Según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), el consumo de carne vacuna retrocedió un 6,8% versus igual mes de 2023; atribuyen la merma a la caída del poder adquisitivo
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En medio de un contexto marcado por la escalada de la inflación, el consumo de carne vacuna registrado por una entidad sufrió en enero pasado una brusca caída del 6,8% versus igual mes de 2023. El consumo aparente habría quedado en el equivalente a 50,3 kilos por habitante por año y la previsión de los expertos es que la tendencia no se revierta en los próximos meses: por el contrario, podría agravarse.
“La caída en el consumo de carne está estrechamente ligada a la pérdida de poder adquisitivo. El consumidor tiene cada vez menos dinero disponible y termina tomando decisiones de compra basadas en el bolsillo y no en sus preferencias”, señaló Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), que elaboró un informe. No obstante, consideró que dadas las condiciones económicas y de ingresos actuales esta caída “podría haber sido aún más pronunciada”. De acuerdo con Ciccra, el mes pasado se consumieron en la Argentina 186.300 toneladas equivalentes res con hueso, una merma de 13.600 toneladas respecto a enero de 2023.
El directivo anticipó que se espera que febrero y marzo sean meses de escaso consumo, dados los aumentos en la inflación y otros factores. Sin embargo, prevé una leve recuperación del consumo a partir de abril y mayo, debido a una mejora en los niveles de ingreso de la población. “Si bien la caída podría prolongarse, no vemos una situación tan crítica como 2001, año en el que el consumo de carne disminuyó más del 50%. En aquel entonces la gente dejó de comprar proteína para optar por otros productos”, recordó.
Para Schiariti, si continúa el aumento del precio de la carne el consumidor eventualmente establecerá un límite. En enero último el aumento interanual de la carne vacuna fue del 377,4%, superando ampliamente la inflación general que alcanzó un 254,2% en 12 meses. No obstante, el mes pasado el incremento del producto se mantuvo por debajo del índice del Indec [20,6%], llegando al 19,2%. Venía de experimentar un gran salto en diciembre de 2023, con un aumento mayor al 40% debido a expectativas de cambio de gobierno, sequía y otros factores. Esto según los datos aportados por el Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva).
“El consumidor va a poner un techo así como pasó en diciembre pasado cuando los precios en el mercado de hacienda habían aumentado un 50%. Cuando el sector distribuidor quiso trasladarlo, no pudo porque no se vendió. Entonces, los precios se retrotrajeron a la semana anterior. Me parece que, como esto viene aumentando lentamente, en algún momento el público va a decir basta. No va a seguir aumentando de manera indefinida”, sostuvo Schiariti.
Ante una consulta de este medio, el analista ganadero Víctor Tonelli remarcó que “la caída en el consumo es evidente”. Estimó que ya hubo una baja mayor en el consumo per cápita, de 52 kilos a 44/45 kilos. Al igual que Schiariti, atribuyó esto, principalmente, a la disminución del poder adquisitivo. “En enero de este año el salario registrado, según los datos publicados por el Indec, cayó un 19% respecto a la inflación. Es decir, el salario promedio perdió 19 puntos en relación con la inflación y, al compararlo con el precio del consumo de carne, la pérdida alcanzó los 40 puntos. Esto muestra claramente que el consumidor ha perdido poder adquisitivo en relación a la carne”, dijo.
Por otra parte, Tonelli anticipó que las ventas al exterior, mientras cayó la demanda del producto en el mercado local, tuvieron una buena performance. “Estaría creciendo a cerca de 90.000 toneladas equivalente de res con hueso [mensual], cuando veníamos de exportaciones de 75.000 a 80.000″, aclaró. Para el consultor, el salto tuvo que ver con las medidas de liberación del mercado implementadas por el nuevo gobierno. “Cumplió con su promesa de eliminar todo tipo de restricciones, cupos y cuantificaciones en la provisión de siete cortes que afectaban considerablemente la competitividad exportadora”, señaló el experto.
En este contexto, para Tonelli esta tendencia va a continuar. “La oferta va a disminuir y las exportaciones aumentarán proporcionalmente debido al crecimiento de la competitividad exportadora y a la continua pérdida de poder adquisitivo del salario respecto a la inflación”, opinó
En tanto, de acuerdo a los datos de Ciccra, las exportaciones de carne vacuna -excluyendo los envíos de hueso con carne a China- se habrían ubicado en 80.000 toneladas res con huso. Según el reporte, este mantenimiento en los niveles de las ventas al exterior, similar a los registrados en los últimos meses de 2023, marcó un incremento del 9,1% en comparación con enero del año anterior.
Esto a pesar de que durante enero de 2024 la producción de carne vacuna, de 266.000 toneladas res con hueso, resultó un 2,5% inferior a la de enero de 2023. “En enero de 2024 el número de cabezas faenadas por la industria frigorífica vacuna volvió a caer tanto con relación a diciembre, al corregir la serie por el número de días laborables, como con respecto a enero de 2023, si bien en términos históricos continuó siendo elevado el nivel de actividad sectorial”, indicó. Para Ciccra, el total faenado de enero fue de 1,158 millones de cabezas de ganado. “En términos mensuales se verificó una retracción de 4,1% corregida por el número de días laborables, y en términos interanuales la caída fue de 3,2%”, dijo.
El caso del pollo
En medio de la retracción de la carne vacuna, muchos se preguntan por la suerte de otros productos alternativos, como el caso del pollo. Al respecto, Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), afirmó que, frente a la caída del consumo de carne vacuna, “no se visualiza un gran potencial de crecimiento en el consumo de carne aviar”. Agregó: “No hay mucho margen para crecer, ya que estamos llegando a un punto de consumo significativo”.
Allí estimaron que el consumo se mantendrá en niveles similares a los del año pasado, con 48/49 kilos por habitante. En cuanto a la producción, esperan un aumento del 2% que se destinaría principalmente a la exportación una vez que se reactiven los principales mercados luego de la gripe aviar en el país.
En relación con la faena de enero, se registraron 66 millones de ejemplares, lo que representó más de 3.050.000 pollos por día. Esto representó un crecimiento notable en comparación con enero del año pasado, cuando se faenaron 61 millones.
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