punto, que en Francia el lomo cuesta 32 euros por kilo (3680$/kg si se considera el dólar oficial); el bife angosto, 21 a 29 euros por kilo (2415 a 3335$/kg); churrascos, 10 euros por kilo (1150$/kg). En España, un chuletón de vaca madurado cuesta entre 21 y 29 euros y un solomillo vacuno, 32 euros por kilo.
“En Alemania, la carne sin hueso tiene precios que oscilan de 28 a 40 euros. También hay cortes Premium que cuestan 60 euros por kilo. Un bife argentino en un supermercado de Alemania vale alrededor de 40 euros el kilo. En China, un kilo de bife de ternera cuesta 80 yuanes, equivalentes a 13 dólares”, comparó.
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