En entidades de base de los productores consideran que, a casi quince días del anuncio del Gobierno, la falta de oficialización de la medida representa una “palabra incumplida”
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Por la demora del Gobierno en oficializar la flexibilización del cepo a las exportaciones de carne vacuna para China, medida anunciada hace casi quince días por el ministro de Agricultura Julián Domínguez, crece el malestar en las entidades agropecuarias de base del interior. Allí apuntaron contra el Gobierno por “faltar a su palabra”.
Para Juan Diego Etchevehere, director de la Sociedad Rural Argentina (SRA) Distrito Entre Ríos, “una vez más el campo argentino ha sido defraudado por las autoridades nacionales”. El dirigente recordó que el anuncio se hizo públicamente en su momento ante cinco gobernadores y la Mesa de Enlace, pero fue una “palabra incumplida”.
En diálogo con LA NACION, Etchevehere agregó: “Es lógico que, ante los permanentes castigos que recibe el campo, en el ánimo del productor exista la desconfianza, la bronca y el permanente temor a continuar siendo usados por las políticas electoralistas”.
“El ministro Domínguez reitera la conducta que mantuvo durante su ejercicio anterior, entre 2009 y 2011 (Domínguez también fue ministro de Agricultura en ese período); es decir, doblegar al productor con falsos anuncios hasta que deba aceptar las políticas intervencionistas impulsadas por este Gobierno”, señaló el ruralista.
“La realidad indica que la Argentina exporta hoy menos carne que hace 97 años. En 1924 enviaba al exterior 981.000 toneladas, mientras que en 2020 se exportaron 903.000 toneladas; solo creció la inflación, la pobreza y la desinversión”, comentó el dirigente.
El 28 de septiembre pasado, Domínguez, tras una reunión con la Mesa de Enlace y los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Omar Perotti (Santa Fe), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero), dio a conocer un acta para la flexibilización de la vaca conserva y manufactura de las categorías D y E, categorías que no tienen salida masiva para el consumo en el país pero que sí son demandadas por parte de China, el principal comprador de la carne de esas vacas. “A partir del lunes próximo se podrá exportar”, afirmó en ese momento el ministro.
Para referirse a la razón por la que la resolución todavía no se formalizó, el secretario de Agricultura de la Nación, Jorge Solmi, dijo el fin de semana que en los últimos días se realizaron gestiones con los gobernadores y el Consejo Federal Agropecuario para que “salga la resolución cuanto antes, tal como lo encomendó el presidente de la Nación, Alberto Fernández”.
En este contexto, el descontento por la demora también lo manifiestan en la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), entidad con sede en Córdoba. Javier Rotondo, presidente, fustigó al Gobierno porque, consideró, está “tan acostumbrado a faltar la palabra”. Añadió que lo ocurrido muestra que “no hay una voluntad del Gobierno de haber entendido cuál es el problema real de esto totalmente irracional del cierre a la exportación de la vaca para China”.
“El gobierno hizo vieja política estadista intervencionista de mercado. Su único flagelo es contener los precios de una economía inflacionaria que con emisión monetaria a las claras no lo van a poder llevar adelante. Entonces, han puesto interlocutores totalmente escépticos; entre esos estamos nosotros”, comentó.
Según el dirigente, el cepo lo único que ha hecho es “destruir un eje productivo que va a empezar a notarse en la pérdida de vientres y de reposición”.
Rotondo se refirió también en este contexto a la llegada de Roberto Feletti como secretario de Comercio Interior en reemplazo de Paula Español. Opinó: “Se va a seguir fracasando porque el problema de base es realmente la distorsión de precios relativos”.
“Sabemos que este Gobierno se va a radicalizar en sus posturas, en sus ideas absolutamente confrontativas con el sector y la verdad es que estamos muy preocupados; nos encontramos inmersos en una sociedad compleja en todos los aspectos”, sostuvo.
“Es cambiar para que nada cambie. No hay duda que las entidades agropecuarias vamos a iniciar una etapa de resistencia total a esto. Nos tenemos que pegar a otros sectores de la economía que están prácticamente devastados, como el comercio, las pymes en general y el sector privado. Al panorama lo vemos sumamente negro”, agregó.
Por su parte, Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), manifestó su “preocupación” por el tiempo transcurrido sin que se oficialice la resolución de la flexibilización del cepo.
“No entendemos bien cuál es el origen de la demora porque, si lo anunciaron y pusieron fecha de inicio, es algo que ya tendría que haber sido trabajado”, reflexionó. ”Parecería que hay una situación dentro del gobierno que no permite que estas decisiones administrativas se lleven a cabo”, añadió.
También cuestionó que Domínguez hable de “problema” para referirse al cepo, “siendo que es algo generado por un decreto del presidente”. Remarcó: ”El Gobierno tiene todas las facultades para poder resolverlo, no depende de otra cosa. Tiene que haber una decisión política que aparentemente el ministro la tenía, pero hoy no aparece”.
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